Una de las mejores noticias que un invitado a una boda puede recibir es la de haber sido elegido testigo. Los novios otorgan, de esta forma, un papel relevante a ese amigo o familiar y le transmiten un mensaje de confianza, a la par que confirman una relación especial con él. La duda, para la pareja, es ¿cómo elegir sus testigos entre tantas personas a las que quieren? El primer paso es conocer lo que se indica en la ley. "En la ceremonia civil tiene que haber únicamente un testigo por cada novio, con su DNI", nos indica Gemma González Events. Sin embargo, en las posteriores celebraciones civiles y especialmente en las bodas religiosas se elige a más de una persona en base a unos criterios emocionales. Hoy desvelamos los mejores consejos que los expertos pueden ofrecer para decidir con conciencia y decir adiós a las dudas.
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No incluir familiares directos
La familia es una pieza clave en el apoyo a los novios, que suma mucho en la pareja. Es habitual que la pareja se fije primero en sus seres más queridos y cercanos para tomar una decisión en relación con sus testigos. Sin embargo, la tradición y las normas de este tipo de actos indicaban lo contrario, nos desvela Gemma González Events. "Lo que vemos en las ceremonias religiosas, con varios testigos por cada lado es puramente simbólico, pues en las bodas civiles solo debe haber un testigo por persona. La tradición indicaba que no podían ser familiares directos (los hermanos, por ejemplo), aunque hoy en día son muchos los que no la siguen", explica.
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Mínimo dos, pero ¡el máximo importa!
En las ceremonias católicas ha proliferado que sean más de dos los que se elijan, aunque sea de forma simbólica. Es habitual que cada miembro de la pareja cuente con unos tres o cinco testigos. Cuando el número sube, la salida de los novios y la ceremonia pueden durar más de la cuenta. "Las ceremonias no deberían perder su toque de intimidad. Hay una pareja y hay alguien cercano que simboliza algo para ellos", señala Gemma González Events, alejándose de las bodas que apuestan por un muchos testigos. Aunque, hay opciones para los prometidos más exigentes. "Hemos tenido bodas con un gran número de testigos, muchos más de lo habitual. Aunque puede ralentizar el ritmo natural de la ceremonia, hay soluciones como la que se aplicó en una de nuestras bodas. Los novios disponían de un libro de firmas, que custodiaba un responsable, que los testigos comenzaron a firmar antes de la ceremonia y durante la misma. De esta manera se agilizaban los procesos", recuerda Mila's Weddings.
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Atención a los vínculos
Es fundamental comprender que el testigo desempeña un papel destacado en el gran día y confirma una relación especial con la pareja. Ante la duda, siempre será mejor contar con pocos, pero muy fieles y relevantes testigos, que con un número desorbitado de invitados con un vínculo poco sólido con los novios. Nos lo explica Gemma González Events: "es importante que sea alguien que ha formado parte de tu vida desde joven, no un compañero de trabajo que acaba de llegar. Habrá gente que la conoces desde la guardería y otra que será de la carrera, pero que sean personas que realmente han significado en tu vida y que hayan vivido la evolución de la pareja. Por ejemplo, que el día que la pareja se conoció estuvieran presentes, que ha presentado a los novios, que cuando ha habido alguna crisis ha estado ahí".
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Consenso
Puede suceder que los novios busquen un número par y equilibrado y deban decidir entre dos personas. En estos casos debe interferir el sentido común y apostar por aquella que tenga mejor relación con las dos partes de la pareja. Los novios deben estar de acuerdo con lo que se decida en torno a los testigos y es habitual que se pueda caer en alguna pequeña discusión. Pero, como nos comentaba la psicóloga jurídica y mediadora familiar Patricia Flor, para evitar el estrés y los conflictos durante los preparativos de una boda conviene hacer un ejercicio. "Te recomiendo que escribas aquello que te está preocupando, o si son quehaceres puedes hacer esa lista también. A partir de lo que hayamos escrito, vamos a darle una solución a cada aspecto: ¿qué puedo hacer yo para sentirme mejor o cómo podemos conseguir hacer esto?”, apuntaba. Porque es importante que esta decisión no mine la relación entre los novios. Es un momento de alegría, no deben existir compromisos.
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Repartir los papeles
Ya sabemos, como indican los expertos, que no se debe caer en elegir a un número grande de testigos, pero ¿cómo solucionar indecisiones y dar hueco a amigos a los que se quiere dar protagonismo? La respuesta puede estar en otros momentos de la boda. "Nadie debe sentirse excluido. Lo que hay que intentar, cuando los novios tienen a mucha gente a la que quieren dar un papel determinado en la boda y no quieren dejar a nadie fuera, es apostar por una alternativa. Recomiendo que a los restantes les den otro cometido: que lean las peticiones, que lean una lectura, que hagan un discurso o que dediquen unas palabras en el banquete", aconseja Gemma González Events. Y así todos ganan.