Casi siempre que pensamos en el look nupcial lo primero que imaginamos es el vestido de novia, una prenda que debe adaptarse a los gustos y personalidad de cada prometida. Pero hay mucho más. Está la decisión de llevar (o no) velo, lucirlo con un tocado, seleccionar los zapatos, el maquillaje, el peinado... Y las joyas. Estas últimas cobran cada vez más importancia ya que tienen la capacidad no solo de completar la prenda, sino de darle un aire totalmente renovado. ¿Y qué tipo de piezas se eligen? Hay de todo: quienes apuestan por joyas de tendencia, quienes eligen un diseño familiar, quienes se decantan por una pieza vintage y quienes ven la ocasión perfecta para hacerse una joya a medida.
Para ti que te gusta
Este contenido es exclusivo para la comunidad de lectores de ¡HOLA!
Para disfrutar de 8 contenidos gratis cada mes debes navegar registrado.
Este contenido es solo para suscriptores.
Suscríbete ahora para seguir leyendo.Este contenido es solo para suscriptores.
Suscríbete ahora para seguir leyendo.TIENES ACCESO A 8 CONTENIDOS DE
Recuerda navegar siempre con tu sesión iniciada.
Joyas personalizadas, el lujo de lo artesano
En los últimos años la demanda de piezas personalizadas ha aumentado. "Este crecimiento está relacionado con el trabajo artesanal. Es una filosofía donde se prioriza la calidad antes que la cantidad, donde se valora el trabajo hecho a mano ofreciendo ese valor añadido y esa experiencia al cliente que hace que no pase desapercibida. Es un producto que se hace a mano por eso es único. La artesanía es el nuevo lujo y lujo es exclusividad", asegura Blanca López, fundadora y directora creativa de Blanca Jewels, una firma de joyería made in Spain que nació en Barcelona en 2013 y que abrió su primera boutique en Madrid hace algo más de un año.
Y no le falta razón. En un momento en el que estamos sobreexpuestos y bombardeados continuamente por información e imágenes, buscar la diferenciación es más frecuente. Es algo que vemos claro en el sector nupcial. Cada vez son más las novias que eligen hacerse un vestido a medida, que refleje realmente quiénes son, cuáles son sus gustos, qué las define. Y si esto sucede con el vestido o con los zapatos, las joyas no son una excepción. "Cada novia es única, y en uno de los días más importantes de su vida, como es su boda, busca aportar un toque personal que lo haga aún más maravilloso. Muchas veces, las novias escogen reliquias familiares o joyas personales como un colgante o unos pendientes para transformarlas en una pieza singular, con su toque personal, que haga aún más mágico un día tan especial", nos explican desde el equipo de Rabat, firma de joyería de referencia en el sector.
Las piezas más solicitadas
Cuando una novia elige las joyas que completarán su look nupcial, casi siempre, apuestan por llevar su anillo de compromiso y unos pendientes muy favorecedores. Luego hay quien añade gargantillas, pulseras, alguna otra sortija... Pero esas dos piezas parecen imprescindibles. Por eso, lo más lógico, es pensar que los diseños a medida más solicitados se pueden englobar en una de esas categorías. "Por norma general, las piezas a medida más demandadas son los pendientes, para aportar toda la luminosidad a un rostro", aseguran desde Rabat.
Una afirmación con la que coincide Blanca. "Toda novia quiere para el gran día unos pendientes que sean versátiles y que se puedan desmontar en varios diseños para ponérselos en su día a día. Ofrecemos un modelo de pendientes totalmente personalizado y transformable hasta en tres partes. Otra joya también muy demandada es un anillo con piedra de color que la novia se diseña para complementar su total look, pero nunca este anillo debe llamar más la atención que el de pedida". Y añade que, en ambos casos, a la hora de dar vida a la pieza no solo se tiene en cuenta el vestido, también el resto de elementos que forman parte del conjunto, para que nada rompa el equilibrio.
Pero que se trate de una pieza a medida no significa, necesariamente, que esté desligada de las tendencias. Aunque la singularidad es lo que hace única una joya y desde Rabat son firmes defensores de esta, Blanca asegura que observa dos tipos de novias: las que quieren diseños clásicos, con un marcado aire vintage, y las que buscan creaciones llamativas en las que las piedras de colores atípicos y tallas poco habituales son las protagonistas. Como no podía ser de otro modo, los perfiles de ambos tipos de prometidos son muy distintos. Mientras las primeras son mujeres más clásicas, poco dadas al riesgo, las segundas son grandes amantes de las joyas, ya tienen piezas clásicas en su haber y suelen ser más modernas.
Cómo se crea una joya a medida
Una de las ventajas de diseñar una pieza personalizada es que la novia (o el novio, en caso de que se trate del anillo de compromiso) trabaja mano a mano con la firma, ayudando a dar forma a esa joya soñada y participando en el proceso creativo. Se trata además de producciones sostenibles, ya que se crean según las necesidades de los clientes. Blanca asegura que, en el caso de su firma, la mayoría de clientes confían en la marca y se dejan aconsejar. Pero, con todo, hay quien tiene una idea muy clara de lo que busca y llega con cierta inspiración e incluso bocetos y quienes necesitan un asesoramiento mayor. "Nos ponemos en sus pieles y con solo saber sus colores preferidos, costumbres, prioridades y alguna cosita más podemos llegar a diseñar la joya de sus sueños", asegura.
Desde Rabat nos explican que ellos aconsejan a las novias que se guíen por su personalidad y estilo y que sus joyeros siempre están disponibles para ayudarles a dar con las piezas que buscan. En cuanto a la elección de los materiales, hay un poco de todo: quienes prefieren diamantes, piedras preciosas como el zafiro o la esmeralda, piedras naturales como la aguamarina... Elecciones casi siempre guiadas y en busca de la máxima originalidad. "El resultado son joyas que contarán una historia a través de los materiales, de las piedras que protagonicen la pieza o, incluso, de una inscripción grabada que evoque uno de los recuerdos más bonitos de la vida de cada novia", apuntan los expertos de Rabat.
¿Y qué hay de los anillos de compromiso?
Hace falta remontarse al antiguo Egipto para encontrar uno de los primeros predecesores del anillo de compromiso. Una joya que las novias lucían en el dedo anular, por el que pasaba la vena amoris, que conectaba directamente con el corazón. Pero si pensamos en una pieza más similar a las actuales es necesario avanzar hasta 1477, cuando Maximiliano de Austria regaló un anillo con un diamante a María, hija del duque de Borgoña. Esta joya no solo tiene un peso cultural, también emocional, algo que demuestra un estudio realizado por la firma de joyería Tiffany & Co. y que concluye que una mujer mira su anillo de compromiso cerca de un millón de veces a lo largo de su vida. Tal vez por eso buscar una pieza única y especial se ha convertido en el reto de muchos novios y sí es una de las joyas a medida más solicitadas.
"Actualmente la joya más demandada en Blanca Jewels es el anillo de pedida. Detrás de cada pieza hay un proceso artesanal donde se cuida y mima cada detalle. Son joyas que se hacen exclusivamente a medida para cada cliente. La gente no se conforma con joyas producidas en serie. Quieren formar parte de esa experiencia", asegura Blanca. Desde Rabat concluyen que igual que sucede con los pendientes o el resto de piezas realizadas a medida, es muy importante que esta pieza "hable de la protagonista, de su carácter y que la ayude a desprender la luz y magia de un día tan importante".
- Diamantes: todo lo que no sabes (y deberías) sobre esta piedra