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bohemio© Cristina. Foto: Ivo Sousa

La boda de Cristina en Cáceres, la novia del look satinado y bohemio con detalles años 20

Su amor por lo 'vintage' la llevó a incorporar un velo antiguo con bordado metálico a modo de capa para su esperado enlace tras 11 años de amor


Actualizado 16 de enero de 2023 - 12:31 CET

Recuperar un detalle vintage y darle un nuevo uso en un vestido nupcial es una de las elecciones que hacen las prometidas con más estilo para convertir su diseño en una pieza mucho más especial. Cristina, una de las novias virales de las últimas semanas, se apuntó a la tendencia en su gran día y con ella consiguió un look bohemio que derrochaba personalidad. “Tenía predilección por el satén y quería que mi vestido llevara algo especial, un bordado o pedrería antigua, que tuviera alguna historia que contar y que en un futuro pudiera dársela a mis hijas, si tuviera esa suerte. Soy una romántica en ese aspecto”, nos explica ella misma. 

Vestido de novia con capa© Cristina. Foto: Ivo Sousa
"Por otro lado, a pesar de llevar juntos 11 años, Fernando y yo iniciamos la relación cuando yo estudiaba medicina en Cataluña, por lo que pasamos los primeros seis años a distancia. Posteriormente hice el MIR y pude elegir plaza en Madrid. Pero, cuando estas realizando la especialidad de cirugía vascular, el tiempo escasea y yo quería disfrutar de todos los preparativos de la boda y que no fuera un “tengo que” más, por lo que no fue hasta el año pasado en el que Fernando se decidió a pedirme matrimonio (ya estaba finalizando la especialidad, la pandemia por COVID parecía más controlada y veía que tenía más tiempo). Y ¡por fin este 8 de octubre nos hemos casado!". - Leticia, la novia pamplonesa del vestido transformable que se casó tras 13 años de amor

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Un vestido ‘made in Spain’

Y encontró lo que estaba buscando en el atelier de Marcela Mansergas, quien dio con un material que fue el centro de todo su estilismo. “Cuando estábamos afinando el diseño de las mangas y el cuerpo, por fin me enseñó la pieza que había conseguido. ¡Un velo de los años 20 con encaje metálico y algunas piezas del casquete que llevaba la novia, realizado con perlas y mostacilla de cristal! Recuerdo que me dijo: “esto tiene que ser para ti”. Y desde ese momento pasó a ser la pieza fundamental del vestido”, nos desvela.

Fue así como los elementos que conformaban el casquete adornaron el cuello y los bordados fueron la base e ingrediente principal con el que dieron forma a una espectacular capa desmontable. Estos eran dos detalles indispensables para Cristina en su ansiado look nupcial, pues ella estaba convencida de que quería un cuello cisne, los hombros descubiertos, mangas largas y poner una nota diferente: “con alguna pieza en bronce o dorado, que bajaría hacia el escote recto que habíamos diseñado en la primera cita”.

Vestido de novia tendencia© Cristina. Foto: Ivo Sousa
"Fernando tenía ya ganas de casarse, pero los primeros años de la residencia fueron duros, muchas horas, guardias, estudio y como he explicado antes, quería disfrutar de todos los preparativos y de esa época tan especial. ¡Y luego… vino el COVID y arrasó con todo! Así que no ha sido hasta este año que por fin nos hemos casado. Y, como dicen nuestros amigos, ya nos tocaba". - Cómo sorprender a tu abuela el día de tu boda: las mejores ideas

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Hecho a medida

Marcela Mansergas fue, para nuestra protagonista, su mejor ángel de la guarda, desde que visitó la firma por primera vez. “Siempre me ha encantado la moda. Cuando era pequeña hacía gimnasia rítmica y jugaba a diseñarme los maillots que luego llevaría en competición, por lo que al principio me costó decidirme entre varios estilos. Tenía claro que no quería verme vestida de novia como tal, por lo que creé una carpeta de inspiración con vestidos de fiesta y de novia que me gustaban. ¡Me encantaban y me siguen encantando los diseños de Marcela! Son delicados, con detalles y elegantes”, señala. 

