La periodista Elena S. Sánchez le daba el 'sí, quiero' al torero ya retirado Roberto Domínguez este fin de semana. Un enlace celebrado en Villa Saudade, una espectacular finca de 80 metros cuadrados situada en plena sierra madrileña, que llegaba después de más de una década de discreta relación. Los diestros 'El Juli' y Roca Rey o el matrimonio formado por Marta Hazas y Javier Veiga fueron solo algunos de los invitados que asistieron a la boda. Pero si algo nos ha dejado sin palabras ha sido el vestido de la novia, un diseño formado por capas y capas de tul, de color rosa, firmado por José María García, director creativo de Ze García, con quien hemos hablado para conocer todos los detalles.
¿Cómo surgió la idea de crear este traje de novia? ¿Qué inspiraciones hay detrás?
Elena vino directa por una línea de vestido de novia estilo bailarina, muy artística, como si fuera un cuadro impresionista del artista Degas. Con un aire muy dramático. Y sobre todo tenía muy claro que no quería casarse de blanco, buscaba un concepto más empolvado y con carácter. Justamente nosotros tenemos ese modelo de vestido que tenía en mente en blanco, con un poco menos de tul, y fue probárselo y se enamoró y comenzamos a trabajar.
¿Por qué rosa y no blanco?
Esa decisión la tomó Elena, fue su propuesta. Si que es cierto que teníamos muy claro que tonalidad de rosa queríamos transmitir, y era un punto muy clave del diseño. A ella le apetecía rosa ya que era una boda que celebraba el amor con un ánimo más festivo que ceremonioso, por lo que prefería darle un guiño singular al evento con el color de su vestido de novia sin perder el romanticismo.
¿Podrías hablarnos de cómo fue el proceso creativo?
La verdad es que Elena y yo hicimos match desde el principio, algo muy importante en la relación que tengo con todas las novias de atelier. Una vez entendí el aire de espectacularidad y singularidad que buscaba Elena, sin perder la elegancia claro, empezamos a desarrollar su vestido de novia. Lo más complejo del vestido fue soportar 150 metros de tul rizado en un cuerpo escote halter. Tuvimos que hacer un par de glasillas internas para poder controlar el patrón. Por otro lado, otra cosa que también ha sido muy compleja fue encontrar la tonalidad de rosa exacta que quería. Hicimos hasta cuatro pruebas de tinte diferentes hasta por fin encontrar la tonalidad ideal para ella.
¿Ayudaste a la novia a elegir otros detalles de su look nupcial?
En la relación que tengo con las novias siempre fluyen este tipo de preguntas de estilismo para complementar sus looks. En las pruebas estamos aproximadamente una hora ajustando el diseño y también asesorando de forma personalizada el estilismo hasta el último detalle. Que yo esté siempre presente en todo este proceso con ellas hace fácil y cercana cualquier pregunta, a veces hasta decidimos el color de uñas.
¿Cómo ha sido trabajar con Elena durante estos meses?
La verdad es que maravilloso, porque es encantadora. Y no es porque me esté leyendo. Es una mujer fácil de carácter y hay que reconocer que su silueta y su porte defienden muchas líneas de vestidos diferentes. Por otro lado su energía y facilidad, y su capacidad de delegar en nosotros este súper proyecto, ha sido muy agradecido.