Ha triunfado el amor. El pasado fin de semana, fue Orleans, una preciosa ciudad francesa a orillas del río Loira, el escenario de fondo donde Carlos Felipe de Orleans y Naomi Valeska pusieron el broche de oro a su historia de amor dándose el ‘sí, quiero’ mediante una ceremonia civil en el emblemático Hôtel Groslot, un edificio que se remonta al siglo XVI. Ha sido un romance que ha luchado contra viento y marea, pero, como otros antes que ellos, Carlos y Naomi son unos valientes románticos que han querido apostar por el amor que sienten el uno por el otro y comenzar así una nueva aventura en su relación como marido y mujer.
A lo largo de estas líneas, os contamos todos los detalles de los dos vestidos de novia que Naomi Valeska lució en su gran día.
Para el diseño de su primer vestido, con el que pasearía por los históricos pasillos del hotel hasta llegar al salón principal y daría el ‘sí, quiero’ a Carlos Felipe, Naomi confió en las manos expertas y el talento de Valenzuela Atelier, una firma nupcial made in Spain que abandera la elegancia y la sencillez como claves en sus diseños, a la vez que se refleje la esencia de la novia. “Nuestros vestidos son muy diferentes unos de otros, la mayor inspiración es la novia. Algo elegante, sencillo, pero con sus detalles, y que sobre todo transmita su personalidad. Para nosotros, lo primordial es que sean ellas mismas y se sientan felices con su vestido”, nos relata Cristina, diseñadora y fundadora de la firma.
Naomi se decantó por el color piedra para su vestido, con falda midi y ajustado a la cintura. Pura inspiración para las novias que vayan a celebrar una boda civil
Es un diseño hecho a medida, creado desde cero en el que Naomi trabajó mano a mano con Cristina. Confeccionado en piel de seda con textura y organza de seda, Naomi descartó el clásico blanco impoluto como color protagonista y se decantó por un tono piedra, que le sentaba muy bien al rostro. Es un vestido de corte midi, con escote cruzado, manga francesa y más ajustado en la zona de la cintura, lo que le confería mucho movimiento a la falda y resaltaba especialmente esa zona de la modelo. Además, el diseño tenía un bonito detalle sobre el hombre: un fruncido en tul de seda. Complementó el vestido con un sencillo tocado con encaje.
Para la creación del vestido, Cristina desvela que tuvieron como referencia los años 50, la elegancia y la alta costura de esa época, y con ello han jugado en el diseño, dando volumen a la falda y ajustando más la parte superior.
Después de la ceremonia, Naomi reapareció junto a su marido con su segundo vestido de novia, esta vez firmado por la diseñadora británica Jenny Packham. En este outfit, la modelo se soltó la melena y lució un vestido al bies con crepé de seda blanco roto, ajustado en la cintura y con una fina tira plateada, con una parte de arriba que le confería el efecto capa , una tendencia que ha arrasado este año entre las invitadas y las novias más elegantes.