Cuando Elisabeth empezó a buscar su vestido de novia tenía claro que buscaba un diseño sencillo y elegante, con el que sentirse ella misma en todo momento. Para esta granadina seguir las tendencias no era importante; tampoco cumplir con las tradiciones. Tal vez por eso, tras probarse varias opciones se decantó por una propuesta de Rosa Clará en la que vio reflejada todo lo que buscaba para el día de su boda.
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El vestido de sus sueños
Elisabeth se decantó por un diseño minimalista, de manga larga, con los hombros marcados y un favorecedor escote cuadrado. La prenda, cortada a la cintura, tenía falda de silueta A modificada y un profundo escote (también cuadrado) en la espalda. Además, contaba con una amplia cola que, tal como nos explica la novia, modificó para que fuera todavía más imponente.
La novia nos explica que para ella Rosa Clará "es pura elegancia y estilo. Tras probarme muchos vestidos, tuve el flechazo del que tanto hablan al probarte el vestido de tus sueños, me emocioné mucho y abracé a mi madre, hermana y amigas que estuvieron conmigo durante todo el proceso", asegura.
"La elección de mi vestido estuvo inspirada en el vestido de novia que llevó mi madre, Isabel. Desde pequeña miraba las fotos de la boda de mis padres y le repetía a mi madre, 'algún día cuando me case llevaré un vestido de novia como el tuyo'. El día de la elección del vestido de novia, mi madre me recordó aquella frase que tanto repetía, 'al final te casas con un vestido muy parecido al mío, como siempre habías querido'", nos explica.
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Cada vez es más frecuente que las novias apuesten por diseños transformables. Prendas que, con sencillos gestos, evolucionan a lo largo de la ceremonia dando lugar a un segundo e incluso tercer look con los que sorprender a los invitados. Sin embargo, Elisabeth quiso llevar en todo momento su vestido, al que únicamente le quitó la cola para sentirse más cómoda. "Estuve pensando en hacerme un diseño para la fiesta, pero finalmente decidí no hacerlo ya que mi vestido me encantaba y me daba mucha pena no poder disfrutar de él el máximo tiempo posible, al fin y al cabo, solo puedes disfrutarlo ese día".
Igual que tenía claro el tipo de vestido que quería llevar, Elisabeth imaginaba el resto de complementos de su look nupcial. "Lo que más claro tenía eran los zapatos, sabía que quería unos stilettos con joya, por lo que fuimos hasta Córdoba donde me los diseñaron a medida. Respecto a los pendientes, quería llevar un pendiente muy sencillo, ya que no estoy acostumbrada a llevar grandes accesorios. Fueron un regalo de mi madre, y además fueron una pieza que diseñé a partir de dos piezas de oro blanco y diamantes", nos cuenta.
Lo mismo le sucedió con el maquillaje y el peinado. "En cuanto tuvimos cerrada la fecha de la boda, me puse en contacto con Rocío García, ya que me encantaba la naturalidad y elegancia con la que realiza los maquillajes de novia. La prueba de maquillaje fue muy fácil, desde el primer momento supo plasmar lo que quería, ella es un amor y sin duda la volvería a elegir una y mil veces", explica. En cuanto al peinado, se decantó por llevar la melena suelta, con ondas marcadas, un look con el que se siente especialmente cómoda.
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Muchas novias eligen sus flores preferidas para el ramo de novia. Las de Elisabeth son las rosas blancas y se convirtieron en las grandes protagonistas de su diseño. "Carolina Bouquet fué la que cumplió mi sueño dos días antes de la boda, un ramo sencillo de tallo largo. Captó a la perfección lo que buscaba tanto para la decoración de la iglesia como con mi ramo. Ella es un encanto, e hizo, una vez más, magia", asegura la novia.
Su historia de amor
Lo de Elisabeth y Cristian fue, como hemos visto en tantas películas, amor a primera vista. "Nos conocimos cuando comencé a trabajar en su empresa, y fue un flechazo a primera vista. Poco a poco nos fuimos conociendo y dándonos cuenta a la vez de que habíamos encontrado el uno en el otro lo que siempre habíamos soñado, una persona que saca tu mejor versión, te hace ser mejor persona, te da su amor incondicional y sientes que juntos podéis con todo", nos explica la novia.
