Pocos días antes de una boda, la pareja tiene todo listo, da las últimas pinceladas y se prepara para la auténtica cuenta atrás. Son muchos los detalles a tener en cuenta y numerosos los consejos recibidos, pero siempre hay cosas que se olvidan, cuestiones que se pasan por alto porque las emociones inundan a los protagonistas. “El consejo que daríamos es el que nos dieron a nosotros y llevamos a cabo: tratad de estar ese día juntos. Nosotros lo llevamos a cabo y, desde luego, si pensamos en nuestro día, en todo momento está presente el uno en los recuerdos del otro y creemos que eso es algo muy bonito”. Eran las palabras de Isabel, una novia que triunfó con sus dos looks y se hizo viral. Como ella, otras novias deben recordar lo verdaderamente importante: lo resumimos en ocho puntos.
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Disfrutar con el novio
Siguiendo el consejo que Isabel daba a los futuros recién casados de los próximos meses, que los novios disfruten el uno del otro podría ser la recomendación principal. Sucede, en ocasiones, que la pareja debe atender a sus invitados, estar pendiente de los detalles y tratar de que el timing se cumpla al completo, por lo que terminan olvidándose de estar juntos. Conviene que ese día ambas partes sientan que son prioritarias y que, por encima de los compromisos, hagan lo que realmente les apetezca. Así, las fotogafías saldrán bonitas y naturales y tendrán momentos mágicos de la ceremonia y la celebración grabados en la memoria.
Comer previamente con tranquilidad
Suele decirse que los novios son los que menos comen en el día de su boda. ¿Por qué no aprovechar para hacerlo antes de salir de casa? Tanto si se trata de un enlace de mañana como si tiene lugar por la tarde, conviene que la novia y el novio desayunen o almuercen lo suficiente para sentirse satisfechos. Mejor recurrir a comidas ligeras, con ingredientes de la dieta medierránea, que no produzcan el temido hinchazón y sacien el estómago.
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Dar espacio a cada momento
Puede que la novia entre en un círculo vicioso al querer controlarlo todo. Tener un plan de la boda es imprescindible, pero lo más adecuado es que sean otros los que dirijan cada etapa y no la propia protagonista del día. De esta forma, se evitarán sorpresas de última hora, agobios y momentos de caos. Si no sabe en quién delegar cada tarea, quizá la pareja deba plantearse contratar un equipo de wedding planners, que se encarguen de dirigir cada fase del día y les permitan disfrutar como realmente merecen.
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Caminar sin prisas hacia el altar
Una de las cosas que las novias olvidan hacer el día de su boda es caminar tranquilamente hacia el altar. Al final del pasillo, las protagonistas del día encuentran al novio, por lo general, emocionado y resulta tentador acercarse cuanto antes. Las miradas de los invitados estarán puestas en el look que ella viste por sorpresa para todos ellos y la sensación también puede invitar al padrino y a su hija a acelerar el paso. Frente a todo ello, la mejor de las actitudes es la de relajación y predisposición, solo así, en calma se puede disfrutar realmente la experiencia.
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Probar el menú de su gran día
Es uno de los temas en los que los novios invierten más tiempo. Para las parejas es de vital importancia que los convidados se lleven una buena impresión del enlace, que el menú esté a la altura del día que ellos quieren celebrar. Con el fin de catar el menú al completo, la popular prueba de menú permite a los novios hacerse una idea de lo que disfrutarán sus invitados. No obstante, la novia debe concederse tiempo para comer y degustar esa elección que hicieron tiempo atrás. Desde los aperitivos al postre, todo merece la pena y debe degustarse con delicadeza.
Despreocuparse
Otra cosa que la novia no debe olvidar el día de su boda es precisamente eso: olvidar. Son varios los meses que los novios han dedicado a organizar una boda. Han invertido tiempo y economía en ello y se han dejado la piel en sorprender y agradar a todos sus invitados. Es normal que estén nerviosos y que dediquen tiempo a repasarlo todo, pero su enlace no puede convertirse en el centro de todas sus preocupaciones. Durante el gran día toca desconectar y que la pareja disfrute la boda como uno de sus asistentes: ¡al límite!
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Ponerse cómoda
La novia quiere mostrar al mundo su mejor versión en el gran día. Durante los meses previos, habrá buscado con precisión cada uno de los elementos de su look, quizá haya invertido en tratamientos de belleza y tal vez haya encontrado complementos muy especiales. Y aunque todas esas partes conforman su look nupcial, el que siempre había soñado, al llegar al baile es fundamental que priorice su comodidad, lo que significa que deberá decir adiós a las joyas más valiosas y despedirse de zapatos de tacón infinito, siempre que ella quiera, para exprimir al máximo la noche.
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¡Siempre sonreír!
Quizá la cuestión más importante de todas sea esta y, sin embargo, las prisas y los agobios pueden terminar por hacer que las novias la olviden, hasta el punto de que algunas no parezcan felices en sus fotos de boda. Reír estimula el corazón, los músculos y órganos como los pulmones, libera endorfinas y reduce el estrés. Una sonrisa es, sin duda, la gran aliada de las novias y un método para cambiar el chip y centrarse en vivir el momento, que es lo que hará que solo guarden buenos recuerdos de su enlace.