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La infanta María Francisca de Portugal, segunda hija de Duarte Pío e Isabel de Herédia, duques de Braganza, se ha casado este sábado con el abogado Duarte de Sousa Araújo en una fastuosa ceremonia real que, si bien originalmente iba a celebrarse en el monasterio de los Jerónimos, finalmente se ha celebrado en el convento de Mafra, una villa cercana a Lisboa. Puede que su nombre no te suene, pues la joven de 26 años es una de las royals más discretas de Europa, pero a su enlace de ensueño no le ha faltado de nada.
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La infanta María Francisca escoge un vestido de princesa sencillo
En cuanto al vestido, de estilo clásico, sabemos que es obra de la diseñadora portuguesa Luzia do Nascimento, en colaboración con Isabel de Braganza. De hecho, resulta extremadamente similar al que la madre de la novia lució en su boda de 1995 con el actual pretendiente al trono luso, a excepción de unos sutiles detalles, como el largo de las mangas o la altura del cuello. Más minimalista, el look nupcial de María Francisca de Portugal ha sido confeccionado en seda mikado a partir de un diseño de escote en forma de 'V' que desemboca en unas mangas francesas con puños bordados de pequeños cristales.
"Sé perfectamente que va a ser espectacular. Luzia y su sobrina, Catarina, además de ser muy amables, hacen un trabajo maravilloso y tengo plena confianza en ellas", adelantaba la duquesa de Coimbra este verano en una entrevista a ¡HOLA!. Una vez en la ceremonia, la novia ha entrado velada al convento, como dicta la tradición. Se trata de un velo de tipo catedral en tul de seda blanco bajo el cual se puede apreciar la gran tiara de la Infanta.
La tiara histórica de Amelia de Orleans, última reina de Portugal
Como segunda hija del pretendiente al trono luso, se esperaba que la infanta María Francisca brillase con una ornamentada tiara familiar sobre su cabeza para complementar su espectacular vestido de princesa. Como adelantaban medios portugueses, finalmente ha caminado hacia el altar con una creación que data de 1887 y fue elaborada para Amelia de Orleans con 800 diamantes engastados en plata y oro, motivos de flores de lis y varias hileras de collares de diamantes.
El año anterior, Amelia se había casado con el heredero del trono portugués, el príncipe Carlos, duque de Braganza, convirtiéndose en la nueva duquesa de Braganza, así que la Familia Real Portuguesa ordenó a la casa Leitão & Irmão, nombrada Joyeros Oficiales de la Corona portuguesa por el rey Luis I, la confección de una lujosa tiara. De hecho, fue el propio Rey quien eligió el diseño de su nuera, por lo que ella la bautizó como “le diadème Dom Luis”.
- Entrevista con María Francisca de Portugal: nos desvela los detalles de su boda
Pendientes de su madre, duquesa de Braganza
Aún así, la infanta María Francisca ha seleccionado para su gran día parte de la herencia de su familia materna: los pendientes que lució su madre, Isabel de Herédia, en su boda de 1995, también a conjunto con la tiara de Amelia de Orleans. Fueron un regalo de su madre, Raquel de Herédia, en celebración de su unión con Duarte Pío de Braganza.
Cada una de sus joyas, hasta el propio anillo de compromiso, tiene un trasfondo que nos remonta al pasado de la monarquía lusa. En la sortija, se engastó un diamante de uno de los pendientes de la abuela de la infanta María Francisca, que también se llamaba María Francisca y ostentaba el título de princesa de Orleans y Braganza.
Haz click si quieres ver el especial “María Francisca de Portugal”, hija de Duarte Pio, duque de Braganza e Isabel Herédia pretendientes al trono luso. Una joven discreta y de bajo perfil, que participó en el baile de debutantes de París en 2017 y que ahora prepara su enlace con el abogado Duarte de Sousa. ¡No te lo pierdas”