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Tras un verano repleto de celebraciones, en el que hemos visto dar el 'sí, quiero' a multitud de influencers, llegaba el momento de poner el broche a la temporada estival de bodas con un enlace muy especial. Hablamos del de Inés Arroyo, directora creativa de la firma de moda LAAGAM, quien se casaba el sábado 17 de septiembre con su pareja, Cristian Badia, tras trece años de relación. El lugar elegido fue la Costa Brava, donde primero pasaron por altar para después festejarlo en un enclave mágico. Un enlace que ha estado repleto de detalles, desde los dos vestidos que lució la novia, pasando por los que llevaron las invitadas, así como la decoración, toda una inspiración para próximos eventos.
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Un vestido artesanal de inspiración lencera
Este tipo de siluetas se ha apoderado de las tendencias de moda durante este verano e Inés ha demostrado que en los vestidos de novia también puede encajar a la perfección. Para confeccionar el suyo confió en Castellar Granados, con un diseño a medida con tejido de satén y seda, con escote en V y abertura en la espalda.
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Se trata de una silueta inspirada en el desfile de Alexander Wang para Balenciaga en 2015, una de las favoritas de la influencer, que siempre ha sido una apasionada de la moda; tanto que terminó convirtiéndola en su profesión. Destaca el detalle de las mangas abullonadas del vestido, adornadas con bordados florales, un guiño al romanticismo de los años 50. La novia completó el look nupcial con un velo de seda en blanco roto y joyas customizadas de la firma Rabat.
Un segundo vestido mitad italiano, mitad parisino
Para la fiesta, Inés decidió cambiar de vestido con una alternativa más cómoda con la que poder bailar. Apostó por un diseño de Giambatista Valli que compró durante un viaje a París con su madre. De organza, corto y adornado con volantes y pequeños motivos de flores, presentaba también un escote Bardot que dejaba sus hombros al descubierto.
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Inspiración para invitadas: vestidos estampados y a todo color
Los tonos vibrantes estuvieron muy presentes en los conjuntos que las amigas de la influencer decidieron llevar al enlace. 25 de las invitadas fueron vestidas con diseños de la firma de moda de la que Inés es fundadora. En ellos el estampado no pudo faltar, así como las asimetrías o las aberturas. Y es que la novia insistió en que no quería que sus invitadas se ciñesen a los convencionalismos.
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Decoración de estilo boho con una iluminación de cuento
El lugar escogido para celebrar el banquete y la posterior fiesta fue una finca privada en la que, hasta la fecha, nadie se había casado antes. Aprovechando los últimos días de sol de septiembre, fue en los jardines donde transcurrió la velada. Largas mesas vestidas de blanco se repartían en el exterior, adornadas con flores que le daban a la decoración un estilo cottage y bohemio.
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Los novios quisieron también incluir multitud de velas para construir una iluminación natural que daba un aire majestuoso al enclave. La cubertería y la vajilla estaban formadas por piezas vintage acorde con el estilo de las mesas, que además contaron con piezas de artesanía de amigos y familiares de la pareja. Entre ellas, se encontraban estas originales lámparas diseñadas por una amiga de la novia, con forma de candelabro y adornadas con cristales.
