Teresa, la novia del vestido drapeado con cola desmontable que se casó en Madrid

Esta madrileña, fundadora de la marca de invitadas Muscari, tenía claro que quería un diseño atemporal y muy elegante

11 de mayo de 2024 - 11:14 CEST11 may 2024 - 11:14 CEST

"Éramos amigos íntimos, pero un día, no sabemos cómo, ni por qué, tuvimos claro que queríamos estar juntos" así describe Teresa el inicio de su preciosa historia de amor con Pablo, a la que pusieron el broche de oro perfecto el pasado marzo en Madrid. Para su gran día, esta novia tenía muy claro el estilo que buscaba, algo que no sorprende ya que cuenta con su propia firma de invitadas, Muscari, y es una gran entendida en el sector de la moda. Como no podía ser de otra manera, numerosas asistentes al enlace se decantaron por esta marca, pero ¿cómo fue el vestido de la protagonista?

Teresa optó por un diseño de Sole Alonso, un modelo clásico y atemporal pero con toques diferentes, como los detalles drapeados y la cola desmontable.

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Teresa coincide con la mayoría de novias en que, para ella, lo más importante a la hora de elegir su vestido para el gran día era encontrar un diseño con el que se sintiese totalmente identificada y fiel a su estilo. "Yo siempre soy de la filosofía del ‘menos es más’ y ese día quería ser más yo que nunca. No quería sentirme recargada y decidí optar por un diseño sencillo, pero añadiendo un toque especial. Esto lo conseguimos mezclando distintas telas y texturas. De esta manera, sin añadir bordados ni encajes, pudimos enriquecer el vestido, dándole a la vez un aspecto sencillo y muy yo" nos explica.

En su caso, tenía claro que que buscaba un look atemporal que siguiera representándola dentro de 10 años. Además, el hecho de tener una marca propia y contar con tanta experiencia en el sector de la moda es siempre un plus. "Una de las cosas que tengo claro gracias a mi firma es que no a todas nos favorece lo mismo y que lo importante es sentirte segura de ti. Yo tengo bastante claro lo que me sienta mejor y con lo que me siento cómoda".

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Para ella, confiesa, su mejor inspiración fue la propia diseñadora del vestido, Sole Alonso. "Me divertí muchísimo con ella, porque el vestido iba evolucionado en cada prueba y fuimos compartiendo inspiración ambas hasta conseguir lo que se adaptaba 100% a mí. Fue la única diseñadora que visité. No me quería volver loca y realmente me transmitieron una seguridad y una tranquilidad, que hicieron que eligiese con los ojos cerrados. No cambiaría nada de mi vestido, aunque debo reconocer que de la idea inicial al resultado final, experimentamos y fuimos cambiando".

El proceso de creación

"Lo que más me gusta de Sole Alonso es que el vestido lo vas construyendo con ella desde cero. Eso me ha encantado, porque hemos ido eligiendo juntas en cada una de las pruebas, cada detalle, cada tela, cada textura"nos cuenta sobre el proceso de creación de su vestido, el cual, teniendo en cuenta que ella también se dedica a esto, disfrutó al máximo, especialmente por estar acompañada de dos de las mujeres de su vida. "Sole me fue proponiendo ideas y fue diseñando un vestido con el que me sintiese segura de mí misma. En todo momento supo entender mi estilo y me transmitió una confianza que es difícil de explicar con palabras. Lo que me llevo para siempre, son los momentos que hemos pasado mi madre, mi hermana y yo en cada prueba. No voy a olvidarlos nunca".

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En los últimos meses, estamos viendo cómo la tendencia de llevar dos o más looks está dejando paso al hecho de apostar por exprimir al máximo un único vestido o llevar uno transformable, como fue el caso de Teresa. "Yo soy 100% partidaria de llevar un único vestido porque es algo que solo voy a poder lucir una vez en la vida. A mí el vestido que diseñé con Sole me encantó y en todo momento tuvimos muy en cuenta la comodidad para poder aguantar todo el día y que no me condicionase a la hora de disfrutar y bailar sin parar. La parte desmontable se trataba de una capa confeccionada en organza de bambula que era asimétrica".

