Como de cuento de hadas. La boda de Grace Kelly y Raniero de Mónaco, celebrada en abril de 1956 fue un momento inolvidable para la historia, pero también la causa de que el mundo entero se deleitara con una de las novias y trajes más impactantes que nadie hubiera visto nunca. Tanto es así que su silueta no solo ha envejecido estupendamente bien con el tiempo, sino que sigue siendo pura inspiración para novias del presente.
Para ti que te gusta
Este contenido es exclusivo para la comunidad de lectores de ¡HOLA!
Para disfrutar de 8 contenidos gratis cada mes debes navegar registrado.
Este contenido es solo para suscriptores.
Suscríbete ahora para seguir leyendo.Este contenido es solo para suscriptores.
Suscríbete ahora para seguir leyendo.TIENES ACCESO A 8 CONTENIDOS DE
Recuerda navegar siempre con tu sesión iniciada.