Cuando pensamos en bodas de cuentos de hadas, habitualmente se nos vienen a la cabeza enlaces de princesas o reinas en antiguas catedrales medievales, con sus pomposos vestidos adornados con tiaras, entre otras alhajas históricas. Lo cierto es que las cosas han cambiado: son muchas las herederas de importantes empresarios e incluso de conocidos personajes del entretenimiento las que planifican bodas a la altura de cualquier Casa Real. Este fue el caso de Sofia Richie, de entonces 24 años, que hace exactamente un año ocupó portadas alrededor del mundo cuando contrajo matrimonio en el lujoso Hotel du Cap-Eden-Roc (el mismo de la Costa Azul donde se celebra anualmente la fascinante gala amfAR que acompaña al Festival de Cine de Cannes) con el ejecutivo discográfico Elliot Grainge, de 30 años. La hija pequeña de Lionel Richie es idolatrada por 11 millones de usuarios en redes sociales, devotos de su estilo lujoso, así que sus tres vestidos de novia (sí, has leído bien) diseñados a medida por la casa Chanel estuvieron en boca de todos.
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German Larkin
Siendo una de las embajadoras más conocidas del lujo silencioso, era de esperarse que contara con una casa de modas histórica para la realización de su vestido de novia. Y en efecto, se puso en contacto con Virginie Viard, directora creativa de Chanel, para idear juntas este precioso diseño de encaje bordado con lentejuelas, ajustado al cuerpo, que destaca por su cuello halter. El proceso tomó nueve meses, durante los cuales ella tuvo que viajar a París desde Nueva York, donde reside, hasta siete veces.
La joven influencer quedó flechada por este look con falda de silueta 'A', modificada para adaptarse con suavidad al cuerpo de la novia. "Siempre tuve la visión de que quería vería verme como una princesa con algo grande, pero a medida que crecía, me di cuenta de que quería algo más simple", confesó en uno de los vídeos que detallan la preparación de su boda. Se sintió honrada cuando el equipo de Chanel se puso en contacto con ella para decirle que, con mucho gusto, se haría cargo de diseñar no solo uno sino tres vestidos.
Las prometidas de 2023 solicitaron el escote halter tanto como las de 2024 están reclamando el bardot. Son dos propuestas prácticamente opuestas, aunque no por ello una es más elegante que la otra. Este primer corte, el elegido por Sofia, triunfa cada vez más entre las novias desde que Meghan Markle lo eligió para su segundo vestido de novia en 2018. Una creación que en su momento nos fascinó por su minimalismo, puesto que las bodas reales tienden a ser todo menos sencillas.
Sofia optó por añadir velo a su look, un detalle del que prescinden muchas chicas aunque, tal como apuntan los que más saben de vestidos de novia, da el toque definitivo al conjunto. Todo sobre su estilismo de belleza alude al clacisismo por el que se caracteriza la casa francesa, desde el peinado de moño de bailarina, pulido al máximo sobre su cabeza, hasta el maquillaje natural de acabado luminoso, en el que apenas distinguimos colorete o pintalabios.
Un vestido de novia así de especial no necesita mucho más para ocupar todas las portadas a la mañana siguiente, pero ella no perdió la oportunidad de incorporar 'algo nuevo' con gran valor sentimental a su look. Hablamos de los pendientes de diamantes con forma de gota, un par que concibió la propia Nicole Richie, su hermana, para su firma House of Harlow 1960. El ramo, de un solo tipo de flor, funcionó de maravilla para dejar brillar al resto del conjunto.
Como muchas otras novias, Sofia quiso aprovechar la celebración posterior para estrenar un segundo vestido de novia. Aunque debemos admitir que no fue un diseño de fiesta cualquier porque, mientras que lo habitual es simplemente optar por un modelo más corto u holgado con el objetivo de bailar más cómodamente, la hija menor de Lionel Richie se sacó de la manga un icónico vestido vintage que vimos 30 años antes sobre la pasarela.
No es exactamente el mismo vestido sino que se trata de una réplica realizada a medida para ella por Chanel. Y es que la imagen sobre estas líneas muestra a Claudia Schiffer desfilando la colección Alta Costura para Otoño/Invierno 1993-1994 de la maison francesa durante la presentación que se celebró en París en el verano de 1993. ¡30 años antes de la boda de la heredera! Que pudiera solicitar un rediseño de esta pieza icónica es una demostración más de su influencia en el panorama de la moda actual.
Es un vestido realizado en tejido de tweed blanco (uno de los sellos distintivos de Chanel) del que destellan hilos metalizados que hacen un efecto de purpurina en contacto con las luces. Presenta un cuerpo acorsetado con anchos tirantes, una minifalda y una flor de camelia sobre el pecho, aunque más adelante pudimos ver en otra de las fotografías que Sofia retiró la flor. Cuando Claudia Schiffer se enteró de que la joven novia había replicado uno de sus momentos de pasarela más memorables, no dudó en hacer la comparativa en redes sociales.
En antesala a la boda en sí, Sofia estuvo calentando motores en redes sociales, publicando posados con todo tipo de fabulosos looks de firmas tan reconocidas como la misma Chanel o la estadounidense Khaite, adoradas por las seguidoras del lujo silencioso. No obstante, el más impresionante de todos estos estilismos (tal vez incluso el más impresionante entre los tres que eligió para su boda) es esta deslumbrante pieza de inspiración vintage que lució durante la cena previa al enlace, el viernes por la noche.
“Esto es como un cuento de hadas. Realmente es. Es como una obra de arte. Me siento como una princesa”, comentó la hija de Lionel Richie. Las novias que desean rendir homenaje la sofisticación de décadas pasadas seguramente caerán rendidas a este diseño de cuello alto y mangas largas, que resalta por las cascadas de pedrería bordada a lo largo de toda la prenda. Como decíamos también fue hecho a medida por Chanel, pero este se basó en otro momento de pasarela un poco más reciente.
Si bien parece una creación de Balenciaga sacada de los años 50, pertenece más bien a la colección Alta Costura Otoño 1997, que es a su vez una reinterpretación de otro ejemplar visto en 1991, ambos de color negro. El look al que nos referimos desfiló sobre Stella Tennant, una de las musas de Lagerfeld en la década de los 90, con un look de belleza mucho más opaco, de labios oscuros, que el que ostentó Sofia el día de su boda.