Todo lo que puedes hacer con tu ramo de novia una vez que ha pasado la boda

El ramo de novia es quizás el complemento con el que resulta más difícil acertar a la hora de vaticinar el look que llevará la protagonista del día. Y es que con la gran variedad de flores que existen en el mercado, resulta muy complicado adelantarse y vislumbrar cuáles serán las que elija la prometida para una jornada tan señalada. La creación puede ser de corte silvestre, de estilo 'royal', de aires clásicos o de diseño tropical. Desde su concepción este accesorio es una pieza importante para las novias, al igual que conserva su relevancia, en muchos casos, cuando el 'sí, quiero' ha pasado. Son muchas las que se preguntan qué hacer con el ramo después de la boda y hoy queremos dejarte algunas ideas con las que podrás darle una nueva vida.

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Depositarlo en una iglesia

Es numeroso el grupo de novias católicas que, durante la celebración de su ceremonia religiosa o al concluir la misma, depositan su ramo a los pies de la imagen de la virgen o del santo del que son devotas. Unas terceras optan por volver el día siguiente al enlace, para hacerlo con más tiempo y dando la importancia que merece a un momento tan señalado. 

Regalarlo

Durante o después de la boda, se ha popularizado la tendencia de regalar el propio ramo de novia al completo o por partes o, en su defecto, una réplica del mismo, a esos seres queridos especiales para la protagonista del gran día. Este momento se ha convertido en uno de los más esperados del día. Atrás quedaron los tiempos de lanzar esta creación floral a quienes estuvieran interesadas en ella, ahora la novia busca un hueco en el banquete para obsequiar a esas amigas solteras y con pareja con este detalle.

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Conservar el ramo

Desvelaba la wedding planner Ángeles Silvestre que cada vez es más habitual, entre las novias que contratan sus servicios, que se dé forma al ramo nupcial pensando en su posterior conservación. Algo que ya adelantaba la floristería balear Tinons, una idea práctica e imprescindible si se quiere mantener esta creación floral en las mejores condiciones posibles.

No solo flor preservada

Lo primero en lo que suele pensarse es en que las flores preservadas son la mejor opción si el ramo quiere conservarse tras el enlace. Es cierto que estas flores ofrecen mejor resistencia al paso del tiempo, junto a las liofilizadas y las secas, pero las frescas pueden aguantar si se emplea un tratamiento correcto. Aunque no todas las variedades sobrevivirán al proceso, sí pueden hacerlo muchas, siempre que la novia explique sus intenciones a la floristería antes del diseño del ramo.

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En textil

Una bonita idea para darle una segunda vida al ramo de novia, que puedes aplicar en materia textil, la encontramos entre las propuestas de La Florería Huelva. Esta floristería onubense se ha aliado con Humana Ecoprint en un taller de impresión botánica que celebran en días señalados. Una formación amena realizada con los diseños florales de las recién casadas, que apuesta por trasladar los pigmentos naturales de hojas y flores a un tejido y dar forma a prendas que son verdaderas obras de arte, únicas y personalizadas.

Un collage

¿Por qué no convertir el ramo de novia en el cuadro más destacado de una habitación? Es una idea que proponen desde Madreselva Flores Prensadas, una firma cuyos románticos collages, realizados bajo cita previa, encantarán a quienes buscan una solución que pueda superar el paso del tiempo. Una opción brillante para dar una segunda vida a esta creación.

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Un paso más allá

Hay mentes creativas que quieren ir un paso más allá y en materia de conservación de ramos de novia, no hay nada escrito. Con la técnica de collage, desde el perfil de Ecdisis Collage, Tamara Canteros demuestra su habilidad para convertir unas flores en una bonita inicial, un objeto decorativo repleto de historia que encantará a las recién casadas más exigentes.

Rosas eternas

Buceando entre las propuestas de Omotesando encontramos inspiración para lograr los jardines preservados y las rosas eternas, que pueden ser una solución perfecta para conservar partes de tu ramo de novia. "Omotesandō nace por una combinación de amor por las plantas, ganas de empezar un proyecto nuevo y un viaje a Japón. Y es que fue en Tokyo donde descubrimos las kokedama. Kokedama quiere decir bola de musgo y los japoneses ya hace más de 500 años que inventaron la técnica". El resultado es este bol en el que rosa ha pasado por un proceso mediante el cual su savia y agua se reemplazan por líquido preservante, por lo que no se hace necesario regalarlas.

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