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¿Casarse en Hawai con el hombre que amas? ¿Con un vestido rosa? ¿Que el diseño, además, sea exclusivo de Valentino? ¿Y con la élite de Hollywood entre las invitadas? Podrían ser los ingredientes de una boda de ensueño, pero la periodista de moda Laura Brown ha logrado reunirlos todos el 24 de abril, en su enlace con el cómico Brandon Borror-Chappell. En efecto, la editora escogió el mismo tono que Paris Hilton para su vestido de novia, si bien el suyo había sido concebido por su íntimo amigo Pierpaolo Piccioli, director creativo de Valentino (la marca que también firmó el traje de Nicola Peltz para dar el 'sí, quiero'). The Club at Kukuiʻula, en la isla hawaiana de Kauai, fue el escenario donde los novios pronunciaron sus votos.
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-Esther Cañadas vuelve a la pasarela española y presenta la colección más majestuosa de Pronovias
"Mi guapo y singularmente talentoso amigo @pppiccioli dibujó por primera vez mi vestido de novia de @maisonvalentino en enero de 2020", ha publicado la australiana en sus redes junto a unas fotos con el diseñador; y es que la celebración había sido postergada con motivo de la crisis sanitaria. "¡Ojalá estuviera allí, pero estoy saltando con el corazón! ¡Feliz y orgulloso, amiga!", respondía el diseñador en los comentarios de la imagen. Por su parte, Naomi Watts (que lució su sempiterno corte bob) sí pudo estar presente, y en las instantáneas sobre la celebración que compartió en redes sociales decía: "Esto es lo que se llama una BODA; todos lo necesitábamos".
La actriz acudió acompañada por su pareja desde hace cinco años, el también actor Billy Crudup. No obstante, en sus imágenes aparece junto a Michelle Pfeiffer y Bobby Cannavale, entre otros. La lista de vips presente abarcaba otras actrices como Brooke Shields (que vuelve a caminar con normalidad tras su accidente), Jessica Alba o Kate Bosworth, pero también la la supermodelo Miranda Kerr y la prescriptora de moda Veronika Heilbrunner. Un autobús fue el medio escogido para desplazar a todos por la isla.
La chica de rosa
A pesar de la cantidad de estrellas presentes, era imposible hacer sombra a la novia. Su vestido rosa era protagonizado por un escote bardot que dejaba al descubierto sus hombros y del que colgada un amplio volante festoneado. En la cintura, una enorme lazada lateral marca la transición hacia la falda: con muchísimo vuelo. El toque final lo puso el velo de plumeti, que aportaba un punto aún más especial al diseño. Su ramo con flores de buganvilla resultó original y encajaba a la perfección con el conjunto por el colorido.
La periodista también escogió el rosa y un patronaje voluminoso para su vestido de preboda, aunque en este ocasión, pertenecía a la firma australiana Zimmermann, una de las más célebres en su país y especialmente, en el universo nupcial. Laura, de 47 años, vivió en Australia hasta 2001, cuando se mudó a Nueva York. Allí se abrió paso en el universo de las revistas. Hasta el pasado febrero, ejerció de directora de la edición americana de InStyle, cuando la revista anunció que dejaría de publicar su formato en papel y pasaría a ser un medio íntegramente digital. Esto es lo que se dice comenzar una nueva vida.