Confesiones de una novia

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“Quieres que todo el mundo esté a gusto y contento, cuando los que verdaderamente lo tienen que estar son los novios. Quizás me arrepiento de haberme preocupado, un poco, de más, aunque, por otra parte, supongo que es inevitable”

“Desde que nos prometimos hasta que nos casamos pasaron 6 meses. Eso tiene sus ventajas y sus inconvenientes. No queríamos ser pesados y estar siendo monotema con nuestra boda durante más de un año y los preparativos que conlleva. Queríamos algo sencillo y rápido. El inconveniente de esto es que había muchos proveedores que ya tenían la fecha ocupada y no podían atendernos”

“Ese día hacía muchísimo viento, y nuestra cena era al aire libre decorada únicamente con más de 400 velas. La wedding planner nos dijo que lamentablemente no aguantarían encendidas y no teníamos plan B, así que prácticamente cenamos a oscuras. Nos preocupamos un poco, pero a los segundos se nos había olvidado. Ya no podíamos hacer nada”

“En la ceremonia leyeron varios amigos nuestros, pero lo mejor fue que Óscar y yo nos dijimos unas palabras mutuamente. Fue mi parte favorita. Es muy emotivo, aparte de divertido y original. Invitaría a todas las parejas a hacerlo y dirigirse unas palabras delante de todos; al fin y al cabo, son los protagonistas ese día”

“Llevé un vestido lencero diseñado por María Gadea que era justo lo que quería: algo que no pasara de moda y que fuera con mi estilo. Me lo pondría mil veces más, al igual que los zapatos, que les di mucho uso después. El pelo lo llevé recogido para darle un toque más ‘novia’ al look y que no fuera demasiado sencillo”

“Lo organizamos todo nosotros porque teníamos las cosas muy claras y ambos estábamos de acuerdo en que sería todo muy sencillo. Pero sí que contamos con una wedding planner para ese día porque no queríamos estar preocupados. Creo que es básico contar con ayuda para el mismo día del evento”

“Me casé en una finca a las afueras de Las Palmas de Gran Canaria. El estilo fue muy sencillo y dinámico, lo repetiría al cien por cien. Elegí el 18 de junio, tres días antes de acabar la primavera. Cuando está empezando el verano a la gente le apetece viajar, y cogieron el fin de semana en Canarias con muchas ganas”