Dar con el vestido de novia perfecto puede resultar al principio una tarea complicada, especialmente si no se sabe muy bien lo que se quiere. Pero hay novias que, incluso antes de prometerse, lo tienen muy claro, y ese fue el caso de Elena. Esta gallega quería que la chaqueta de novia que llevó su madre cuando se casó formase parte de su look nupcial. "Mi madre fue mi inspiración", admite a ¡HOLA! ¿Crear un vestido a partir de una prenda vintage? Puede resultar inusual, pero esa fue la misión que nuestra protagonista le encomendó a la firma española Navascués. Y el resultado no pudo ser mejor.
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Antes de aventurarse en la confección de su vestido de novia, Elena tenía muy presente el mantra con el que muchas chicas coinciden: "Lo más importante a la hora de elegir el diseño es que sea fiel a tu estilo". Y para lograr que así fuera, en su caso, contactó con Cristina y Virginia, de Navascués: "Escogí esta marca porque me parece un atelier con gran tradición, profesionalidad y elegancia", admite. "Factores que para mi son primordiales a la hora de elegir diseñadora".
Crear un vestido a partir de una chaqueta
Nuestra novia se dio el 'sí, quiero' en Galicia durante el mes de octubre, por lo que la idea de llevar una prenda de abrigo ligera resultaba de lo más acertada. "Me lo pusieron muy fácil desde la firma, creando a partir de la chaqueta de mi madre un vestido que captaba totalmente la idea que yo quería transmitir. Todo fue rodado".
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Con esta prenda vintage, Elena no solo dedicaba un guiño especial a su madre, sino que además cumplía con la norma de llevar algo prestado el día de su boda. "Para mi las tradiciones tienen un valor muy importante", confiesa. "Mi madre me prestó su chaquetilla y Navascués se encargó de poner de forma oculta un detalle azul en el vestido".
Un pazo gallego para celebrar su gran día
Fue la tierra natal de nuestra novia el lugar escogido para casarse. La ceremonia católica tuvo lugar en la Iglesia de Santa María de Tomiño, en Pontevedra, pero la celebración fue en un precioso recinto situado justo detrás: el Pazo do Mosteiro, un espacio con 30.000 metros cuadrados de terreno. Situado en la localidad de Tomiño, donde el río Miño se convierte en la frontera natural entre España y Portugal, haciendo de este enclave uno de los espacios naturales con más encanto.
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La boda tuvo lugar en octubre del año pasado. "En un principio yo quería casarme la segunda quincena de septiembre, pero ya estaba todo reservado. Entonces decidimos el 14 de octubre, aprovechando así el festivo del día de la Hispanidad, fiesta que tiene mucho significado para nosotros. Además, más de la mitad de los invitados venían de fuera".
Un vestido de velo kilométrico
Elena se decantó por un vestido de silueta A de manga corta, en el que no solo destacaba su chaqueta desmontable, sino también el velo, que nacía de de su pulcro muño y culminaba en el suelo junto a la cola, proporcionando al look un impresionante resultado.
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Y aunque por suerte el día de la boda hizo un sol radiante, la novia no las tenía todas consigo. "El tiempo en el norte es imprevisible, el pronósitco era de lluvia", recuerda. Pero no es la única anécdota de la boda, de hecho, precisamente durante la ceremonia en la iglesia, su madre se percató de que faltaba algo: "Se dio cuenta de que nos habíamos olvidado las alianzas en la habitación del pazo. Avisó a mi hermana, que salió corriendo en medio de la misa a por ellas, ¡y lo consiguió!"
La chaqueta, la estrella del look
El protagonismo de su diseño, como la gallega quería desde el principio, recayó en la prenda que su madre le había prestado: "La joya principal fue la chaquetilla, hecha a partir de una tela bordada a mano que habían comprado mis abuelos en un viaje a Marruecos", nos explica. Un diseño con lentejuelas de colores y formas florales.
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Para el ramo de novia, optó por la sencillez, escogiendo una composición monocromática a juego con su vestido: "Fue un ramo sencillo de rosas inglesas (variedad Purity – David Austin) de color marfil y de tallos largos", aclara. En cuanto a sus zapatos, optó por un modelo de Jimmy Choo.
Un look 'beauty' minimalista
"Del maquillaje y peinado se encargó Giova Visagismo", nos cuenta. "La elegí a ella y a su equipo por su profesionalidad. Giovanna supo plasmar a la perfección lo que le pedí, mi estilo, un maquillaje muy natural y elegante. El peinado fue un moño de bailarina, también muy sencillo y sofisticado".
Joyas con significado
Al igual que la novia tenía claro que quería llevar la chaqueta de su madre, también deseaba lucir algo prestado de su abuela. "Los pendientes que llevé eran, inicialmente, un broche de mi bisabuela que mi abuela convirtió en pendientes", explica. En cuanto al resto de joyas: "El solitario de pedida era de Tiffany & Co. También llevé una alianza de brillantes que me regaló mi madre y que también perteneció a mi abuela".
Un amor de verano
Elena nació en Vigo, pero se marchó a estudiar Veterinaria a Madrid, donde precisamente conoció a Álvaro, su pareja, y allí viven desde entonces. Este ingeniero industrial de madre gijonense y padre estadounidense, le robó el corazón una noche de verano. "Nos conocimos en la terraza de la Casa Árabe tomando algo y acabamos los dos solos en la discoteca Gunilla hasta las cinco de la mañana. Fue muy inesperado para ambos", rememora. "Me pidió matrimonio en 2022 durante un viaje que había organizado a Islas Mauricio. Siempre tuve claro que, si llegaba el momento, quería casarme".
Elena admite que lo más especial de su boda fueron los invitados: "El hecho de reunirnos todos con el motivo de celebrar nuestro enlace fue increíble", cuenta. "Ver disfrutar a toda nuestra familia y buenos amigos y la compenetración que había ese día". Una boda exitosa que no habría sido posible sin sus wedding planners personales: su madre, su tía y sus dos primas mayores.
"La organización fue un poco caótica y estresante para todos, ya que yo vivo en Madrid y la boda fue en Tomiño. Menos mal que pude contar con mi madre para todo: quedaba ella con el cura, se encargó de las flores, la música... Sin ella no habría salido tan bien". De todos modos, nuestra protagonista quiere tranquilizar a los futuros novios: "Que deleguen, que relativicen. Si algo no sale como quieres, no pasa absolutamente nada, no te obsesiones ni dratamices. De lo que sale mal solo se dan cuenta los novios, así que disfrútalo, pues ese día pasará volando".
Elena y Álvaro quieren agradecer especialmente su trabajo a los proveedores que estuvieron junto a ellos el día de la boda:
- Vestido: Navascués
- Maquillaje y peluquería: Giova Visagismo
- Fotos: Instantanea & Toma Primera
- Video: El Camarógrafo
- Dj: Equipo de Alex Zozaya
- Pazo: Pazo do Mosteiro (mención especial a Iria)
- Catering: Nuria Cervera (mención especial a Andrea)
- Música: Grupo Insieme
- Flores: Augaluz