Este viernes 10 de junio la Hacienda Los Molinillos, ubicada en la localidad sevillana de Mairena del Alcor, se ha vestido de gala para celebrar el enlace civil entre Davide Ancelotti (hijo de Carlo Ancelotti) y Ana Galocha. Una finca del siglo XVII en la que Cayetano Rivera y Eva González celebraron su banquete de boda y que en este caso han decorado con flores en tonos verdes y blancos, así como sombrillas de estilo oriental. Sobre un pasillo ubicado en el exterior y cubierto con alfombras de yute, la novia hacía su aparición del brazo del padrino, sin poder contener las lágrimas y mostrando su acertada elección: un bonito diseño de manga larga y tejido de guipur firmado por Yolancris.
Además de lo especial del tejido, que creaba un efecto de transparencias muy femenino y elegante, la prenda destacaba por su corte sirena con cola que se adaptaba a la silueta de la novia favoreciéndola especialmente. Pero además, incluía dos aberturas en los laterales de la cintura que, además de adecuarse a la tendencia cut-outs que triunfa esta temporada, conseguía afinar estratégicamente esta parte del cuerpo. Para rematar el estilismo nupcial, Ana ha escogido un ramo de flores preservadas en tonos beis perfectamente coordinado con la decoración de la finca (un buen truco además para poder conservar el ramo como pieza de decoración en casa y mantener el recuerdo).
Llamaban especial atención los complementos de la artista sevillana: unos pendientes colgantes en forma de cruz y unas gafas de sol con montura blanca y patillas de carey que añadían un toque rompedor al look. Tampoco faltaba el abanico, el nuevo accesorio de moda entre las novias más estilosas, como Nuria March o Marta Lozano.
En cuanto al peinado y el maquillaje, ambos han sido obra del estilista sevillano Jose Carlos Lora, encargado del estilismo beauty de la novia durante su preboda. La artista ha llevado el cabello suelto estratégicamente colocado detrás de las orejas y peinado con unas ondas muy naturales que caían sobre su espalda con mucho brillo. El maquillaje, muy natural con labios nudé y sombras tostadas, otorgaba todo el protagonismo al vestido. Lo mismo sucedía con la manicura, un sencillo diseño de color rosa efecto transparente con una discreta decoración de lo que parecen brillantitos en el dedo anular.