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Una boda está marcada por los rituales. Desde el momento de la petición de compromiso, en el que se produce un gesto especial que es casi universal, hasta el hecho de contar con luna de miel; son numerosas las costumbres que han pasado de generación en generación. Cada país y localidad cuenta con sus propias tradiciones que se han convertido en imprescindibles para dar el 'sí, quiero' para algunas parejas. Dentro y fuera de nuestras fronteras triunfan algunas muy curiosas y emblemáticas que tienen esa magia especial para los novios y están repletas de simbolismo.
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‘Algo viejo, algo nuevo, algo prestado y algo azul’ son las cuatro claves imprescindibles de las novias clásicas. Reconocida a nivel internacional, esta máxima nupcial tiene su origen en un refrán inglés del siglo XIX, de la época victoriana. La popular tradición ha motivado que sean muchas las que recurran a incorporar piezas familiares a sus looks nupciales, creaciones prestadas y antiguas, por lo general velos, joyas o tiaras diseñadas exclusivamente para el gran día.
Ceremonias católicas
Más allá del clásico refrán, en las bodas religiosas de nuestro país se han rescatado gestos como el Rito de la Velación Nupcial, una ceremonia litúrgica católica que toma su nombre del latín ‘velatio’ (acción de tapar con un velo). Históricamente relacionado con la liturgia hispano-mozárabe y la judía, en este gesto se cubren los hombros del hombre y la cabeza de la mujer con un velo o mantilla para recordar el cumplimiento de sus deberes, reforzar la unidad de la pareja y pedir una educación cristiana para sus futuros hijos.
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En materia de costumbres católicas, con gran arraigo en diferentes poblaciones de España, algunas de nuestras novias virales nos hablaban de cómo llevaban pequeñas medallas de vírgenes y santas alrededor de sus ramos nupciales. Son precisamente estas advocaciones, hermandades o imágenes las que también se convierten en el centro de atención cuando los novios las visitan durante el gran día para hacerles entrega de una ofrenda o del mismo ramo.
También se acercan a posteriori, días después del enlace, para hacer donaciones o incluso regalos de gran importancia. En Andalucía las novias más devotas entregan joyas nupciales o incluso el vestido, a vírgenes con las que tienen un vínculo. Las cofradías utilizan estas piezas para vestir las imágenes, ubicarlas en sus archivos históricos y museos o aportar a sus respectivas obras sociales, reconocidas por tener un gran impacto en los más necesitados.
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“En Sevilla, por ejemplo, es habitual ver a los prometidos que se acercan al Monasterio de Santa Clara, días antes de su boda, para pedir a la Santa que no llueva ese día. Entregan un cartón de huevos, como dicta la tradición", explica María, una futura novia de la capital andaluza acerca de esta práctica que se repite en otros puntos de nuestra geografía.
Supersticiones
En materia de costumbres, las supersticiones también tienen un hueco en el gran día. Desde aquellas que apuntan que se debe entrar con el pie de derecho a la iglesia o el altar, hasta las que indican que casarse en martes da mala suerte. Son numerosas las novias que confían en el poder de los alfileres, una tradición que procede, dicen algunas wedding planners, de la leyenda de la Virgen de los Alfileritos de Toledo, por la que una noble toledana pedía a su dama de compañía que le clavara un alfiler si se quedaba dormida durante el rezo del rosario. Unas oraciones en las que pedía que su amado regresara del Pacífico para poder casarse. Cada uno de esos alfileres eran dispuestos en ofrenda a la Virgen cada noche. Ahora la tradición indica que la novia entregue estos alfileres a sus invitadas más destacadas, especialmente a las solteras. Si al final de la boda han perdido el alfiler, encontrarán el amor.
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Muy romántico
La nota más romántica la pone una de las prácticas más bonitas de Cataluña y, en ocasiones, también dada en la zona del Levante: la tradición del ‘Verso del Padrino’. Antes de que la novia ponga rumbo a la ceremonia religiosa o civil, durante sus preparativos y junto a su familia, el padrino es el encargado de recitar unos últimos versos que el novio escribe a la novia para decir adiós a su soltería. El padrino hará el recorrido con el ramo de la protagonista (elegido por él mismo) hasta llegar a su casa para leer este texto especial.
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Carácter internacional
También hay hueco para la sabiduría popular en países como Reino Unido, donde las novias que encuentran una araña en su vestido están de enhorabuena, pues les llegará la buena suerte con su matrimonio. Más conocido es el sorteo de la Liga de la novia, una costumbre en la que el novio siempre quiere ganar, pero que está casi extinta. En esta línea destaca otra de las prácticas más curiosas. En busca del bienestar económico de la pareja, algunas novias y ateliers cosen una moneda en las enaguas del vestido. Todo sea para que el matrimonio viva en paz, alegría, respeto y prosperidad.