Patricia llevaba soñando con su boda desde que era niña. Siempre ha sido una enamorada del mundo nupcial y tenía en su cabeza multitud de referencias de vestidos, pero cuando llegó el momento de buscar el suyo se dio cuenta de que ninguno encajaba cien por cien con sus necesidades. "Me gustaban muchas ideas, pero en todas encontraba algo que no me cuadraba. Sólo sabía que el protagonismo de mi vestido se lo iban a llevar las mangas. Soy una loca de las camisas con mangas abullonadas, y de las flores", nos cuenta. Finalmente fue Tamara Vázquez, la diseñadora que está detrás de Romancera, la encargada de dar vida a su look nupcial.
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El vestido de Patricia
La novia nos explica que cogió cita con muchas diseñadoras pero, casualidades de la vida, fue Tamara la primera en ofrecerle un hueco en su agenda. "Yo estaba enamorada de todos los vestidos de Romancera, me parecían diferentes, la caída de los vestidos, los velos, la mezcla de texturas, la delicadeza…", nos cuenta. Quedó tan maravillada que todavía sin boceto y sin una idea clara, solo tras haberla conocido, canceló el resto de reuniones.
Patricia disfrutó mucho de todo el proceso creativo. Nos cuenta que a todas las pruebas acudió con su madre "era un momento muy especial para las dos y lo vivimos con mucha intensidad. En la prueba de la toile yo me imaginaba ver una tela con la que me cogieran bien medidas y demás, pero ya estaba mi vestido como si fuera el definitivo, con los encajes y todo, y eso sólo en la primera cita, ¡fue brutal! Además, Tamara me acompañó a comprar el body, me mandaba mil ideas de tacones… Y después de cada prueba nos quedábamos un rato hablando. Yo ya le digo a ella que es como si nos conociéramos de siempre, ha sido un gusto compartir todo esto con ella", asegura.
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Tamara creó para Patricia un vestido en el que, como ya decía la novia, las mangas fueron las grandes protagonistas. Pero el resto de la prenda, aunque sencilla, no pasaba desapercibida. Se trata de un diseño con escote cerrado, falda de silueta A ligeramente modificada, con mangas abullonadas decoradas por unos bonitos bordados florales. Muy especial es también la zona del pecho, que sin tener la cintura ceñida, sí cuenta con varios cortes combinados que ayudan a estilizar la silueta. También está la espalda, en la que la mezcla de texturas que caracterizan los diseños de la creativa, se vuelve evidente.
En un momento en el que muchas novias apuestan por un segundo vestido o, al menos, por un diseño convertible que deje paso a una prenda totalmente diferente conforme avanza la celebración, Patricia descartó esta idea. "Hablando con Tamara de todo esto, fue ella la que me convenció de que no lo hiciera; me dijo que mi vestido iba a ser tan bonito y tan especial que no me lo iba a querer quitar, y que era un vestido que iba a llevar una vez en la vida y tenía que vivirlo. A día de hoy, lo pienso y me alegro muchísimo porque me hubiera dado mucha pena quitarle el protagonismo", asegura la novia.
Cómo culminar un look nupcial
Como el vestido estaba lleno de detalles especiales, Patricia no tuvo que añadir unos complementos demasiado llamativos para que el resultado fuera el adecuado. "Con las joyas fui muy sencilla; llevé unos pendientes de diamantes de botón de Joyerías Pérez, el anillo antiguo de mi abuela y mi anillo de pedida que antes de tener mi alianza de casada lo llevaba a todos lados", nos cuenta. Como calzado, apostó por unas sandalias de tiras en color burdeos oscuro. Y siendo una novia Romancera, no podía decir que no al velo, un complemento que llevó cubriendo su rostro en la entrada a la iglesia y que, como los velos de la firma, no estaba confeccionado en tul, sino en una gasa ligeramente más opaca.
