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Puede que su boda haya destacado por ser una de los más multitudinarias que se han celebrado este año en nuestro país, y sin embargo, en lo que respecta al estilismo nupcial, la protagonista del día ha preferido optar por una sorprendente sencillez. La localidad de Retuerta del Bullaque, en Ciudad Real, se convertía este sábado en el escenario de la boda entre Pilar Montes Yebra e Ignacio del Pino. Un espectacular enlace que ha reunido a asistentes de renombre, comenzando por el padre del novio, Rafael del Pino, presidente de Ferrovial.
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Los novios posaban felices tras sellar su amor en unas imágenes en las que podíamos apreciar la elección de Pilar: un vestido de novia moderno y minimalista compuesto de dos piezas. Un diseño de inspiración lencera cuya silueta tipo columna contaba con una original abertura en la que se apreciaba el crudo del tejido, en contraste con el blanco impoluto de la creación.
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La parte de arriba, de finos tirantes y con estote en pico, iba a compañada por una pieza semitransparente de mangas francesas y cuello redondo. Destacaba por los bordados de inspiración floral que cubrían la tela, una forma original de completar su look, que además resulta especialmente práctica al ser desmontable si la novia quisiese quitársela después para la posterior fiesta, pues podría bailar cómodamente con su slip dress.
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Un largo velo de gasa acompañaba el atuendo, que nacía del moño bajo de inspiración royal por el que optaba la mujer de Ignacio del Pino. Con raya en el medio y manteniendo el rostro despejado, el recogido estaba adornado con una tiara metalizada que cruzaba el cabello de forma horizontal.
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Mención especial merece el calzado de la novia, que se alejaba completamente del clásico salón o sandalia blanca, en favor de un modelo abierto con cuña y plataforma. En color ocre, con tacón de rafia, supone una excelente opción para quienes busquen poder reutilizar después el zapato de su gran día en otros conjuntos diferentes.