Entrada novia en la iglesia© Cristina. Foto: Ivo Sousa
"Recuerdo la entrada en la iglesia sonando el órgano. Entré del brazo de mi padre, sonriente y agradecida a todo el mundo que había venido. Meses atrás, le había encargado a mi hermana Blanca (la cantante Zyba), que se encargara del sonido de la iglesia y ella, que me conoce muy bien, sabe que hay una canción que me llega especialmente al alma: Me quedo contigo. Cuando iba por la mitad del pasillo, mi hermana, que se encontraba en la zona del altar empezó a cantarla. Mi padre y yo nos paramos en seco, tuve que coger aire un par de veces para poder continuar caminando. ¡Recuerdo ese momento y veo vídeos y aún sale alguna lagrimita!". - Cómo organizar una renovación de votos inolvidable: secretos de las expertas

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Desde el primer momento, supo que sería ella quien diseñaría su estilismo nupcial, porque fue capaz de aunar todas sus peticiones en una única propuesta: "era difícil de encajar en un solo vestido todo lo que quería. ¡Empezó a dibujar y lo consiguió! Con su paciencia infinita Marcela es genial, siempre consigue hacerte sentir bien y especial. ¡Recuerdo salir exultante del atelier! Además, ese día me enseñó un satén en color champán, que le acababa de llegar y que terminó de enamorarme”.

Vestido de novia de seda© Cristina. Foto: Ivo Sousa
"Otro de los aspectos fundamentales que queríamos cuidar de nuestra boda, era el dj, ya que, para nosotros era muy importante el poder disfrutar junto a nuestros invitados, por ello, elegimos a Quike AV". - Mezcla estos colores para conseguir las mesas de boda más virales 

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Accesorios discretos

A su aclamado look hecho a medida, tampoco le faltaron unos complementos discretos, pero cuidadosamente seleccionados, que sumaron puntos al conjunto. “Solo me puse el anillo que me habían regalado los padres de Fer meses atrás, cuando organizamos la pedida (un precioso anillo de brillantes con una esmeralda central) y unos pendientes muy especiales de brillantes y aguamarina, que mi tía Pilar me había regalado para el día de la boda y que compramos en Numinsa, un centro especializado en joyería antigua”, recuerda. Los zapatos, por su parte, eran de piel metalizada, de Mint and Rose, que añadían una nota sofisticada a la propuesta.

Sin embargo, si hubiera que destacar un elemento como el accesorio más relevante, ese sería, sin duda alguna, el ramo de novia de estilo campestre e inspiración boho que llevó. “¡Adoro las peonías, son mis flores favoritas, por lo que no podían faltar! ¡Quería un ramo relajado con toques silvestres, así que hablé con Karmen Arreglos Florales, que se encargaba de las flores de nuestra boda y enseguida hizo realidad lo que quería!”, comparte. A ese diseño floral, Cristina añadió el detalle de una lazada de terciopelo, con un colgante repleto de significado: “mi amiga Sofía se casó también este año. Decidimos regalarnos la una a la otra una medalla de Santa Ana”. Apostó, además, por conservar el ramo tras la boda mediante un proceso de secado, por ello realizó otros dos arreglos florales para su madre, su hermana y su suegra.

Celebrar una boda en Cáceres© Cristina. Foto: Ivo Sousa
"Realmente no tuvimos que cambiar nada. Tanto Fernando como yo, queríamos que nuestra boda representara nuestros orígenes, esos que nos unieron años atrás, por lo que en cuanto vimos una finca en media del campo, nos enamoró la idea de realizarlo allí". - Las ilustraciones son las reinas de la papelería nupcial más bonita

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En clave ‘beauty’

La naturalidad fue la mejor aliada de nuestra protagonista, que buscaba un maquillaje fresco, efecto cara lavada, con el que poder sentirse ella misma y reconocerse con el paso de los años. “Con el peinado dudé algo más. Me corté muchísimo el pelo en diciembre y a todo el mundo le encantó. ¡Me decían que me lo dejase así para la boda! Sin embargo, yo siempre he sido de ir con el pelo recogido y, además, el vestido tenía el cuello alto, cisne, con lo que finalmente, me decidí por el moño bailarina, que frecuentemente me hago para salir”, reconoce. El resultado fue obra de Oui Novias, quienes la acompañaron en un día tan especial y la ayudaron a estar más tranquila, pues Cristina no reside en Cáceres, donde se casó. “Allí no tenía referencias de estilistas, por lo que recurrí a ellos, que ya sabía la línea que seguían. ¡Así fue como conocí a Raquel y Rebeca Pérez, dos hermanas geniales que captaron a la perfección lo que buscaba! Les guardo un cariño especial”, apunta.