Si elegir bien los complementos es clave para que el look nupcial sea un acierto, acertar con el maquillaje y el peinado es fundamental. A Patricia la maquilló Mabel Sola, del equipo de Oui Novias con un look muy natural. "El día que tuve la prueba de maquillaje, estaba con gripe y muy cansada porque había tenido muchas guardias en el hospital, y a pesar de todo eso, me dejó la piel espectacular. Lo mejor de todo fue que esa noche tenía una cena con mi ya marido, y se quedó alucinando, ósea que para mí fue la mejor señal. Ahora me veo en las fotos y la volvería a elegir mil veces porque iba muy natural pero muy favorecida", nos explica. En cuanto al peinado, apostó por un clásico: un moño de bailarina trenzado que siempre es un acierto.
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Un ramo muy especial
Hay novias que prefieren un diseño sencillo, con flores blancas y otras que aprovechan el ramo para añadir una nota de color al look. Ese fue el caso de Patricia, que apostó por una composición multicolor obra de Inés Urquijo. "Ella se encargó de la decoración de la finca y quería que fuera ella también quien hiciera mi ramo. El mes de antes me preguntó por colores que sí que me gustaban y el tipo de ramo en cuanto a tamaño, y yo sabía que quería un ramo desestructurado, que tuviera mucha vida y movimiento. El día de la boda a las diez de la mañana mientras ya me estaba arreglando, llamaron a la puerta y era el ramo más bonito del mundo, llevaba flores de temporada que había cogido Inés de su huerto. Tenía scabioss, rosa de jardín, dragonaria, lisianthus, clematis. La gente se agobiaba cuando les decía que no sabía cómo iba a ser el ramo hasta el mismo día, pero para mí fue de lo más especial", asegura.
Su historia de amor
Patricia y Rodrigo se conocieron en uno de esos momentos en los que lo último que esperas es encontrar a quien se convertirá en tu compañero de vida. "Yo estaba a un mes de acabar la carrera de medicina y Rodrigo, enfocado en su nuevo trabajo. Además, fue época COVID, los bares cerraban a las 00.00h y no te podías reunir en casas ni mucho menos ir a fiestas. Pues por cosas de la vida, acabamos en la misma fiesta (clandestina) en casa de una amiga en común. Le vi y le dije a mis amigas: ¡es él! Nos pusimos a hablar, y pasamos así toda la noche. Cuando me fui (porque tenía examen a los dos días) me pidió el teléfono y cuando llegué a casa ya tenía un mensaje de él donde me preguntaba cuándo nos volveríamos a ver".
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Poco a poco su relación fue prosperando hasta que en febrero de 2022 empezaron a bromear con la idea de casarse en septiembre del próximo año. "Empezó como una broma, hasta que dejó de serlo. Los dos queríamos irnos a vivir juntos estando casados, así que realmente a mi me tocó esperar a que comprara el anillo. Me dio la sorpresa el último fin de semana de septiembre, que nos fuimos de escapada a Santander a despedirnos del verano. Siempre decimos que es la decisión más importante y fácil que hemos tomado".
"En un libro leí que el amor es como una cuerda de la que se va tirando, hasta que llega un punto que pueden pasar dos cosas: o se rompe o se da de sí. En nuestro caso tiramos y tiramos, sacando el máximo partido a todo y queriéndonos mucho y bien. Hasta que llegó el momento en que dio de sí, teníamos que dar un paso más. Lo rezamos y lo tuvimos claro, era el momento de casarse", nos cuenta la novia. Finalmente, ese día llegó el pasado 9 de septiembre, cuando Patricia y Rodrigo se dieron el ‘sí, quiero’ en Madrid, en la iglesia de San Manuel y San Benito, la misma en la que se casaron los padres de la novia.
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Después se trasladaron a la finca Las Jarillas-Catering Aldovea, donde disfrutaron de una celebración de lo más animada. Para que todo saliera como habían imaginado contaron con la ayuda de Silvia y Gema, wedding planners de Los sueños de Julieta. Aunque en un primer momento quisieron encargarse ellos de todos los detalles, se vieron superados. "Ellas disponen de la opción de coordinar solo el día y eso fue lo que más se ajustaba a lo que queríamos, así que ellas fueron las responsables de que todo saliera tan bien. Creo que por mucho que quieras organizar tu todo, al final tienes también que aprender a delegar en gente profesional y con experiencia", asegura la novia.
