Dicen que el primer amor nunca se olvida y para algunas parejas lo cierto es que esa primera relación se convierte en la única. El secreto para lograrlo es, sin duda, conservar la magia que une a los novios y eso ha sido precisamente lo que ha hecho que la influencer y actriz Alba Duch y el futbolista Iago Indias se casaran después de un vínculo que nació en la adolescencia. Ambos se conocieron cuando tenían 14 y 13 años respectivamente. “Hemos estado el uno para el otro desde siempre”, cuenta Alba. Al cumplir los 15 años empezó su gran aventura y más de una década después se han dado el ‘sí, quiero’, el pasado 18 de junio, con una ceremonia en la Iglesia San Bartolomé y Santa Tecla de Sitges y una celebración en la Finca Mas Solers, que fue todo un espectáculo.
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Dos vestidos
Su enlace estuvo repleto de detalles y estudiado al milímetro. Uno de los más importantes, sin duda, ha sido el look de la novia. Alba se decantó no solo por uno, sino por dos vestidos muy sofisticados que la acompañaron durante distintos momentos de su día. Para la ceremonia y el banquete, confió en un diseño de Nicole Milano, que encontró en Pronovias. “Es el modelo de mis sueños”, explica ella. De corte princesa, presentaba una falda de tul blanco roto muy voluminosa encajada en un corpiño chantilly y un escote off-the shoulders estilo bustier. Además, la espalda contaba con un escote redondeado con un delicado cierre de pequeños botones y una espectacular cola, de tejido ligero y vaporoso.
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Todos los accesorios eran de Pronovias, excepto el anillo de compromiso, obra de Bulgari y las alianzas, de Cartier. En los pies, los zapatos los firmaba Mascaró. Eran una edición de la colección de la temporada pasada, realizados en tela oro champán brillante, con pulsera en el tobillo y un tacón de 10 centímetros, que la novia aguantó todo el día. Alba no renunció a la magia de un buen ramo de novia en su fabuloso enlace. El suyo, de tallo largo y tonalidades pastel, estaba compuesto de la flor lagurus y diferentes tipos de rosas.
De la silueta princesa, nuestra protagonista se pasó al corte sirena para el segundo diseño, el que lució durante el baile y la fiesta. Firmado por la catalana Andrea Lalanza, era una propuesta personalizada, con base en tul de glitter con bordado floral y confeccionado con lentejuelas. El vestido incorporaba la gran tendencia de 2022: la capa; esta era de pedrería con corte evasé. Todo ello se remataba con un cinturón de Swarovski, terminado en lazada, acompañado con complementos de Supertocadas.
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Maquillaje con ‘glamour’
La guinda del pastel la puso el look de belleza de la novia, quien confió en un semirrecogido con ondas al agua para un día tan especial, realizado por Hair by Sergio. El maquillaje no se quedó atrás y estuvo estudiado al milímetro. Obra del estilista y también influencer Rubén Ramos (The Awaking of Style), se ideó con la intención de que la novia saliera perfecta en las fotografías que posteriormente compartirían sus seguidores.
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Rubén maquilló a la novia siguiendo su característico maquillaje efecto filtro, el cual se efectúa marcando todos los volúmenes, tanto de las facciones del rostro, como de la mirada, con diferentes tonalidades de marrón y las pestañas en negro. Los ojos se realizaron siguiendo la tendencia foxy eyes, buscando estilizar su mirada junto a unos labios nude.
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Espacios con historia
A su acierto en lo relativo al look nupcial, Alba sumó una celebración llena de sorpresas. La novia y su ya marido, Iago, confiaron en el equipo de wedding planners de Boda y miel para la preparación de su gran día. Alba recuerda la importancia de esta labor porque: “es muy difícil organizarlo y estar en todo”. Con ellas prepararon el timing al completo, desde la iglesia a la fiesta.
La Finca Mas Solers, un palacete de estilo renacentista catalán de finales del siglo XIX que albergó, en su época dorada, el antiguo Gran Casino de Barcelona, se engalanó para el gran día de nuestros protagonistas. Los proveedores captaron a la perfección el concepto de la pareja, que quería una boda cuya inspiración fueran el cine y el fútbol, profesiones de ambos. Esa idea fue la que vertebró todos los detalles del enlace: en cada mesa se encontraba un Óscar de actores de Hollywood, la tarta nupcial de chocolate tenía detalles cinematográficos y los novios bailaron un remember de esas canciones archiconocidas del cine, como las de Dirty dancing y Grease.
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Las flores eran una de las cuestiones más importantes para Alba. El equipo de Mimah Studio supo reflejar la esencia y personalidad de nuestros protagonistas, especialmente la dulzura de ella. Lo consiguieron mezclando flores naturales y monocromáticas en tonos blanco, dorado y verde. Pero no fueron las flores la única sorpresa para los asistentes. Junto a las actuaciones de Frank Diago y Ángeles Arboleda, la pareja sorprendió a sus 235 invitados con la gran tendencia: una boda circo. Desde un tatuador hasta un toro mecánico, pasando por photobooth, photocall, mesa de dulces, chill outs y portería de fútbol: nada faltó en esta celebración. Ni las risas, ni la diversión, ni las ganas de festejar, siempre, por todo lo alto.