Aunque Teresa afirma no ser muy fan de las tendencias, reconoce que es complicaro huir totalmente de ellas. "Por ejemplo, como diseñadora de mi marca, es curioso porque soy un poco anti-moda" cuenta. "No me suelo inspirar en pasarelas de moda o en lo que va a venir, sino que siempre pienso en el día a día de mis clientas, intentando ponerme en su piel. De hecho, la inspiración durante todos estos años me ha ido surgiendo en mi ámbito más personal. Eso sí, durante el proceso de preparación de mi boda, pasé horas en Pinterest buscando inspiración e ideas de decoración, seating plan, flores etc. ¡La verdad que he disfrutado muchísimo y me ha encantado!"

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Sus joyas más especiales

Como es habitual en casi todas las novias, Teresa culminó su look nupcial con el anillo con el que su novio le pidió matrimonio, el cual diseñó él mismo en el taller de Irene Zaera. También lució unos pendientes que le regaló su tía, de su joyería de confianza en Madrid, Terís Gallo: "Mi tía es super especial para mí y son unos pendientes que guardaré para toda la vida y que tienen un valor sentimental para mi super especial. Soy partidaria de que una joya es para vivirla, y por eso aposté por unos pendientes sencillos, elegantes y que fuesen ponibles 'casi a diario'. El vestido me parecía super especial y no quería que los complementos le restasen importancia ni protagonismo".

Los secretos de su beauty look

Teresa confió su look de belleza a Olesya, una estilista a la que conocía desde hace años gracias a las produccipnes de su firma, y ya le había maquillado en la pedida. "Desde el primer momento, supo perfectamente lo que quería y fue capaz de hacerme sentir segura de mí misma con un maquillaje natural y muy yo" nos cuenta. "El día de mi boda me vi más favorecida que nunca y con la piel super jugosa. Consiguió un resultado super natural, que creo que es algo muy difícil. Los meses de antes, estuve preparando mi piel en Womum. Me encantó porque me hicieron un diagnóstico de piel y prepararon un programa totalmente personalizado hasta el día de mi boda. Esto fue fundamental para conseguir un maquillaje que me durase intacto el día entero".

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En cuanto al peinado, nos dice que queria llevarlo recogido, pero no quería moño porque no se veía favorecida, por lo que, al final, se decantó por una coleta baja con ondas muy naturales: "Tenía claro que quería algo estiloso y elegante, pero que no me sumase años y, por supuesto, sin renunciar a mi estilo. Quería ir cómoda, resaltar mis facciones y no sentirme recargada. Por no eso no opté por ningún broche. Mi idea principal era soltarme el pelo, pero estuve tan cómoda y me sentía tan favorecida con la coleta, que me quedé con la coleta y estuvo intacta también hasta el final de la noche".

Un ramo silvestre y con significado

Al preguntarle por su ramo, nos cuenta que tenía claro que quería uno "silvestre, sencillo y muy natural, que pareciese como si hubiera salido del campo". La encargada de crearlo fue Marta Azpeitia, en quien Teresa confiesa que confiaba muchísimo. "Le mandé varias fotos de inspiración y directamente vi el ramo la misma mañana de la boda, porque me fie totalmente de ella. Tiene un gusto espectacular y es uno de los mejores proveedores que tuve. Lo hizo todo super fácil". Además, explica que este accesorio tuvo un significado muy especial para ella, ya que fue un regalo de su madre. Le ató una cinta de terciopelo a juego con los tonos de las flores y una medalla de Santa Teresa de Jesús.

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El inicio de su historia

Pablo y Teresa se conocieron en 2010, cuando ambos empezaron a estudiar Derecho en la Universidad Carlos III en Madrid, aunque iban a clases distintas con horarios diferentes. Además, ella se cambió posteriormente de universidad y no volvieron a coincidir hasta 2014, donde el destino les unió en el Máster de Acceso a la Abogacía, durante el cual hicimos un grupo de amigos muy especial que, a día de hoy, son imprescindibles para ellos y fueron testigos de su enlace.

