Maria y Nuno se conocían desde hace años por amigos en común, sin embargo, Nuno vive en Londres y no habían tenido la oportunidad de coincidir, hasta que llegó la pandemia y él volvió a Lisboa para estar cerca de su familia. En mayo, cuando el confinamiento se fue relajando, coincidieron en una cena y cupido hizo de las suyas: “Ese día lo recuerdo como uno de los más emocionantes para todos, tras varios meses encerrados. Todo era felicidad y risas. Después de aquella noche, Nuno me invitó a cenar; no había restaurantes abiertos en Lisboa, así que nos fuimos a las orillas del río y pedimos sushi para llevar”, nos cuenta Maria sobre cómo comenzó su relación con Nuno.
Sin embargo, él se tenía que volver a Londres y, tras pensar qué sería lo mejor para los dos, Maria decidió ir con él. Tras una semana lluviosa de septiembre, Nuno la sorprendió con un fin de semana en Mallorca. Allí, con Deià como telón de fondo, Nuno hizo la gran pregunta y Maria no dudó en dar el “sí”, para siempre. A partir de ese momento, comenzaron los preparativos.
Ella vive en Londres, su familia en Lisboa y Madrid fue el punto de encuentro para crear el vestido de sus sueños: “Cuando me prometí, empecé a pensar cómo me imaginaba el día de mi boda. Desde muy pequeña, me ha encantado el estilo asiático. Creo que será porque mi abuela por parte de madre era de Macao. No tuve la suerte de conocerla, pero siempre he estado fascinada por ella y su belleza”. Por ello, quiso rendirle homenaje con un precioso vestido de Castellar Granados.
El look lo coronó con la tiara de su familia paterna: “Todas las mujeres se han casado con esta tiara y me parece una tradición preciosa”. La celebración la realizaron en la Quinta dos Espadeiros, en Lisboa, y Festa Aluga fue la encargada de organizar y decorar este ambiente cargado de magia y estilo, que hicieron de este día uno de los más memorables en la historia de esta espectacular pareja.