Quizá suene a tópico, pero a la hora de dar con el vestido perfecto, las novias siempre buscan sentirse ellas mismas, no renunciar a su esencia. Ello no significa, por otro lado, que el diseño final no pueda contar con detalles especiales, más bien que esos elementos tendrán que estar en sintonía con el estilo de la protagonista del día. Es lo que Marta, una valenciana que ha triunfado en la red con un look sencillo, elegante, desmontable y con complementos especiales, tenía claro desde el principio. “Lo más importante era sentirme cómoda. No quería verme ‘disfrazada’ con un vestido que no fuera de mi estilo”, nos explica. Y para ello buscó un estilismo con mangas largas, detalles de abrigo (dado que se casó en febrero) y toques atemporales.
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Un vestido de novia con hombreras
Aunque el proceso de elección de su diseño le parecía todo un reto, enseguida cambió su perspectiva. “Fue mucho más sencillo de lo que me imaginaba. Soy muy indecisa y es algo que me asustaba. Me gustaba mucho el estilo de Cherubina y de casualidad venía Ana, la diseñadora de Cherubina, a Valencia a la tienda Tousette. José de Tousette, al que adoro después de soportarme en las pruebas, me dijo que tenía que ir probándome vestidos y yo sin esperarlo me probé el que llevaba en mente”, apunta. Ambos entendieron lo que Marta buscaba y dieron con una propuesta perfecta para ella, después de que se probara algunas ideas más.
A la tercera va la vencida, dice el refrán y para Marta sucedió justo así: el tercer modelo que se probó fue el que la acompañó al altar. Este visto y no visto le pareció tan sencillo, que no llegó a hacerse a la idea de ello hasta que no pasó un poco de tiempo. “Modificamos algunos detalles del vestido y recuerdo las palabras de Ana diciéndome que sería un espectáculo de novia y a Jose añadiendo que estaba brutal. Yo no podía creerme que hubiese encontrado tan rápido mi vestido en la primera visita, por lo que me recomendaron que fuera a mirar más porque me ayudaría a convencerme de que mi vestido era ese”, recuerda. Y aunque añadió otras firmas a su ruta, nuestra protagonista no encontró ninguno que le fascinara tanto como el de Cherubina.
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Regresó para probarse de nuevo el diseño y lo supo: era el suyo. Una propuesta desmontable que podría evolucionar al mismo ritmo que lo haría la boda y añadir ese deseado ‘factor sorpresa’. Ella misma nos cuenta los puntos fuertes del look, que la cautivaron: “Un vestido cómodo, sin cola, y adaptable a cada momento, lo que lo hacía súper versátil e iba transformando poco a poco el diseño inicial del vestido. Con capa larga, elección perfecta para llevar ese toque de invierno, a la par que una cola larga y elegante, la cual en la fiesta pude quitarme y dejarme el vestido con los botones de la falda abiertos hasta la rodilla para darle el toque más cañero y darlo todo en la pista de baile”.
Una pamela especial
En la primera prueba de su vestido, tanto su madre como su amiga Carla la acompañaron. Fue esta segunda quien animó a Marta a probarse una pamela que estaba expuesta en un rincón de Tousette, el espacio multimarca donde se hizo con su look. “Jugamos con ella poniéndole el velo por encima, con una gran lazada que nos fascinó, pero finalmente por prioridades, decidimos que el cóctel en la Vallesa del Mandor podría ser el momento perfecto para jugar con el factor sorpresa, cambiar el look y aparecer con este complemento. Y así fue. José me diseñó una pamela sencilla, pero elegante, con el toque de tul de seda en la copa, lo que hizo que sustituyera el velo por este complemento”, indica.
El momento del cambio
“Ya en la celebración del enlace, fue un momento súper especial porque nadie se esperaba este cambio, el cual sorprendió y fue muy divertido ver cómo la gente alucinaba con el look. En este momento, tuve de cómplices a Miguel Angel (director de la Vallesa de Mandor) y Javier Gurrea (fotógrafo) los únicos que sabían que en determinado momento me cambiaría y me colocaría el 'pamelón’ que les dejó flipando. Fue todo súper especial, disfrutando de las fotos y del momento sorpresa que nadie se esperaba”.
