Aunque algunas prometidas han querido cambiar su ramo de novia por otro elemento como un abanico o un bolso, la mayoría no renuncian a esta composición floral. Este complemento, que tiene un origen un poco difuso, pudo empezar siendo un manojo de hierbas aromáticas con las que ahuyentar a los malos espíritus. Para encontrar diseños similares a los actuales hay que avanzar hasta finales del siglo XIX y principios del XX, cuando las novias empezaron a lucir flores llenas de color, de tamaño grande o medio, que no tenían otra función que embellecerlas. Aunque las opciones son infinitas, cada año hay tendencias que se imponen y en este 2023 (y probablemente seguirá siendo así durante buena parte de 2024) los ramos de novia blancos o con predominio del verde son los preferidos. ¡Te lo enseñamos!
Un ramo lleno de significado
Muy especial fue también el ramo que Esther eligió para su gran día. Se trata de un diseño desestructurado, con predominio de los tonos verdes y compuesto por diferentes especies de helecho. Una creación muy llamativa con un significado muy especial para la novia. "Cuando conocí a Javier de Evoco Eventos y hablamos del ramo, mis palabras fueron: 'quiero llevar el ramo que me hubiera hecho de pequeña mientras paseaba por los prados asturianos', mis veranos de infancia fueron allí. No solo entendió mi idea, sino que además le añadió el toque de sofisticación que necesitaba", nos explica.
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Un ramo de hortensias
Hay novias que añaden notas de color a su look nupcial a través del ramo y otras que, por el contrario, prefieren una composición en la que el blanco continúe siendo el protagonista. El de Paloma era de hortensias, su flor favorita porque le devuelve los recuerdos de los veranos en el norte, de su infancia, de su casa. "Maxi Viaña se encargó de toda la decoración floral y también de mi ramo. Mis testigos me regalaron una cinta para llevar en el ramo con una medalla que llevaba escrito nuestros nombres y la fecha de la boda", nos cuenta.
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Un ramo de eucalipto y rosa mini
Lourdes nos explica que desde el primer momento tuvo claro que quería que el blanco y el verde predominaran en la composición. "Estaba compuesto por rosa blanca inglesa, rosa mini, flor de cera, eucalipto y olivo. Hablando con mi florista, Mónica, en una reunión unos meses antes de la boda me captó la idea muy rápido". El resultado no pudo ser más bonito.
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Un ramo a juego con su vestido
"Soy muy nerviosa y pensaba en casarme con un abanico sin más, pero al fin y al cabo, era la novia. Mati Romero, de Pétalo, me diseñó un ramo romántico, continuando el diseño de la tela de Alejandra Valero que eran flores bordadas en organdí. También le hizo los ramitos a mis damitas, que fueron vestidas de Ochuss Moda", nos cuenta la novia.
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Un ramo, una sorpresa
Cristina no vio su ramo de novia hasta el día de la boda. Lo hizo una tía de Pablo que trabajó en una floristería durante 27 años. "Lo único que le dije es que quería que fuera verde y blanco, muy sencillo y con forma alargada, no el típico redondo. Sabe que las peonías me encantan pero justo terminaba la temporada, al final las consiguió y las combinó con eustoma y ramajes de eucalipto y olivo. Me parece un ramo espectacular. Le pusimos una cinta azul bordada que me regaló mi amiga Samanta el año pasado en su boda, un lazo con la misma tela de organza de mi abrigo y una medalla con la Virgen del Carmen", nos cuenta la novia.
Un ramo natural y sencillo
La sencillez y la naturalidad fueron los ejes que vertebraron todo el look nupcial de Irene. Por eso no nos sorprende que el ramo, regalo de sus amigas, siguiera la misma línea. Era una composición de peonías blancas y ruscus. "Tenía claro que quería un ramo de una sola flor, de tallo largo, y Chitina fue la profesional que se encargó de componerlo. Fue ella quien realizó los arreglos florales ese día y no puedo estar más contenta con el resultado".
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Un ramo con tulipanes
Uno de los mayores inconvenientes a la hora de crear el ramo, es que las novias deben adaptar sus gustos a las flores de temporada. Las preferidas de Macarena son los tulipanes, pero casándose en el mes de julio, las probabilidades de conseguir que aguantaran eran muy pocas. "Hablé con una muy amiga de mis padres que tiene una floristería preciosa en Valladolid (Flores La Jara) y captó mi idea. Como no sabíamos si iba a ser posible utilizar tulipanes le dije que me hiciera un ramo muy verde y si en el último momento era viable meter algún tulipán blanco lo metíamos y sino se quedaba como estaba. Finalmente aguantaron y mi ramo tuvo tulipanes".
