María Castellanos, hija de Jaime Castellanos y Patricia O'Shea -y, por lo tanto, sobrina de Emilio Botín y Paloma O'Shea- ha pasado hoy por el altar con el empresario británico Alastair Catto en una cermonia religiosa en la Parroquia Nuestra Señora de la Consolación, en Sevilla, tras la cual ha tenido lugar una celebración en la finca Las Umbrúas, situada en Cazalla de la Sierra y perteneciente al padre de la novia. Aunque la pareja vive en Londres, ha querido sellar su amor en la capital hispalense, hasta donde se han desplazado sus amigos y seres queridos. Como en toda boda, el secreto mejor guardado hoy era el vestido de María, quien ha sorprendido con una elección tan elegante como original.
Una opción diferente
La novia, quien, como manda la tradición, ha llegado a la iglesia del brazo del padrino, ha huído de la tendencia nupcial minimalista que tanto hemos visto este año en favor de un look diferente con toques de color que deja a un lado el blanco impoluto que sí han lucido otras dos novias conocidas que también se han casado hoy: Cristina Reyes y Eugenia Hernández-Antolín Cabello. En su caso, ha optado por un vestido en tono crudo, una creación de escote barco y manga ligeramente abullonada que se ciñe a la cintura, de donde parte una falda en línea 'A' acabada en una larga cola.
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Flores de colores para un día de invierno
El toque rompedor (aunque no por ello menos elegante) lo aportan los motivos que decoran el diseño de principio a fin, unos dibujos botánicos que combinan ramas con flores en tonos rosas, verdes o amarillos y que convierten el look en único e inolvidable. María ha acompañado este vestido de un velo de tul clásico, aunque, en lugar de partir de un tocado o recogido, iba fijado a ambos lados de la cabeza. Ha recogido su cabello en una trenza con raya al medio y ha apostado por un sofisticado maquillaje ideal para novias de invierno, realzando la mirada con un ahumado oscuro y optando por un labial en color frambuesa.
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La novia ha completado con un ramo de flores de estilo silvestre, asimétrico en combinación de tonos verdes, blancos y burdeos, un bouquet que ha rematado con una cinta de terciopelo verde agua.