Aymeric Laporte y Sara Botello ya son marido y mujer. El futbolista y la bailarina se han dado el ‘sí, quiero’, en una romántica ceremonia que pone el broche de oro a una historia de amor de cuento. La pareja ha organizado un día de ensueño junto a sus seres queridos más cercanos y su hijo pequeño como testigo. ¡Te contamos todos los detalles, como el rompedor vestido de la novia!
Si por algo se caracteriza el estilismo de Sara Botello es porque la bailarina apuesta por tendencias exuberantes y sexys. Es por ello que, en el día de su boda no iba a ser menos. Para esta ocasión, la ya mujer del futbolista ha sorprendido en su llegada al altar con un diseño clásico de Pronovias de corte sirena, espalda descubierta, escote corazón para su look nupcial y combinado con motivos florales que perfilan la cadera.
En cuanto al beauty look, Sara desvela que no le ha preocupado tanto como sí el vestido. De hecho, afirma que, hasta el último momento, hasta el mismo día de la boda, no lo ha decidido. “Tengo dos peinados en mente, con cualquiera de los dos estaré cómoda. Tampoco le he dado mucha importancia, raro en mi, soy muy coqueta. Pero he estado tan sumergida en los preparativos que esto lo he dejado de lado”, explica.
El tradicional escenario del ‘sí, quiero’
Como si de un cuento de hadas se tratase, los novios han optado por un castillo como escenario principal del día más importante de sus vidas. “Nada más verlo, no nos lo pensamos, tenía grandes espacios y también un interior muy bonito”, nos cuenta Sara. Tanto para la ceremonia, como para el convite, los novios han tenido claro que el blanco sería el color protagonista, -y no solo su vestido de novia-. Un evento por todo lo alto organizado por Priscila Llorens, la wedding planer encargada de que no faltara ningún detalle durante la boda.
Meses después de su pedida de mano, hoy se han convertido en marido y mujer y, como muchos otros novios, como es normal, los nervios han estado muy presentes, aunque están muy seguros del gran paso que han dado como pareja y familia. “En cuanto a los nervios… Yo diría que ninguno de los dos estamos nerviosos, son más los nervios por que todo salga bien, al final una boda son muchas cosas, muchos detalles y queremos que todo esté muy cuidado. Estamos muy felices y tenemos muchas ganas de dar este paso juntos. Es algo que nos hace mucha ilusión, reunir a todos nuestros seres queridos en un evento tan especial”, concluye.