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Llega la primavera, y, con ella, el buen tiempo, los árboles en flor y las nuevas tendencias nupciales que marcarán la próxima temporada primavera-verano. Cada año, nuevas parejas escogen estas fechas para darse el ‘sí, quiero’ y celebrar, rodeados de familiares y amigos, el día más importante de sus vidas. Comienzan las bodas al aire libre , las decoraciones llenas de color, y, en el ámbito de los vestidos de novia -el gran secreto de toda celebración nupcial-, se avistan diseños más fluidos, algunas transparencias, e incluso las primeras que se atreven con escotes haltero mangas bubble...
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Con las novias más elegantes del pasado fin de semana que han protagonizado las páginas de nuestra revista, repasamos las próximas tendencias del mundo bridal, pasando por la exclusiva boda de Amelia Spencer , sobrina de la princesa Diana de Gales; la celebración con sabor andaluz de la modelo Teresa Baca, y la familiar boda de la hija del exministro José María Michavila, Beatriz.
Amelia Spencer, una boda con aires de Memorias de África
Con un bonito atardecer de Sudáfrica como escenario, Lady Amelia Spencer se dio el ‘sí, quiero’ con su ‘alma gemela’, Greg Mallet, después de haber pasado media vida juntos, desde que eran unos adolescentes. Para su gran día, la sobrina de Diana de Gales deslumbró con un precioso vestido de Atelier Versace, hecho a medida para ella. Con silueta de corte sirena, ceñido en la zona de la cintura y ensanchándose a la altura de las rodillas, para permitirle una mayor movilidad a la novia. Es un diseño confeccionado con encaje ‘rebrodé’ de seda y motivos florales bordados a mano, de manga larga y con ligeras hombreras que contribuyen a enmarcar aún más su amplio escote.
La novia acompañó la cola de dos metros y medio con un velo de tul de seda de cinco metros de largo, que se sujetaba a partir del moño de bailarina que escogió como peinado. Como detalles especiales, todo el diseño estaba confeccionado con cristales Swarovski y lucía semitransparencias que se acentúaban sobre todo en la zona del abdomen. Además, quiso dejar su espalda al descubierto con un elegante escote redondo. Para el calzado, Amelia lució unos originales zapatos de Jimmy Choo. El bouquet que eligió para su paseo hacia el altar fue un atemporal ramo lleno de rosas blancas.
Para el momento del baile, Amelia sustituyó su vestido largo de Atelier Versace por un segundo diseño, de Pronovias, que le permitiese disfrutar de la fiesta con mayor movilidad. Como muchas otras novias antes que ella, se apuntó a la tendencia del minidress , demostrando una vez más que en la moda nupcial no hay prohibiciones. Era un vestido de pedrería, con manga larga y el mismo escote favorecedor que había escogido en su primer vestido, así como la espalda al aire redondeada.
Teresa Baca arriesga (y gana) con un cuello alto y un escote curvo, en su boda con sabor andaluz
Abandonamos Sudáfrica y ponemos rumbo a nuestro país para disfrutar de una boda con auténtico sabor español . La modelo Teresa Baca se casó el pasado 25 de marzo, bajo el sol sevillano, al aire libre, y rodeada de casi 500 invitados. Una celebración muy especial en la que sobre todo destacaron sus dos vestidos de novia, ambos muy diferentes pero manteniendo siempre la esencia y la sencillez de Teresa.
Para su camino hacia el altar, la modelo confió en la firma sevillana Antonio García con un diseño de línea entallada, en ‘gazar’ de seda natural, con un cuerpo interior con cuello alto en ‘chantilly’. A pesar de las temperaturas calurosas que pudo hacer en Sevilla, la novia apostó por la manga larga, y una espalda semitransparente. Un detalle muy original es el escote curvo de su vestido. Según cuenta los diseñadores, Antonio y Fernando, se inspiraron ligeramente en el vestido de novia de Grace Kelly , un icono del cine clásico y de la sofisticación.
Como complementos, Teresa quiso prescindir del velo y llevó unos elegantes zapatos de Aquazzura, enviados desde Italia especialmente para ella, y unos pendientes de brillantes de Bárcena. Para el ramo, escogió un bouquet de peonías rosas.
Una vez terminada la ceremonia y el banquete, Teresa apareció con un segundo vestido, de la misma firma, y siguiendo la inspiración del cine y la moda, con tintes de los años 70 y mucho más fluido que su primer look nupcial. Era un vestido en satén de seda color marfil claro, con cuello foulard efecto drapeado y caída hacia la espalda. También hizo un cambio en los complementos, que fueron sustituidos por joyas de Bárcena y unos zapatos de plataforma de Mascaró. Además, se deshizo del moño y dejó suelta su melena rubia.
El elegante vestido de Beatriz Michavila, una apuesta segura para las novias más clásicas
Por último, nos trasladamos a Ávila, a una iglesia con un significado muy especial para la familia Michavila. Allí se casó este fin de semana Beatriz, y antes que ella, su hermana Irene, hijas del exministro José María Michavila e Irene Vázquez, quien falleció en 2013. Beatriz daba el ‘sí, quiero’ a Diego Madurga en una ceremonia familiar , en un bonito pueblo del valle de Tiétar. Para su gran día, Beatriz confió en las manos expertas de la firma Navascués, la misma que vistió a su madre y a su hermana.
El look resulta una apuesta segura y un referente para todas las novias clásicas que quieran lucir elegantes y sencillas en el día de su boda. Beatriz lució un vestido de manga larga con escote cerrado y sin ninguna apertura en la espalda, confeccionado en crepé y organza, y con un sencillo mono como peinado y una diadema fina de brillantes. Como manda la tradición, la novia entró velada a la iglesia, y escogió un precioso velo de tul de seda natural y un ramo silvestre con flores blancas.