Boda en Cáceres

Todo fue un éxito en su enlace a la extremeña, celebrado en la Concatedral de Santa María, donde se dieron el ‘sí,quiero’ los padres de la novia. “Fernando y yo nos conocemos desde pequeños, nuestras madres son del mismo pueblo de Cáceres y aunque actualmente los dos vivimos en Madrid, decidimos casarnos allí, ya que es el lugar que nos ha unido siempre”, nos cuenta. Es así como afrontaron el reto de organizar una boda a distancia, con mucho tiempo de antelación y visitas habituales a Extremadura. Su familia fue una gran apoyo, al igual que los proveedores que les acompañaron.

Look de novia bohemio© Cristina. Foto: Ivo Sousa
"Al realizar la celebración en espacios al aire libre rodeado de naturaleza, no precisaba grandes adornos, por lo que la decoración se basó en potenciar esa naturaleza con más flores, plumones y zonas verdes. Los colores que elegimos eran azul plomizo para los manteles, beige en bajo platos, flores blancas, verdes… y el toque de color que quisimos poner en los centros de mesa lo dieron las naranjas y los limones. ¡Quisimos una estética cuidada, pero sin perder la esencia del campo!". - 10 pasos imprescindibles para celebrar la perfecta boda de invierno

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“Cuando empezamos la organización de la boda, teníamos claras dos cosas: la iglesia donde nos casaríamos y que nuestros invitados disfrutaran de ese día tanto como nosotros, por lo que empezamos a buscar fincas y catering para la celebración”, indica. En esa búsqueda y gracias al consejo de una amiga descubrió la Finca de las Golondrinas, un emplazamiento, casi desconocido en aquel momento, que les cautivó: “era una antigua finca de caza, que había estado cerrada durante un tiempo y que actualmente estaban reformando para poder abrir de nuevo sus puertas. Se encuentra a unos 15 kilómetros de Cáceres, en un emplazamiento inigualable, la dehesa extremeña, esa dehesa que tanto Fernando como yo conocíamos desde pequeños, por lo que fue un flechazo a primera vista”.

Proveedores de boda en Cáceres© Cristina. Foto: Ivo Sousa
Cristina y Fernando quieren agradecer a sus proveedores el buen trabajo realizado: Vestido: Marcela Mansergas. Peluquería y maquillaje: Oui Novias (Raquel y Rebeca Pérez). Espacio: Finca Las Golondrinas. Fotógrafo: Ivo Sousa. Videógrafo: Adrián Toscano. Música en la iglesia (mi hermana Blanca Hernández): Zyba. Música Dj: Quike AV. Catering: Alfardos. Flores: Karmen Arreglos Florales.

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Decoración en su justa medida

Encantados con el paisaje y las diferentes zonas y posibilidades que ofrecía el enclave comenzaron a plantear cómo sería su gran día y conocieron a Bebe, encargada de la organización de eventos de este lugar que: “nos ayudó con todo lo que necesitábamos”. También con una decisión que apostaba por dejar hablar a la naturaleza, porque un emplazamiento al aire libre como este no necesitaba mucho más: “no precisaba grandes adornos, por lo que la decoración se basó en potenciar esa naturaleza con más flores, plumones y zonas verdes”. 

Look de novia con escote bardot© Cristina. Foto: Ivo Sousa
"Lo más importante para futuros novios es que disfruten tanto del día como de todos los preparativos. ¡Es una época súper especial, preparas todo con una ilusión…! Y en función de lo anterior, siempre habrá algo que no salga como esperan o quizá durante los preparativos tengan que hacer modificaciones que no eran lo que tenían pensado, pero nunca deben perder de vista lo que realmente importa: ¡que ese día es de ellos y estarán rodeados de todas las personas a las que quieren! Partiendo de esa premisa no hay nada que pueda salir mal". - Paula, la novia de las mangas de flores y el velo bordado que se casó con su primer amor

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En las mesas, por otro lado, reinaban los tonos azul plomizo, beis y blancos en combinación con el verde. “El toque de color que quisimos poner en los centros de mesa lo dieron las naranjas y los limones. ¡Quisimos una estética cuidada, pero sin perder la esencia del campo!”, concluye. Porque la verdadera magia reside en disfrutar del entorno y de los que allí se reúnen. Y, ¿hay algo más inolvidable?. “Quien se case próximamente nunca debe perder de vista lo que realmente importa: ¡que ese día es de ellos y estarán rodeados de todas las personas a las que quieren!”. A juzgar por estas palabras, parece que, para Cristina y Fernando, no hubo ni habrá nada igual.

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