Madalena, la novia del vestido romántico con bordados italianos que se casó en Lisboa con su primer amor

Un vestido de novia es una de las prendas más subjetivas que existe. Aunque es cierto que hay diseños que, por norma, suelen enamorar a todas, otras (la inmensa mayoría) reciben casi tantas alabanzas como críticas. Un motivo por el que los diseñadores tienen claro que cada novia debe llevar una prenda que le guste y la represente, sin importar si es atemporal o si incluye todas las tendencias del momento. Con esa idea coincide plenamente Madalena, una novia portuguesa que eligió un diseño a medida de Susana Agostinho para su gran día.

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Un vestido de novia muy romántico

Madalena nos explica que cuando imaginaba su vestido de novia pensaba en algo clásico, con ciertas similitudes a los vestidos que llevaron Grace Kelly o Chiara Ferragni. Sin embargo, cuando empezó a visitar firmas prêt-à-porter y a probarse algunos de los diseños, se dio cuenta de que esas siluetas no le quedaban bien. "Así que acabé sabiendo que quería algo clásico de todos modos pero que debería tener algunos elementos diferenciadores que no hicieran el vestido atemporal", nos cuenta.

Cuando Madalena visitó a Susana estaba un poco preocupada: no se sentía ella con ningún vestido. Para remediarlo la diseñadora le probó muchos prototipos, muy variados, hasta que dieron con uno que se convirtió en el punto de partida de su look nupcial. "Con esto pensamos que las flores bordadas de Italia serían la pieza central del vestido y desarrollamos el resto basándonos en ellas. Incluso pensamos en hacerlas en amarillo, ya que siempre he estado obsesionada con ese color, pero perderían el protagonismo que merecían y decidimos mantenerlas en rosa”, nos cuenta la novia. Surgió así un vestido muy romántico, de corte imperio, con mangas globo, bordados florales como eje central y un gran lazo en la espalda ciñéndolo todo. 

Hacerse un vestido a medida no siempre es fácil. Los nervios y la incertidumbre pueden brotar en cualquier momento del proceso y aunque confiar en el diseñador encargado de crear la prenda es clave, acudir en compañía de una persona que conozca perfectamente a la novia, sus gustos, y no trate de imponer su opinión es esencial. Madalena encontró esa figura en su madre. "Fue muy importante en todo el proceso. Me acompañó a todas las pruebas y siempre dio su opinión según lo que me gustaba a mí y no tanto según lo que ella prefería", apunta.

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El poder de los accesorios

Elegir los complementos adecuados para que el look nupcial resulte armónico y no llame la atención ni por exceso ni por defecto no siempre es una tarea sencilla. Pero Madalena lo consiguió. La portuguesa eligió unos zapatos blancos, con una pulsera de perlas en el empeine de Jimmy Choo. Un accesorio muy especial con el que daba un toque moderno al conjunto.

Una mención muy especial merecen las joyas. Madalena llevó una tiara hecha a medida por Cata Vassalo, que integró algunos cristales dorados a juego con los detalles del vestido. "Los pendientes y la pulsera son de mi madre y eran algo mío prestado y antiguo. Los pendientes son de Cartier y llevan rubíes rosas a juego con las flores del bordado", nos cuenta. Tampoco quiso renunciar al velo, un detalle que cada vez más novias lucen en su gran día.

Un ramo minimalista

Cuando el vestido de novia está lleno de personalidad, como es el caso del de Madalena, los expertos suelen aconsejar que el ramo sea minimalista. El suyo, de margaritas pequeñas y aspecto silvestre, fue obra de Catarina Sampaio. "Cuando hablé con ella y le envié las inspiraciones, le dije que realmente tenía que tener flores amarillas y que quería mantener la línea romántica y natural que tenía en mi vestido. Así que me hizo el ramo más bonito". Y es cierto, el resultado no pudo ser mejor. 

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Belleza natural y melena suelta

Uno de los grandes miedos de las novias cuando llega el momento de elegir su look de belleza es no sentirse ellas mismas. Por eso, los expertos suelen aconsejar que opten por maquillajes y peinados que se asemejen mucho a los que suelen llevar en el día a día. Eso sí, con un toque especial. En el caso de Madalena fue un eyeliner marcado, obra de Andreia Almeida.

"En cuanto al pelo, siempre supe que lo quería suelto porque no lo llevo recogido en mi vida diaria y pensé que en el futuro me arrepentiría si lo llevaba recogido. Así que Helena Vaz Pereira, con quien ya tengo una relación y me conoce desde hace mucho tiempo, entendió e hizo un semirrecogido con algunas ondas en el pelo donde la pieza principal era la tiara".

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Amor desde la adolescencia

Madalena y João se conocieron cuando tenían 14 años. Iban al mismo colegio y empezaron a salir durante algunos meses, pero eran todavía muy jóvenes y decidieron cambiar su pequeño romance por una bonita amistad. "Unos años más tarde, cuando teníamos 18, volvimos a salir y desde entonces estamos juntos". Desde aquello han pasado ya diez años y cuando llevaban algo más de ocho decidieron que había llegado el momento de dar el paso. 

