Vania Millán se ha casado este sábado en Madrid con Julián Bayón en la iglesia de San José del centro de Madrid, un majestuoso templo barroco cuya decoración hubiera podido darnos alguna que otra pista de antemano sobre el look de cristales y lentejuelas que la novia ha escogido para darse el 'sí quiero'. Haciendo gala de su espectacular figura, quien fuera Miss España 2002 ha deslumbrado en su enlace con este vestidazo desmontable de princesa.
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Un vestido de ensueño con corsé y cientos de lentejuelas
Vania ha querido resaltar su figura con un diseño de princesa de corsé glitter con escote corazón y tirantes de cristal y amplísima falda de tul dotada con cientos de lentejuelas que destellaban en su encuentro con el intenso sol del mes de junio. De hecho, según ha revelado la misma novia, este ha sido un detalle añadido especialmente para ella, pues el atelier encargado de su confección le ha dado la opción de personalizar el traje.
Dos trajes en uno: el furor por los diseños desmontables
Al igual que otras novias españolas, como la periodista Paloma de la Hoz, la modelo ha querido reservar para la ceremonia su faceta más clásica con este modelo sumamente romántico de cuento de hadas, que ha cambiado por una versión cómoda pero no por ello menos estilosa de cara a la fiesta.
El gran secreto de Vania es que se trata en realidad de un dos piezas transformable, que se convierte en vestido de noche al retirar la falda después de la ceremonia. Debajo, viste una falda cruzada elaborada con crepe chinesse de color blanco nata con una sensual abertura, que le permitirá presumir sus tonificadas piernas en su llegada a la celebración posterior.
Al darse la vuelta, descubrimos un largo velo de tul de tres metros que se extiende sobre la impresionante cola de dos metros de la falda, en sintonía con la espectacularidad del resto del traje. Para no sobrecargar el look, la novia ha prescindido de tiaras o tocados y, en su lugar, se ha recogido el pelo en un elaborado moño trenzado de efecto pulido que resalta las facciones de su rostro, así como el luminoso maquillaje natural que ha escogido para pasar por el altar esta segunda vez.
El sello detrás de esta impresionante pieza nupcial no era ningún secreto. Horas antes del enlace, la modelo afirmó en sus redes sociales que se trataba de Love Is In The Air Atelier, un espacio multimarca que conoció por recomendación de una amiga. "Me encantó (sic) todas las marcas y estilos que vi que podía encontrar allí… desde el estilo más boho al más princesa… marcas top dedicadas a vestir novias… y todo en el mismo lugar, algo que agradecí porque últimamente lo que me falta es tiempo!! 😁"
Como ella bien asegura, por su probador pasaron varios diseños distintos (aunque todos 'muy Vania'), plagados con pedrería o lentejuelas e incluso, algunas transparencias lo suficientemente modestas para cumplir con el protocolo eclesiástico. El elegido, finalmente, ha sido este vestidazo de princesa personalizado que se amolda a su cuerpo como anillo al dedo.