Durante ocho años, fueron íntimos amigos, pero, de repente, un día todo cambió. "Fue el día de la Constitución de 2021, cuando quedamos como un día normal y fuimos a tomar el aperitivo. Ese día, acabamos pasando el día entero juntos y no sabemos cómo, ni por qué, tuvimos claro que queríamos estar juntos" nos cuenta, emocionada.

Dos años después de aquel momento que lo cambió todo, en verano de 2023, él hizo la esperada pregunta y el resto ¡es historia!

El 16 de marzo de 2024 fue el día elegido para su enlace, el cual organizaron por su cuenta. "No contratamos wedding planner porque nos hacía ilusión preparar todo y disfrutar del proceso juntos. Es cierto que en algunos momentos lo habríamos agradecido porque tuvimos varios imprevistos y nos hubiese venido genial. Eso sí, contamos en todo momento con la gran ayuda de nuestras familias y del personal de la finca".

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La iglesia que acogió la ceremonia fue la Parroquia de Santa Teresa y Santa Isabel, que tiene un significado especial para ellos. "Ahí se casó mi bisabuela y teníamos una especial ilusión por casarnos allí" nos cuenta la novia. "La música fue increíble. Contamos con el Coro Joven de San Blas. Es un coro de voces blancas formado por 35 chicos de 12 a 26 años".

En cuanto a la celebración, optaron por la Finca el Gasco, en Torrelodones. "Es una finca espectacular con una casona antigua rehabilitada y con unos jardines y unas vistas increíbles. Visitamos muchas y, sin duda, cuando visitamos esta, tuvimos un flechazo y supimos que era para nosotros. Todo el mundo nos dijo que era de las fincas más espectaculares que habían visto" recuerda. "Tuvimos suerte, porque hizo un día espectacular y pudimos celebrar el coctel al aire libre en el jardín y la gente disfrutó un montón. El banquete posterior lo hicimos en un mirador acristalado que han construido recientemente, que tiene unas vistas al bosque espectaculares. Del cóctel y del menú se encargó Lhardy y literalmente "no tenemos palabras para describirl. Es algo que todavía nos siguen diciendo nuestros invitados".

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Para Teresa, su gran día fue muy especial, familiar y emotivo de principio a fin, pero destaca tres momentos únicos que recuerda con especial cariño.

El primero, el camino a la iglesia con su padre. "Fuimos en un coche clásico y ese momento previo acompañada de mi padre fue algo super especial. Los dos íbamos emocionados y a la vez disfrutando y siendo conscientes del momento tan especial que estábamos viviendo juntos".

En segundo lugar, la entrada al banquete: "A Pablo le daba vergüenza ese momento, así que decidimos hacerlo acompañados con nuestros mejores amigos y testigos de la boda y nos sentimos super arropados y fue un momento único que todo el mundo nos sigue recordando".

Y, por último, el discurso sorpresa que dieron sus hermanos María y Nacho. "Me dedicaron unas palabras muy bonitas y me sorprendieron totalmente porque son bastante tímidos y no les gusta nada hablar en público. Esto hizo que fuese doblemente emotivo y fue un momento super especial, que me hizo emocionarme muchísimo y que nunca olvidaré".

Su consejo para futuros novios

Ahora que analiza su gran día con perspectiva, nos explica que su mayor consejo para futuros novios es que intenten disfrutar de todo el proceso porque, al final, el día de la boda pasa muy rápido y todos esos momentos previos son recuerdos que quedan para siempre. "Siempre habrá momentos de agobio durante la preparación, pero hay que relativizar y no perder el foco de lo que es realmente importante. Les diría que al final todo sale y que lo importante es disfrutar de cada preparativo y, sobre todo, del dia de la boda. Ese día estás rodeado de gente que te quiere y los detalles que puedan fallar, solo los sabes tu. Así que hay que olvidarse de todo y a disfrutar".

"En mi caso, una de las cosas que realmente me pareció fundamental y que de verdad me ayudó es cogerme unos días de vacaciones justo antes de la boda. A mi me ayudó muchísimo a tomar conciencia del momento que íbamos a vivir y me permitió llegar descansada a la boda. Puede parecer tontería, pero al final pude centrarme 100% en los últimos detalles, pude disfrutar de mi familia y amigos y llegué tranquila a la boda y disfruté muchísimo".

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