De aquel día, Patricia asegura que es complicado quedarse con un solo momento, pero nos cuenta una anécdota muy especial: hubo un concierto de Los Secretos. “Les mandamos a todos los invitados un formulario en el que preguntamos si querían autobús, si tenían alergias, etc. Un día, viendo las respuestas, vi todos los nombres de Los Secretos, el grupo de música. Mi padre y ellos son muy amigos. Una amistad ganada por esfuerzo, porque se desarrolló a base de que Michel, mi padre, les siguiese a todos sus conciertos. Se le fastidió la sorpresa por culpa del formulario, pero cuando se lo conté a mi padre me dijo que sólo irían a la comida. Cuando terminó la comida en la boda nos trasladamos al jardín de la fiesta y ahí estaba colocado un escenario con todos los detalles, así que tuvimos un concierto increíble”, recuerda divertida la novia.
Por eso, cuando le pedimos que dé un consejo a futuros novios no lo duda. "Aunque sea un tópico, que disfruten en todo momento, porque el día pasa volando. Va a ser el día más especial de su vida seguro y, pase lo que pase, hay que estar felices. Y no sólo eso, que disfruten también de la organización, es un momento muy especial, y que lo preparen con toda la ilusión del mundo. Cuando va pasando la boda y ves que todo lo que habías preparado va saliendo es un gusto. Además, cuando te lo curras la gente lo nota y lo agradece y al final, menos el momento de la iglesia que hay que cuidar por los futuros esposos, el resto de la celebración es un agradecimiento a todos los invitados que han querido acompañaros en el mejor momento de vuestra vida".
Patricia quiere hacer una pención especial a algunos de sus proveedores:
- Me gustaría hablaros un poco de Paco, el fotógrafo de Retrato de un Instante, que ha hecho las fotos más especiales y bonitas para este día. No solo es un súper profesional, atento y cercano, sino que es una gran persona. Los dos somos muy cortados para posar con cámaras delante, pero Paco nos ayudó a relajarnos y sacar la mejor cara. Creo que ha sabido captar a la perfección la boda: no hay nadie que no salga sonriendo. Así nos pasamos todos todo el día, con agujetas en la cara de tanto reír. Después de la boda, hemos seguido en contacto y solo tenemos ganas de invitarle a nuestra casa para enseñarle el álbum de fotos tan maravilloso que nos ha hecho.
- Las chicas de Boncai_estudio también se merecen una mención aparte. Son las que se encargaron de toda la papelería de la boda. Queríamos hacer algo especial y que no fuera lo típico, y empezaron haciéndonos una invitación para invitados con un diseño de flores basado en las flores que más nos gustaban, con los nombres de todos los invitados a mano, fue una locura de bonita. Cuando empezamos a darle forma a las mesas y al nombre de las mesas, no se nos ocurría nada, hasta que un día vimos en su Instagram una boda que habían hecho donde habían creado unos meseros super especiales, tipo collage con imágenes antiguas, y a partir de ahí empezamos a tirar del hilo. Rodrigo y yo cuando empezamos a ligotear, creamos una lista en Spotify que se llama: Canción del día, con canciones especiales para nosotros que nos recordaran a momentos que íbamos poco a poco viviendo juntos. Entonces, decidimos que cada mesa de la boda tenía que ser una canción que para nosotros hubiera sido importante en algún momento.
- He hablado antes de las chicas de los Sueños de Julieta, pero recalcar que son un equipo buenísimo, son cercanas y cariñosas, y sienten la boda como si fuera suya. Silvia, cuando ya contratamos el servicio, se moría de pena de no poder venir ella personalmente porque tenía que organizar otra boda que ya habían contratado antes en Toledo, pero tuvo el detallazo de venir a la Iglesia a ayudarme y a darme el empujoncito antes de ir al altar. Ya son amigas y las recomendamos a todo el mundo.
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