Jorge y yo nos conocimos gracias a mi amiga Carmen; ella le conoció y, al día siguiente, me dijo que había conocido al hombre de mi vida. En ese momento yo me reí pero, semanas más tarde, nos presentaron en un bar de Madrid y el resto... es historia”, nos cuenta Patricia. Paso a paso se hace camino al andar y el Camino de Santiago resultó ser la etapa que cambiaría el resto de sus vidas. Se prometieron en Finisterre, al finalizar este viaje, y la ceremonia se ofició en la Iglesia de Santiago: “Lo tuvimos claro en cuanto la vimos, es la primera que hubo en La Coruña, de estilo románico en la Ciudad Vieja”. Patricia entró radiante, con un diseño de la firma From Lista with Love. Un vestido de líneas sencillas, inspirado en un modelo de Rick Owens. ¿Lo más destacado? El plisado de las mangas y el velo que salía desde el cuello de flores de organza de seda y que luego en el baile, Patricia se colocó en la espalda. Tras dar el ‘sí, quiero’, Patricia, Jorge y todos sus seres queridos, disfrutaron y celebraron el amor en el Pazo de Xaz; fue el único que visitaron, nos confirma la novia... Como lo suyo con Jorge, fue un flechazo a primera vista.
Patricia eligió un vestido vaporoso, con escote bardot, en el que cada detalle demostraba su estilo y personalidad. Para el gran día confió en From Lista with Love.
La ceremonia se ofició en la Iglesia de Santiago: “Lo tuvimos claro en cuanto la vimos, es la primera que hubo en La Coruña, de estilo románico en la Ciudad Vieja”.
Patricia y Jorge desearon unirse también mediante el rito de la velación, una bonita tradición dentro de las bodas católicas que simboliza la unión de los novios y el deseo de construir un hogar.
Lo diseñó Jorge con su madre. El diamante central se lo regaló el padre de Jorge a su madre cuando Jorge nació: “Mi suegra dice que siempre supo que sería para la chica que se casara con Jorge”.
El azul marino se ha posicionado como el color tendencia de esta temporada otoño-invierno. Una apuesta segura por la elegancia y que sienta genial tanto a rubias como a morenas.
Lo más destacado del vestido de la novia fueron los detalles. El plisado de las mangas y el velo que salía desde el cuello de flores de organza de seda.
“Para la decoración del pazo teníamos muy claro que queríamos un techo con mucho verde y unos centros para las mesas en blanco y verde, con musgo, muy gallegos; sin embargo, la iglesia es tan bonita, que solo necesitó un par de arreglos florales”.
Patricia se encargó de toda la preparación de la boda. Ella es organizadora de eventos, así que su boda no iba a ser menos. Aunque nos confiesa: “Siempre diré que la mejor de las wedding planners para mí fue mi madre; sin ella, no hubiera sido tan increíble”.