La ilusión por acompañar a los novios en su gran día y compartir este momento tan especial con ellos también se traslada a los looks de invitada . Este año, en especial, tengo muchas bodas, por lo que invertir en diseños versátiles y atemporales que puedas combinar con distintos accesorios y cambiar el look por completo será clave. Lo primero es conocer los detalles principales del enlace, como la hora y el lugar de celebración . Una vez tenemos estas dos ‘pistas’, siempre empiezo por el vestido, normalmente de largo midi o por los tobillos, según la hora de la ceremonia, aunque también me atrevo -¡y me encantan!- los trajes sastre .
Siento predilección por los colores lisos , pero cada vez me gustan más los estampados, como los lunares, que esta temporada vienen pisando fuerte. Una vez elegido el vestido, pienso los accesorios. ¿Mis favoritos? El infalible clutch y unos ‘taconazos’ -si son sandalias, mejor-. También me gustan las chaquetas -o abrigo, en invierno- colocadas sobre los hombros para cubrirnos, por ejemplo, si la ceremonia es religiosa y queremos prescindir del clásico chal.
“Ser siempre una misma y sentirte segura con lo que llevas. Esa es la clave para poder disfrutar de la boda”
Si es una boda de mañana, me parece muy elegante completar el look con una buena pamela, me encanta verlas, aunque si, como yo, te sientes más cómoda con tocados, hay un sinfín de opciones que se adaptan a todos los estilos. Y lo más importante, no olvides tomarte ‘con filosofía’ los pequeños contratiempos (a mí me suele pasar de todo, desde no tener el vestido hasta el mismo día de la boda, a romperse la cremallera o que se me caiga el maquillaje encima minutos antes de salir…), ser siempre una misma y sentirte segura con lo que llevas. Esa es la clave para poder disfrutar de la boda.