Pau Torres y Paula Batet ya son marido y mujer . Después de tres años de noviazgo, el futbolista y su pareja se dieron ayer el ‘sí, quiero’ en una emotiva ceremonia celebrada en la Basílica del Lledó, en Castellón, que reunió a deportistas como Pepe Reina, Alberto Moreno o Manu Trigueros, compañeros de Pau en el Villarreal C.F.
A las 19 horas daba comienzo el acto, y conocíamos, por fin, el secreto mejor guardado de la boda: el vestido de la novia. Para este día tan especial, Paula confió en uno de los diseñadores más prestigiosos de nuestro país, Lorenzo Caprile, quien creó para ella un modelo clásico y elegante. Se trataba de un vestido que se ceñía a la parte superior de su cuerpo, y, de la cintura, salía una gran cola. Un largo velo, varias joyas familiares y un ramo de rosas blancas completaban su espectacular look nupcial.
Sin embargo, al igual que tantas otras novias, Paula no quiso llevar el mismo vestido durante todo el enlace, y optó por cambiarse para la posterior fiesta, que tuvo lugar en una conocida alquería de la provincia.
Es habitual que las novias escojan otros modelos más cómodos, que les permitan moverse con libertad, para poder disfrutar, por todo lo alto, de su gran día. Y eso fue lo que hizo la arquitecta, que volvió a dejar su segundo look en manos de Lorenzo Caprile.
Si el primer vestido se caracterizaba por sus líneas sencillas y puras; el segundo fue de lo más rompedor. La modelo sorprendió a sus invitados con una prenda muy original: cuerpo adornado con exquisita pedrería, y escote cruzado; aunque, sin duda, el otro detalle que llamaba la atención era la particular cola. Desde la cadera, caía una cola transparente, aderezada con pequeñas piezas de pedrería y flores blancas. En cuanto a los zapatos, lució unos de Amina Muaddi.
Paula se quitó, también, el moño, y deslumbró en su baile con una elegante coleta baja.