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Por fin ha llegado el gran día de Ana Iglesias. La ganadora de la octava edición de MasterChef ha celebrado hoy su boda con su novio, Rodrigo Núñez de Aysa, tras casi siete años juntos. Y ¡HOLA! puede desvelar, en exclusiva, uno de los secretos mejor guardados del enlace: su vestido de novia. El vestido, de estilo medieval, diseño de María Gadea, fue creado especialmente para ella.
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Se trata de un modelo que tiene una falda interior en crepe de seda de corte recto y una abertura trasera y, sobre ella, una segunda falda en gasa de seda con una espectacular caída y una pequeña cola. El vestido lo completa una capa con cola que sale recta desde el escote, en forma cuadrado de la espalda, y que aporta el toque solemne al vestido, muy favorecedor para la Ana. Algo que Ana tenía muy claro desde el primer día era que las estrellas tenían que estar presentes, de algún modo, en su vestido, y así ha sido.
La empresaria ha lucido un velo de tul sobre el que se han bordado pequeñas estrellas. Otro detalle muy especial que le ha dado un aire muy romántico a su look nupcial son las mangas amplias en gasa de seda que acaban en un puño ancho abotonado y rematan con una gran lazada con caídas. Y es que, tal y como nos adelantó la diseñadora María Gadea, “es un vestido muy personal que define muy bien a Ana; natural, juvenil y alegre”.
Espectacular, en cuanto a accesorios, la novia ha elegido unos pendientes que simulan una cascada de diamantes, diseño de su hermana, de la firma que crearon juntas, Dosprimeras. También los gemelos del novio eran de su firma. Y, al igual que hacen cada vez más novias, ha optado por ir más cómoda, llevando unos zapatos planos -no tacones-, que combinan perfectamente con su vestido, de la firma Sveti Stefan. “Yo quería ir súper sencilla, estar súper cómoda e ir súper natural”, nos contaba Ana.
El broche de oro lo pone el peinado -un recogido con ondas de sirena, obra de Sandro Nonna para GHD - y el maquillaje, muy natural, de la maquilladora Mónica García Reinoso para Mac. Tampoco ha faltado el ramo. En su gran día, Ana ha hecho gala de la naturalidad y frescura que la caracterizan y por ello, ha optado por no mezclar muchas flores, colores y tonos, y llevar uno de peonías.
Además, Ana Iglesias ha estado rodeada de su familia, amigos y excompañeros del programa de MasterChef, que no podían perderse este día tan importante para la ganadora del concurso culinario. En las imágenes, vemos a Iván Mariñas, semifinalista y amigo de Ana. Ambos se han fundido en un emotivo abrazo tras la ceremonia.