El ramo estaba atado con una cinta verde que le regalaron unas amigas muy especiales a la novia. Ella incluyó, además, una chapita de su perro, una forma de tenerlo presente en un día tan importante.
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Un ramo con un toque ligeramente azul
Muy especial fue también el ramo de Alejandra. "Quería que fuera fresco y florido, que al tenerlo cerca me llegase el olor de las flores, y que su color fuese blanco con un toque de azul por eso de llevar algo azul. Fue así que elegí un ramo de astromelias blancas (mi flor favorita), fresias blancas, algún cardo azul y eucalipto como verde con aroma", asegura la novia.
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Un ramo blanco y verde
Hay muchas novias que añaden notas de color a su look nupcial a través del ramo y otras que prefieren mantener la sencillez también en este elemento. Macarena apostó por una composición con predominio del blanco y el verde, obra de Cristina de Aquilea. "Mi flor favorita es la peonía, y llevaba peonías blancas y mucho verde", nos contaba.
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Un ramo en tonos verdes
Laura nos explica que le gusta seguir las tendencias y que igual que investigó qué se llevaba cuando pensó en su vestido (aunque tuviera todo muy claro) también lo hizo cuando llegó el momento de elegir el ramo. Una de las grandes tendencias que hemos visto en 2023 es el predominio del verde en las composiciones florales, una elección por la que se decantó, con muy buen resultado, la novia. "Hice capturas de pantalla de los diseños que me gustaron y dejé que Virginia, mi florista, me sorprendiera", apunta.
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Un ramo de novias de peonías y hortensias
Hay novias que quieren dar una nota de color a su look a través de las flores, y otras que buscan composiciones en tonalidades neutras que no llamen la atención. Marta quería que la decoración de su boda y su ramo fueran en blancos, verdes y rosa empolvado. "Desde el primer momento tuve mucho feeling con la florista que elegimos para nuestra boda. Captó a la perfección lo que buscaba para la decoración tanto de la iglesia como de mi ramo y los ramos que regalamos en la boda. Diseñamos mi ramo con peonías presidiendo, también pusimos hortensias y astilbe, todo esto es color blanco, con un toque de eucalipto, cerrándolo con un lazo azul y una medalla con un escapulario".
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¿Un ramo de helechoes? Porqué no
Muy especial fue también su ramo, una composición muy sencilla de hortensias blancas y helechos, que contrastaban perfectamente con el tono protagonista de todo el look. Un elección de lo más original.
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Un ramo lleno de rosas
Muchas novias eligen sus flores preferidas para el ramo de novia. Las de Elisabeth son las rosas blancas y se convirtieron en las grandes protagonistas de su diseño. "Carolina Bouquet fué la que cumplió mi sueño dos días antes de la boda, un ramo sencillo de tallo largo. Captó a la perfección lo que buscaba tanto para la decoración de la iglesia como con mi ramo. Ella es un encanto, e hizo, una vez más, magia", asegura la novia.
Un ramo con un solo tipo de flor
Tamara tenía muy claro el vestido que quería para su gran día, pero con el ramo le pasó todo lo contrario, estaba totalmente indecisa. Tanto es así que no decidió qué flores llevar hasta que se vio ya vestida. "Este tema fue un poco surrealista porque era incapaz de decidirme por uno solo. Me encantan las flores y me gustaban todo tipo de ramos que no tenían nada que ver entre sí. Finalmente, hablando con una amiga, me sugirió que escogiese dos y que decidiese el mismo día de la boda, una vez vestida. Y así fue. Encargué un ramo precioso de peonías blancas y otro de gerberas, que fue el que finalmente llevé porque el vestido era muy sencillo y quise darle un toque diferente. El otro, se lo regalé a mi madre y le hizo muchísima ilusión. Me parece una buena idea para novias indecisas como yo. Además, encargué una cinta de terciopelo azul bordada y una medallita con una frase para recordar a mis abuelos".
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Un ramo con manzanilla
El complemento que más claro tuvo Laura desde el primer momento fue el ramo. La novia nos explica que la manzanilla es una de sus flores favoritas y quería que estuviera presente en toda la decoración de la boda. Eso unido a que el enlace se celebró en la playa hizo que la sencillez de la flor fuera perfecta para el día.
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