El otro detalle que sumó puntos al look, más allá de unos bonitos pendientes, fue el ramo de novia, una creación con las tonalidades que fascinan a las valencianas, tanto a influencers como a anónimas. “El ramo tenía claro que lo quería en verde y blanco, con flores silvestres y que predominaran las flores de invierno, como son las anémonas y los tulipanes blancos”, reconoce.
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En clave ‘beauty'
En lo referente a su peinado, Marta contaba con algunas dudas que rápidamente pudo despejar su peluquero, Jaime Lozano y finalmente optó por un recogido bajo y pulido. “Él fue quien me entendió y aconsejó según la idea que llevaba y además, ambos coincidimos en el que sería el peinado el día de mi boda. Jaime me transmitía seguridad y confiaba plenamente en él. ¡Jaime es genial!”, defiende. También acertó con un maquillaje natural y elegante, obra de Lorena Guzmán. “Además de su profesionalidad, es una persona muy especial por la dulzura y confianza que me transmitía en el día más importante de mi vida ¡La elegiría mil veces más!”, dice.
Todos estos detalles hicieron de su ‘sí, quiero’, celebrado el pasado 4 de febrero, un día para el recuerdo. La pareja se decantó por este día porque también se comprometieron un día 4. Buscaron disponibilidad en noviembre y diciembre, porque querían un enlace de invierno, pero finalmente la encontraron en febrero. “Es un mes en el que no son comunes las bodas y en Valencia hace ‘tiempazo’ para disfrutar del sol de invierno. Y así fue, un día de sol, calor y la temperatura perfecta para disfrutar de la jornada. La ceremonia fue en San Juan del Hospital y la celebración en la Vallesa de Mandor, en Ribarroja”, nos explica.
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Años de amor
Cuando preguntamos a Marta acerca de su historia de amor, nuestra protagonista nos revela los detalles que han marcado a la pareja. "Somos Marta y Santi. Ambos somos personas sencillas, pero nos gusta cuidar los pequeños detalles y es por eso que preparamos nuestra boda con tanto mimo y cariño. Y hacerla en febrero nos encantó, por ser un mes poco común para bodas (aunque ahora ya todos los meses son tendencia). Y lo que dicen de que “de una boda sale otra boda”, nosotros podemos confirmar que eso es así, porque nos conocimos en la boda del hermano de Santi y de mi amiga/hermana. Y, después de ocho años de relación, decidimos tomar la decisión más bonita hasta el momento, que ha sido casarnos".
Confiesa nuestra protagonista que de los preparativos guarda recuerdos muy especiales, aunque también muchos nervios, que marcaron los meses previos a su boda. “Han sido de lo más bonito y emocionante, a la par que estresante, porque quisimos organizarlo todo nosotros, sin ayuda de wedding planner, pero porque así lo decidimos. Quisimos dedicar el tiempo máximo para poder disfrutar de ello”.
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Decoración de la boda
Fijarse en cada detalle no es tarea fácil, pero Marta y Santi quisieron que no se les escapara nada. En la iglesia optaron por una decoración marcada por el verde y el blanco, para no restar protagonismo a su interior: “es espectacular”. En la masía, se decantaron por la sencillez en los espacios exteriores. “Su encanto principal es que es una zona con muchísima vegetación rodeada de campos de naranjos. La única decoración en exterior fue el seating plan, muy minimalista, el cual decoramos con mucho verde y la flor que queríamos destacar en nuestra boda, la mimosa. Con el interior del salón lo teníamos claro desde el principio. Queríamos flores de invierno. La mimosa es una de nuestras flores favoritas y su temporada es febrero, por lo que decidimos que sería la flor principal. Además, otras de nuestras flores favoritas son los tulipanes, que también estaban en temporada y los elegimos de color blanco”, relata Marta. A todo ello sumaron un poco de verde silvestre y algunos árboles con altura repletos de mimosas en las esquinas del salón.
