Sus looks han sido precursores de muchas de las tendencias que han triunfado sobre la pasarela y el street style , pero también en el universo nupcial. Tirando de hemeroteca, hemos descubierto que Lady Di sentía una debilidad especial por el color blanco. Lo llevó en numerosas ocasiones, tanto en vestidos de gala como en diseños más armados, y supo incorporarlo en cada etapa de su vida.
Un amplio abanico de looks en los que demuestra la versatilidad del blanco y su capacidad para vestir a cualquier novia y mujer. Para el día, este color teñía trajes más armados y estructurados, que solía acompañar con el complemento british por excelencia, el tocado. Las noches, sin embargo, estaban iluminadas por lentejuelas y pequeños cristales y piedras bordadas, además de trajes de gala al más puro estilo princesa, faldas abullonadas y algún guiño azul. Como broche final, la entonces princesa de Gales casi siempre completaba sus looks en blanco con diamantes o sus inseparables perlas . Toda una inspiración, ayer y hoy.
Un universo de fantasía
- Al más puro estilo princesa de cuento, Lady Di nos regaló looks cargados de magia y romanticismo gracias a pedrería bordada y detalles en color azul.
- Diana se atrevía con todo y demostró la versatilidad del color blanco con un amplio abanico de diseños: escotes palabra de honor, en pico, de inspiración victoriana...
La magia de los detalles
- Las perlas completaron muchos de los looks en blanco de Lady Di, incluso, las llevó bordadas en el vestido palabra de honor que lució en el banquete oficial en su visita a Hungría (arriba).
- Sus looks de día los completaba con elegantes tocados ; una alternativa para las novias que desean celebrar una boda de mañana y prescindir de velo.
La versatilidad del blanco
- Lady Di demostró que el blanco encaja con todo tipo de estilos, desde femenino y sofisticado para la noche hasta trajes estructurados para el día.
De día y de noche
- Para sus compromisos de día, la entonces princesa de Gales incorporaba el color blanco en looks más sobrios, en tejidos sencillos y sin artificios, que cedían todo el protagonismo al diseño o al tocado y que pueden inspirar a las novias de hoy que celebren bodas más íntimas.
- La noche, sin embargo, era el escenario perfecto para encajes, perlas o pedrería bordada , brocados y diseños cuajados de pequeñas lentejuelas, perfecta inspiración para aquellas en busca de un segundo vestido que las acompañe en el baile y la fiesta de su día especial.