Los motivos por los que una novia elige a un diseñador para que haga su vestido de boda pueden ser muy variados. Pero lo primero es que se sienta identificada con su estilo. Eso fue lo que le pasó a Macarena, que encontró en las creaciones de From Lista With Love su esencia. "Su estilo arquitectónico a la hora de diseñar vestidos me pareció muy original y al ser yo ingeniera me conquistó completamente", nos cuenta. Luego está el feeling, ese que los creativos nos recalcan que es muy importante para que todo salga correctamente y que no faltó en este caso.
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Un vestido convertible para el gran día
La novia nos explica que cuando visitó el atelier de From Lista With Love la conexión fue instantánea. "Entendieron desde el primer momento el tipo de vestido que quería", nos cuenta. Y es que ella, como muchas otras chicas, tenía una idea bastante clara de lo que buscaba. Macarena nos cuenta que sabía que quería llevar escote palabra de honor para la fiesta, pero llevar los brazos cubiertos en la iglesia y el cóctel y una cola muy larga. Nació así la idea de crear un vestido transformable.
El concepto de llevar dos vestidos en uno era algo que ya había rondado la cabeza de la novia y que desde la firma vieron claro tras la primera toma de contacto con ella. El reto era hacerlo sin que, a primera vista, se notara que era un diseño transformable que iba a evolucionar a lo largo de la celebración.
"Desde el dibujo estábamos entusiasmados con el proyecto. Macarena es muy completa; además de tener un tipazo, es una persona inteligente, segura, divertida y simpática que sabe lo que quiere y que se deja aconsejar. El proceso creativo ha ido acorde con su personalidad y ha sido un placer para todos los que hemos participado en él. Técnicamente es un traje difícil de ejecutar y en ese sentido ha supuesto un reto para nosotros", nos explican Macarena Gavira y Javier Zumarraga, diseñadores de From Lista With Love.
Para lograr este efecto, los diseñadores de From Lista With Love crearon un vestido de crepe con escote palabra de honor sin cola, con abertura en la parte trasera de la falda y una tira de strass en al espalda, que se ceñía con suavidad al cuerpo de la novia potenciando su silueta. Una prenda con la que sorprendió durante la fiesta y se convirtió en su segundo vestido.
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Sobre ella añadieron un abrigo con una amplísima cola de gazar de más de tres metros de largo que llenaba de movimiento el look. Nadie sospechó que en realidad se trataba de una sobreprenda gracias a que su estructura y la mezcla de tejidos hacía pensar que era parte del vestido inicial. Y es que el diseño tenía los hombros marcados y unas bonitas mangas de camisa confeccionadas en gazar que acababan en un puño cerrado con gemelos.
Los complementos de la novia
Para que el look nupcial sea redondo y no haya nada que desentone es importante elegir con cuidado los accesorios. Por eso muchos diseñadores aconsejan a sus novias. "Siempre nos gusta participar en todo lo que tiene que ver con la novia, desde peinado y maquillaje, zapatos, joyas, flores, incluso hablamos con los fotógrafos para que sepan cómo es el traje antes de la boda. Nos parece importante que el conjunto resulte coherente y armónico", nos cuentan.
Macarena completó su vestido con unos zapatos creados también a medida. Era un diseño acabado en punta, forrados de satén blanco y con una pulsera de strass bordado para sujetarlos al tobillo obra de Ceibo. Los cambió para el baile por unas alpargatas de cuña también blancas de Castañer.
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Macarena también prestó una especial atención a las joyas. Con ellas no solo cumplió la tradición de llevar "algo prestado" —unos pendientes de brillantes de Suarez que le dejó su suegra y llevó con su primer vestido— también la de lucir algo nuevo (aunque, claro está, no fue lo único que estrenaba aquel día). "Con el segundo vestido llevé otros pendientes hechos a medida. Eran flores de nácar blancas grandes con cinco piedras de aguamarinas incrustadas, a juego me puse también un brazalete con la misma flor. Este juego de pendientes y el brazalete eran de Joyerías Marquise", nos cuenta.
Un ramo blanco y verde
Hay muchas novias que añaden notas de color a su look nupcial a través del ramo y otras que prefieren mantener la sencillez también en este elemento. Macarena apostó por una composición con predominio del blanco y el verde, obra de Cristina de Aquilea. "Mi flor favorita es la peonía, y llevaba peonías blancas y mucho verde", nos cuenta.
Un peinado sencillo y un maquillaje natural
Para evitar verse disfrazada el día de la boda, muchos expertos aconsejan a las novias que elijan un maquillaje y un peinado que utilicen con cierta frecuencia. "Yo siempre llevo el pelo suelto, diría que es como mi seña de identidad, me veo rara con recogidos. Por eso tenía clarísimo que iba a casarme con el pelo suelto. Álvaro Talayero me peinó con ondas y movimiento en el pelo, justo como quería. Para el maquillaje le pedí que enfatizará más los ojos y que los labios fueran naturales. Álvaro es el mejor, además transmite muchísima tranquilidad el día de la boda", nos cuenta.
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Un amor a medida
Macarena y Antonio se conocieron en una fiesta de cumpleaños celebrada en el Hotel Suecia en Madrid. "Cuando le dije que yo era ingeniera de teleco no se lo creía y así fue como empezamos a hablar", nos cuenta divertida la novia. "Antonio es nueve años mayor que yo y desde el primer momento que le conocí supe que era él. Antonio se dedica a la banca de inversión y yo estoy en el mundo de la tecnología. Nos complementamos perfectamente y nos reímos muchísimo juntos. Él tiene dos hermanos pequeños, son tres en total y yo soy hija única", añade.