Por eso, tras cuatro años de relación se dieron cuenta de que había llegado el momento de dar el paso. "Es algo que quería hacer y con lo que llevaba soñando desde niña. El momento de la pedida de matrimonio fue para mí un momento único y especial, fue un 19 de agosto de 2021, viendo el atardecer desde un barco en Cala Marmols, Mallorca, donde se arrodilló y me pidió matrimonio. Cristian decidió que era el momento ideal y así lo fue para ambos".
El 9 de septiembre de 2022, hace poco más de un año, la pareja se dio el 'sí, quiero' en la Iglesia Santo Domingo, en Granada. Elisabeth nos cuenta que le llamaba la atención lo de casarse en ese mes y lo de que fuera el día nueve se debió a una serie de casualidades. "Cuando le comuniqué a mi mejor amiga Raquel (más que una amiga para mi es una hermana, ya que nos hemos criado juntas) la fecha se emocionó y me dijo que esa era la fecha de boda de sus padres. Para mi el amor que tienen sus padres ha sido idílico y un ejemplo a seguir, ya que lo he vivido desde pequeña. Esto hizo que nos emocionamos y que esta fecha fuera mucho más especial para nosotros".
Después de la ceremonia se trasladaron con sus familiares y amigos al cortijo de Enmedio. "Al visitar el cortijo por primera vez sentí algo muy similar a las emociones vividas al probarme mi vestido de novia, sentí que ese era el sitio idóneo para celebrar nuestro amor. En el cortijo cuidan todos los detalles y el catering es espectacular", nos cuenta la novia.
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Elisabeth nos explica que Cristian y ella se encargaron de todos los detalles del gran día. "Me apasiona el mundo de la decoración y en especial, para bodas, por lo que organizarla fue para mi un sueño hecho realidad. Disfruté de cada preparativo, y de cada decisión tomada". Eso sí, contaron con la ayuda de Alba, wedding planner del cortijo que los acompañó en todo el proceso.
Una de las decisiones que tuvieron claras fue que la iluminación debía tener un papel protagonista. "Decidimos decorar la zona de la cena con un círculo de luces, que dio una magia especial al momento, así como llenar las mesas de velas, eucalipto y flores blancas y verdes. De la iluminación se encargó Paipai Decora, unos chicos encantadores y muy profesionales", asegura la novia.
Elisabeth recuerda con una emoción especial todos los detalles del gran día, sobre todo el momento de ver a todos sus familiares y amigos reunidos para celebrar su amor. "Puedes ver a tus amigos y a tu familia por separado, pero verlos a todos juntos por vosotros y celebrando vuestro amor es lo más emocionante. Otro momento especial para mí, fue cuando llegué a la iglesia y me bajé del coche, y vi a mis amigas esperándome en la puerta para arreglarme el pelo y la cola, en ese momento no pude contener la emoción. Para mi la ceremonia fue uno de los momentos más bonitos de la boda", asegura.
Elisabeth quiere agradecer especialmente su trabajo a los proveedores que estuvieron junto a ellos el día de la boda.
- En la boda tuvimos un detalle especial con mis amigas, regalándole una ilustración de una foto que nos hicimos en el barco de mi despedida de soltera. La ilustración fue realizada por Rocío de @ilustraciones, una chica encantadora y una artista que supo plasmar la idea que teníamos a la perfección.
- Por otro lado, nuestros regalos a los invitados, en este caso solo invitadas fueron unos pendientes de FelicidadyCalma @felicidadycalma. Fue todo un acierto elegirlos a ellos.
- Hacer una mención especial a mi maquilladora, Rocío García @rogardi, por ser una persona super cercana, encantadora, amable y una gran profesional, por acompañarnos en este camino mágico con tanto cariño.
- Mencionar también a nuestro fotógrafo, Alejandro Onieva @alejandroonieva, por plasmar de una manera impresionante las fotos del día más feliz de nuestras vidas. Elegir al fotógrafo correcto es una de las decisiones más importantes y difíciles desde nuestro punto de vista, pero cuando vimos su trabajo tuvimos claro de momento que sería él.
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