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Cristina Reyes es la protagonista de la que ya se conoce como la boda de la temporada. Este mediodía, la reconocida estilista y consultora de moda ha contraído matrimonio con el experto en marketing Jorge Puras, en una iglesia de las afueras de Madrid. Encargada de vestir a algunas de las mujeres más famosas de nuestro país, desde Isabel Preysler y su hija Ana Boyer a Margarita Vargas, duquesa de Anjou; Alejandra Gere, Lourdes Montes y Rosanna Zanetti, entre otras —muchas de las cuales están hoy compartiendo con Cristina su gran día—, la novia no tenía ninguna duda de que el autor de su look nupcial tenía que ser Jorge Vázquez.
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“Nos conocimos hace más de 20 años trabajando ambos en Ángel Schlesser. Después, la vida nos ha mantenido siempre en contacto. Somos muy amigos. Nos entendemos muy bien y compartimos la pasión por lo que nos gusta”, nos desvela el diseñador gallego, que ha vestido a algunas de las novias más elegantes de nuestro país. Entre ellas, Alessandra de Osma, para su boda con el príncipe Christian de Hannover; Marta Hazas o María Villalón Puras, hermana de la periodista Lucía Villalón y prima hermana del ya marido de Cristina Reyes.
La experta en moda estaba espectacular con una creación “atemporal con un toque muy moderno y con un punto muy sofisticado e invernal”, en palabras de Jorge, quien relata que la novia “tenía muy claro lo que quería y ha sido muy fácil dar con el vestido perfecto”. El también director artístico de Pertegaz añade que la estilista “conoce tan bien mi trabajo, después de tantos años, que nos ha permitido trabajar con total libertad. Ha sido fantástico”.
Jorge y Cristina empezaron a esbozar el vestido hace seis meses. “Con todas las novias es especial, pero ha sido mágico poder trabajar durante este tiempo para Cristina. Empezamos a trabajar la idea, y después de varias propuestas, empezamos a probar”, explica el couturier.
Y así surgió el traje de la novia más chic del invierno: “Un vestido de inspiración retro, línea minimal, escote caja, silueta más bien recta, confeccionado en un crepe doble mate italiano”, nos describe Jorge Vázquez. “Como detalle prosigue el diseñador—, lleva unos desflecaditos en puños, sisas y escotes trabajados como si fuera tweed”, que son, según el creador, los detalles que lo hacen más especial.
El traje lleva, además, una cola desmontable en el mismo tejido del vestido, de dos metros y medio de largo. “Al trabajar ella en moda también, tenía que tener ese aire atemporal, clásico, pero con un punto muy moderno”, comenta Jorge.
Cristina no ha sido una novia tradicional y no ha coronado su estilismo con un velo. En su lugar ha optado por lucir, sobre su pelo recogido, un tocado de redecilla que por detrás termina en un gran lazo, de Mimoki. La novia ha querido además otorgar un toque diferente a su oufit nupcial con sus zapatos: de terciopelo verde de Aquazzura, “maravillosos e invernales, no quería unos clásicos de novia blancos aburridos…”, nos confesó la propia Cristina.
En cuanto a las horas que se han empleado en su creación, el diseñador admite que todos los vestidos de novia llevan muchísimo trabajo: “Hay que tener en cuenta que son técnicas casi ancestrales. Partimos de una toile, para ir encajando medias, sacar lo que es el ‘cimiento’ del vestido; y a partir de ahí, seguimos probando hasta que queda impecable. Es un proceso muy bonito, pero lleva muchas horas”.
Para Jorge Vázquez siempre es especial vestir a una novia en su día más importante, “pero me ha hecho especial ilusión hacer el de Cristina después de tantos años de amistad y admiración mutua”. “Está muy guapa”, subraya el diseñador gallego, que agrega: “Creo que es un vestido que envejecerá muy bien. Atemporal con un toque muy moderno”.