Una pedida a la italiana en la Toscana fue el punto de partida de esta impresionante pareja, que se conoció en Londres y que dió el ‘sí, quiero’ en Cádiz. El día comenzó en la Iglesia de Santa María La Coronada, en Medina-Sidonia. Silvia nos cuenta al detalle cómo es el templo: “De estilo gótico del siglo XVI. Llegamos en coche de caballos y todavía recuerdo la emoción de la entrada…”.
Ella no podía estar más radiante; para el gran día eligió un vestido de T.ba: “Romántico, atemporal y acorde con una boda en el campo, sin dejar de tener presencia y buena costura”, describe Silvia su vestido.
Clienta asidua de la firma, no dudó ni un minuto en saber que ella sería la diseñadora de su vestido de novia. Tras los nervios de la ceremonia, llegó el ‘sí’ y la celebración en familia. Para ello no hubo mejor escenario que la finca familiar de Silvia, La Quinta. “Mis mejores recuerdos son sin duda en La Quinta. Hemos pasado nuestra infancia ahí y me hizo especial ilusión casarme en casa. La organización no fue fácil, y menos organizarlo todo desde Londres, pero sin duda mereció la pena. Fue una boda muy personal”.
El cóctel fue en los jardines del cortijo y la cena fue dentro de la plaza de toros de la finca. Unos ingredientes de ensueño que hicieron realidad la gran boda de Silvia y Federico, al más puro estilo español, y que hizo vibrar a todos sus invitados. Baile, risas y fuegos artificiales. La aventura de sus vidas empieza aquí.