Una cena en París, organizada por unos amigos en común, fue la ‘culpable’ de que Isabel y Côme se conocieran. En una celebración de cuento, como bien reflejan estas imágenes, donde no faltó el amor de dos novios ilusionados por darse el “sí, quiero”. La boda tuvo lugar en la casa de Côme, en la finca Le Dattier, en el sur de Francia, tal y como la define Isabel, un sitio espectacular y muy salvaje. Transcurrió en dos eventos.
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El viernes se celebró la boda civil, la novia llevó un vestido de Viktor&Rolf e hicieron una fiesta en la playa con todos los invitados, en el lugar donde Côme practicaba vela de pequeño. Al día siguiente, para la ceremonia religiosa, Isabel eligió un diseño clásico, creado por Celestina Agostino, en París, donde vive: “Lo elegí gracias a una íntima amiga de mi madre, que hizo su vestido allí hace 20 años”.
Como joya principal, destacó la espectacular tiara de Mellerio dits Meller, la joyería más antigua del mundo, desde 1613, perteneciente a la familia del marido de Isabel. Una tiara de 1911 con un diseño kokoshnik y un diamante rosa al centro amovible que se movía con cada movimiento. Y es que, cada detalle reflejó la ilusión de esta pareja que se enamoró el día que se vieron por primera vez. Una boda de carácter internacional, pero con un lenguaje universal: sí, al amor.