"Estaba en una fase entre trabajos y no me lo esperaba en absoluto. Fue una sorpresa total. Íbamos a pasar una semana en Italia, decidimos volar a Roma y al día siguiente conducir hasta Apulia. El día que llegamos a Roma me pareció extraño y mucho más estresado de lo habitual, pero pensé que era porque hacíamos nuestro primer viaje post-pandemia. Cenamos, paseamos por la ciudad y acabamos tomando algo en Campo de Fiori. Entonces João me pidió que me casara con él. Siempre quise casarme, pero no tenía una edad ni un momento en el que sintiera que tenía que hacerlo. Supuse que cuando tuviera que ser, sería, y así fue", nos cuenta Madalena con emoción.

El 1 de octubre de 2022 Madalena y João se dieron el 'sí, quiero' en Lisboa, en la Iglesia de Mercês. Después se trasladaron a la Quinta dos Espadeiros en Almada, un maravilloso espacio rodeado de lagos con nenúfares en el que se sirvió el cóctel. "La ceremonia fue muy ligera y de muy buen humor y la fiesta en la que pudimos celebrarlo con toda la gente a la que queremos. Creo que lo más importante fue realmente eso. Saber que probablemente nunca podremos volver a reunir a toda esa gente en el mismo espacio nos hizo disfrutar de cada momento. Pero hubo momentos que siempre me vienen fácilmente a la mente. El primero es estar solo con mis padres en el coche yendo a la iglesia y sentir que todo estaba sucediendo de verdad".

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Organizar una boda no es fácil, por eso muchas parejas deciden contar con la ayuda de una wedding planner. Ese no fue el caso de Madalena y João, que prefirieron ser ellos quieren llevaran a cabo todo el proceso. Eso sí, contaron con la gran ayuda de una de sus madrinas, Inês, que había trabajado en una empresa de organización de bodas durante mucho tiempo. 

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"Queríamos que la boda fuera nuestra y que los invitados lo sintieran así. Así que las dos estuvimos muy implicadas en el proceso. Desde la elección del catering, pasando por las flores, la ropa de los niños, hasta la papelería hecha por la querida Marta de Bluebird, todo fue elegido por nosotros. Para nosotros era importante que la comida fuera estupenda y por eso elegimos Prime Catering y no podríamos haber estado más contentos, aunque el fotógrafo, el DJ y el Videógrafo fueron espectaculares. ¡Y así fue! Nuestro fotógrafo, Francisco Branquinho, y nuestro videógrafo, Bernardo Bogarim, formaron parte de este día y nos ayudaron a tener los mejores recuerdos del mismo estando siempre alegres y dispuestos a ayudar en todo. ¡El DJ, Chumbinho, hizo la fiesta con nosotros toda la noche con la mejor música para que nos emocionáramos! Además, Tudo é Festa se encargó de la decoración de la carpa y de la coordinación en el día. Sin ellos en el día asegurándose de que todo saliera bien, no sé cómo habría sido. Organizar una boda es un proceso largo y agotador, pero realmente merece la pena saber que todo está exactamente como queríamos", apunta la novia.

Las anécdotas del gran día

Todos los enlaces dejan momento para el recuerdo de esos que, por muchos años que pasen, siempre volverán a la memoria. Madalena recuerda dos de ellos con mucho cariño. El primero fue al salir de la iglesia. "Salimos en un precioso coche antiguo que nos prestó un amigo e hicimos el trayecto hasta la finca en descapotable y tuvimos a la gente silbándonos y felicitándonos durante todo el camino. La otra razón es que soy un poco distraída y, la noche antes de la boda, estaba cenando con mis damas de honor pensando que lo tenía todo resuelto cuando empezaron a preguntarme quién iba a leer en la misa, si ya tenía una bandeja de plata para llevar los anillos, si me había encargado de los pétalos para la salida de la iglesia, qué sitios había en la mesa de los padrinos y nos quedamos hasta tarde haciendo todo esto juntas. Fue muy divertido y, por supuesto, todo se solucionó en un santiamén, pero demostró lo bueno que es tener a nuestros padrinos cerca para que nos ayuden en todo momento".

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Un consejo para los futuros novios

Siempre nos gusta pedir a nuestras novias que aconsejen a otras parejas que, en breve, pasaran por lo mismo. Madalena lo tiene claro: "Sé tú misma en tu boda. Es un día especial, por supuesto, pero no querrás mirar atrás y pensar que desearías haber hecho algo diferente porque así es como se solía hacer o porque alguien lo quiere así. Tómate tu tiempo para pasar un rato juntos después de la ceremonia para asimilarlo todo, y luego tómate tu tiempo para celebrarlo con esas personas importantes que están ahí para ti en un día que nunca volverás a repetir".