Dice un antiguo refrán popular que una novia mojada es una novia afortunada. Sin embargo, son pocas las parejas que se alegran cuando las nubes y la lluvia son las protagonistas de un día tan esperado como el de su boda. Los novios invierten horas en la planificación de su 'sí, quiero' y apuestan, cada vez más, por espacios que les permitan celebrar al aire libre, algo que se complica si comienza a llover. Por ello es importante contar con un plan B y seguir unas recomendaciones básicas para organizar un enlace, con gotas o chaparrones de por medio, que sea todo un éxito.
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En primer lugar, recordamos que el hecho de que la lluvia haga acto de presencia en una boda no debería convertirse en motivo de tristeza o tensión para los novios. Nos lo explicaba la psicóloga jurídica y mediadora familiar Patricia Flor Arasil: “la famosa ansiedad o tensión aparece justo en este momento, en el que sentimos que hay cuestiones que escapan de nuestro control. Cuando lo que ocurre es que nos faltan recursos, por ejemplo tiempo, se podría solucionar contratando a un profesional. Ahora bien, cuando lo que tenemos es la sensación de que ciertas situaciones se escapan de nuestro control, como por ejemplo, que la fecha de la boda llueva o no, esto ya es otro cantar. Podrían llamarse miedos anticipatorios o ansiedad anticipatoria. Cuando existen esta clase de miedos podemos plantear dos visiones o posturas: ¿se trata de un miedo racional o irracional? y luego ¿qué sí dependería de ti y qué no dependería de ti en caso de que eso sucediese? Cuando más pongamos el foco en aquello que sí dependa de mí mayor seguridad o sensación de control tendré”. Y, por ello, si te casas y el tiempo no acompaña, hoy te damos las claves para que lo dejes todo atado y tan solo te preocupes de lo verdaderamente importante: disfrutar.
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Maquillaje ‘waterproof’
Aunque la organización depende de muchos otros factores, en un día de lluvia la novia también tiene que sentirse cómoda, tanto por dentro como por fuera. Por ello el primer paso es que se sienta bien consigo misma y que físicamente evite, en la medida de lo posible, los contratiempos asociados al clima. Nos referimos al peinado y maquillaje, que deben poder resistir el viento, la humedad y la propia lluvia en esos enlaces a los que no acompaña el buen tiempo. El uso de fijadores, tanto para el pelo como para el rostro, así como los productos waterproof son claves para que el look de belleza perdure durante todo el día. Los buenos profesionales apostarán por esas técnicas y artículos que ofrecen garantías ‘de supervivencia’.
Espacio acondicionado
Ya sea en primavera, en otoño o en invierno, los novios deben contar con un plan B en el espacio de su boda o, al menos, la opción de poder contratarlo en ese mismo enclave. Salones, invernaderos, carpas y otros recintos cubiertos pueden ser grandes aliados ante la amenaza de lluvia. Y, aunque la idea inicial fuera diseñada para festejar al aire libre, celebrar un enlace en interior no tiene nada que envidiar a hacerlo en el exterior. Basta con contar con buenos profesionales que decoren los espacios con gusto y siguiendo alguna de las tendencias de la temporada (lámparas o velas colgantes, cielos estrellados, techos silvestres, centros de mesa altos, frutas en lugar de flores…) para lograr acertar.
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Limpieza extra
A la hora de contratar el espacio de su boda, los novios deben asegurarse de que la limpieza del mismo está completamente garantizada. Deben quedar tanto los interiores como los exteriores y los baños completamente impolutos. Este acuerdo se agudiza cuando la lluvia puede presentarse en el gran día, pues la pareja tendrá que acordar un servicio extra de limpieza, especialmente para los suelos y para los accesos a los diferentes salones.
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Detalles prácticos
Si el día no acompaña, la pareja puede optar por regalar a sus invitados algún detalle práctico que puedanutilizar tanto en la boda como a posteriori. Un paraguas transparente, que permita a los asistentes protegerse de la lluvia, sin perder detalle, al mismo tiempo, de lo que sucede, es una opción muy acertada. Además, los días de mal tiempo el frío suele llegar a aparecer, por lo que unas mantas, pañuelos, guantes o bufandas para hacer frente a la bajada de temperaturas pueden ser los mejores aliados.
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Proteger el suelo
Cuando llueve, los novios suelen mirar hacia arriba, esperando evitar que se mojen tanto ellos como sus invitados, pero en algunas ocasiones olvidan fijarse en la zona de abajo, en el suelo. Y es que, una vez decidida la forma de proceder ante unas nubes amenazantes, conviene idear un plan para proteger los zapatos de los asistentes al enlace y evitar suelos enfangados o mojados que puedan llevar a percances mayores, comoresbalones o pies mojados. Para ello existen las tarimas, que pueden colocarse en interiores o incluso en exteriores, sobre suelos de tierra, césped, albero o arena, para buscar una mayor limpieza y estabilidad, especialmente en el momento del baile.