Se comprometieron un año y medio después de empezar a salir. "Fue en nuestro viaje de verano en La Toscana, en un hotel rodeados de viñedos viendo la puesta de sol. Recuerdo ese momento de los más emocionantes de mi vida. Desde que nos conocimos hemos viajado mucho por Italia, nos encanta la comida y los lugares de allí. Por eso en nuestra boda la decoración estaba inspirada en La Toscana. Mi Iglesia favorita de Madrid es Santa Bárbara, por su imponente escalinata, siempre había querido casarme ahí. Antonio, con la ayuda de mi madre y la suya, reservó día en la Iglesia un mes antes de pedirme matrimonio. Es una Iglesia muy solicitada y cuando me dijo después de haberme pedido matrimonio, ¡me morí de la ilusión!", asegura.
Un 'sí, quiero' en Madrid
Y llegó el gran día. El 1 de julio de 2023 Macarena y Antonio se daban el 'sí, quiero' en la iglesia de Santa Bárbara, en Madrid, un templo de estilo barroco español ubicado en el barrio Centro de la capital. Durante la ceremonia cantó el coro En Alas del Canto, un grupo musical encabezado por Reyes Moraleda. Después, los novios y los invitados se trasladaron a la Finca Soto Mozanaque. "La elegimos porque tiene unos jardines espectaculares y una casa-palacete muy imponente", nos cuenta la novia.
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Todos los detalles de la celebración
Macarena nos cuenta que su madre y su suegra fueron dos personas clave en la organización de la boda. "Nos ayudaron con absolutamente todo, ¡no sé qué habríamos hecho sin ellas! Contamos con Fit for weddings para la organización, nos acompañaron en todo el proceso y fueron claves para que todo saliera impecable", asegura.
La novia nos explica que prestaron mucha atención a todos los detalles de la decoración, sobre todo a las flores y a la iluminación. "Tuvimos unas ocho reuniones de decoración con Pedro Corchado de Orca (iluminación) y Cristina Barreiros de Aquilea (flores). Queríamos crear el efecto de bosque encantado y jugamos con los árboles de la finca, iluminándolos y bajando la vegetación", nos cuenta.
"Con Orca y Aquilea tuve la sensación de que da igual lo que les pidas, ellos lo hacen posible. Quedamos impresionados con el resultado. La decoración de las mesas llamaba la atención y combinamos mesas redondas con mantel y mesas alargadas de madera vista", nos explica y añade que el catering, servido por Ciboulette también fue un éxito. "El cariño y la dedicación que pusieron Ernesto Vazquez y Desiree Esgueva hizo que no faltara ni un sólo detalle". De la decoración se ocupó Inés Batlló de Options.
Como la boda estaba inspirada en La Toscana porque fue allí donde se comprometieron, los limones no faltaron en los centros de mesa. "También hicimos un pasillo con limoneros de la zona del cóctel hasta la cena y velas, muchas velas en todas las mesas y rincones de la finca", apunta la novia.
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Macarena y Antonio también le dedicaron mucho tiempo a toda la papelería de su boda, para la que contaron con la ayuda de César de la Fuente de Invitarte, para que el resultado fuese especial y original. "El seating plan eran nombres de pueblos de La Toscana y especialmente llamó la atención la minuta, hecha con su máquina Pequeña Piccolo III y personalizada para cada invitado".
Entre los detalles que incluyeron los novios no faltó una espectacular mesa de postres que ubicaron en uno de los salones de la finca con una decoración maravillosa, en la que destacaban los candelabros. "Los postres eran de Balbisiana y de Hojaldreria Estela, ¡nuestros favoritos!". El dulce que se ve en primer plano es la tarta Capuchina de Pastelería Chantilly, un postre que llevan preparando desde hace 28 años.
Los momentos más especiales y divertidos
Una de las anécdotas más divertidas de aquel primero de julio la protagonizaron el novio y sus amigos. "Antonio regaló a sus amigos íntimos y sus hermanos una boina de Peaky Blinders con el mote con el que llama a cada uno bordado. Él también se puso la boina para entrar a la cena al ritmo de Highwell to Hell, de AC/DC. Todos llevaban las boinas puestas y fue un momento brutal", nos cuenta Macarena.
Muy especiales fueron también las canciones que eligieron para abrir el baile. Decidieron hacerlo en el exterior de la finca. “Yo baile My Way, de Frank Sinatra, con mi padre, Antonio bailó con su madre Something Stupid, de Frank Sinatra también, y luego juntos I don’t want to miss a thing, de Aerosmith”, recuerda la novia.
Otro de los momentos más especiales de aquel gran día ocurrió en la iglesia, cuando Macarena subió la escalinata entró en el templo del brazo de su padre mientras veía la cara de Antonio al final. "Se me siguen poniendo los pelos de punto al recordarlo".
Cuando le preguntamos a Macarena qué consejo daría a unos futuros novios lo tiene claro: "Que no se compliquen con los preparativos y que se preparen para disfrutar el mejor día de sus vidas. Que mientras la gente que quieren estén bien de salud, todo lo demás es secundario".
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