La comuna de Bormes-les-Mimosas, una de las localidades más bellas de la Provenza francesa ha sido el lugar escogido por la princesa Alexandra y Nicolas Bagory para darse, por segunda vez, el "sí quiero", después de haberse prometido, hace una semana, amor eterno por lo civil en el Ayuntamiento de la Ciudad de Luxemburgo. Para la ocasión, la cuarta hija de los Grandes Duques, Enrique y María Teresa, ha escogido un diseño nupcial de escote cruzado que ha completado con toda suerte de detalles.
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La princesa Alexandra ha llegado a la Iglesia de Saint-Trophyme visiblemente emocionada pasadas las cuatro de la tarde de este 29 de abril (cuando se cumplen 12 años del matrimonio de los príncipes de Gales). Este lugar, en el que se ha oficiado la misa, se encuentra a tan solo quince minutos en coche de la residencia privada de verano que los Grandes Duques Enrique y María Teresa tienen en Cabasson. La princesa Alexandra ha caminado del brazo de su padre con un diseño con entramado de tela y una tiara de diamantes. Un estilismo muy alejado del sobrio look por el que se decantó para la ceremonia civil.
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La princesa Alexandra ha escogido un diseño en blanco roto con original escote cruzado desde los hombros hasta la cintura. El traje lleva falda recta y prescinde de mangas, lo que lo convierte en una acertada apuesta para la época del año en la que nos encontramos, máxime celebrándose el enlace en la Costa Azul. Además, del segundo cruce la banda del escote, que lleva doble nudo al frente, sale una larga cola de acabado redondeado.
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Alexandra de Luxemburgo lo ha combinado con un elegante moño bajo que ha servido de soporte a un largo velo de tul salpicado de pequeñas flores blancas bordadas. El peinado ha dejado asimismo a la vista suspendientes de brillantes, que combinaban con el broche de la pulsera de doble vuelta de perlas que la princesa ha lucido en su mano izquierda. Con la derecha ha sostenido un pequeño ramo de hoja fresca y paniculata, una flor que simboliza felicidad y sencillez.
La tiara con historia de la princesa Alexandra
La princesa Alexandra ha rematado su románmtico y clásico estilismo conla conocida como Chaumet Chocker. Una tiara realizada por la prestigiosa joyería francesa del mismo nombre que originalmente lleva diamantes y perlas. Sin embargo, la princesa ha decidido retirar las últimas en esta ocasión. Que la tiara reciba el nombre de chocker, por otro lado, no es casual: es tan flexible que se puede convertir en un collar. Fueron los abuelos de la princesa, el gran duque Jean y la gran duquesa Josefina Carlota, los que adquirieron la joya en los sesenta en una subasta. No es la primera vez que Alexandra la luce pero, con toda seguridad, sí la más especial.