Detalles para los invitados
Para la mesa presidencial, en la que hubo 16 personas, optaron por una grande y rectangular, que situaron en el centro del salón. Y no se olvidaron de dar un regalo a los asistentes al enlace. “Tengo una pequeña empresa familiar que se llama Biniguas y hacemos productos artesanales a mano y cuidando los pequeños detalles. Ya habíamos formado parte de algunas bodas y es por eso que los llaveros personalizados con la inicial de cada invitado no podían faltar en la nuestra. Elegimos dos colores diferentes, beis y verde hoja, y los colocamos a modo de sitting en la servilleta de cada invitado con una lazada de terciopelo verde oscuro, lo que combinaba ideal con las flores y manteles del salón. Nos encantaba la idea de regalar a los invitados, pero siempre que fuera algo práctico y cómodo para llevar. El hecho de regalar personalizado y utilizarlo de forma de sitting, es algo práctico y además útil, ideal también para decorar las mesas combinando con los colores de la boda”.
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Un agradecimiento
"Para mí, era muy importante que la gente que fuese a trabajar conmigo ese día, me conociera y supiera que es lo que necesitaba y quería en este día. En ese sentido, estaré siempre agradecida a todo el equipo de imagen: Javier Gurrea y Olga, que hicieron un trabajo espectacular con las fotos, y el equipo de Firmar-t. Ambos supieron hacernos sentir tan a gusto que nos olvidamos de las cámaras y disfrutamos a tope con ellos también.
Tuvimos al mejor fotógrafo de bodas que se pueda tener. Porque además de ser un gran profesional, es una gran persona y junto a su ayudante Olga, hacen el equipo perfecto. Transmiten paz, confianza, cariño y eso es clave para que todo fluya y se disfrute del momento fotos que para nosotros fue súper especial. Como yo decía, además de mis fotógrafos, eran mi apoyo psicológico incondicional, porque la seguridad que generaban hacían que todo fuera más fácil y calmaran los nervios del día. ¡Son la caña!".
Una anécdota
Cada vez más novios buscan tácticas para sorprender a sus invitados y nuestros protagonistas no quisieron quedarse atrás, por lo que nos desvelan su anécdota más divertida. "Todos nuestros invitados contemplaban recibir algún detalle de nuestra firma, Biniguas. Como era de esperar, esto no tenía ese factor sorpresa, de manera que les preparamos un momento único y muy especial para nosotros. Queríamos brindar con todos ellos, por lo que en mitad de la comida les sorprendimos desfilando al ritmo de C Tangana, con bandejas de chupitos para todos los asistentes. ¡Fue un momentazo!", recuerda Marta.
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Cuando echa la vista atrás, nuestra protagonista se queda con las sensaciones de nostalgia y emoción. Para ella, lo más especial fue reunir a todas las personas que, desde muy diferentes ámbitos, eran vitales para Santi y para ella. “No podían faltar en el día más importante de nuestras vidas. Es inevitable que algunas personas, por varios motivos, falten, pero, de alguna manera, ese día estuvieron presentes”, nos confiesa.
Con la experiencia vivida y la ilusión de rememorar una jornada con tanto significado para la pareja, Marta tiene un consejo para quienes se encuentra organizando su boda, aunque en ocasiones, su mensaje pueda parecer difícil de cumplir. “Recomiendo disfrutar de los preparativos, sin que suponga un agobio, aunque a veces es inevitable. Organizar, preparar y gestionar todos los detalles del día es algo muy especial porque lo haces por los novios, pero también para todas las personas que van a asistir y que son importantes. Es por eso, que se hace con un especial cariño y cuidado pensando en cada una de ellas e imaginando lo mucho que disfrutaran en el día de nuestra boda”, apunta. Y esas ideas al aire, esas horas de ocio dedicadas a los proveedores, ese ingenio para dar con la sorpresa perfecta para un invitado concreto… Eso es todo lo que no se ve, pero se siente. Marta y Santi ya lo han experimentado.
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Para concluir, Marta repasa con nosotros los proveedores a los que agradece estar detrás de un día para el recuerdo:
- Detalles de la boda: Biniguas.
- Espacio/tienda del vestido: Tousette.
- Vestido: Cherubina Atelier.
- Zapatos: Loov Shoes.
- Maquillaje: Lorena Guzmán.
- Peluquería: Jaime Lozano.
- Flores: El Taller de Clo.
- Espacio de la boda: Vallesa de Mandor.
- Traje del novio: Blackcape.
- Zapatos del novio: Berwick.
- Fotógrafo: Javier Gurrea.
- Videógrafo: Filmar-t Cinema de Bodas.