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Esta semana Barcelona ha vuelto a convertirse en la capital mundial de la moda nupcial gracias a su Bridal Fashion Week, la cual ha reunido a numerosos invitados llegados desde todos los rincones del planeta para descubrir las que tendencias que triunfarán en el sector de cara a la próxima temporada. Uno de los desfiles más esperados año tras año es el de Atelier Pronovias, la colección de alta costura más lujosa del famoso grupo español, que en esta ocasión ha presentado sus diseños de cara a 2023 bajo el nombre de Versailles y con una embajadora muy especial sobre la pasarela: Esther Cañadas, quien nos cuenta cómo está viviendo esta nueva y emocionante etapa en su vida tras su parón laboral de casi diez años.
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Un nuevo capítulo en su vida y su carrera
Después de haber estado alejada de las pasarelas durante cerca de una década, en febrero de 2020 la top volvía a subirse a ellas en París de la mano de Balmain, pero ha sido ahora cuando las ha retomado en nuestro país. En el ensayo que tuvo lugar unas horas antes del show, confesaba que este regreso tras la vasculitis, una enfermedad del sistema inmune de la que explicaba estar ya recuperada tras una época muy dura, era un placer: “Siempre me ha gustado mucho mi trabajo pero ahora retomarlo desde otro punto de la vida con otra estabilidad, se disfruta muchísimo más” nos explicaba.
Echando la mirada atrás y a la relación que le une con Pronovias, marca de la que fue imagen en 1998, contaba con nostalgia que recordaba perfectamente “la emoción de aquel primer desfile”, aunque ahora es una sensación distinta porque confiesa haber cambiado como persona. En cuanto a sus planes de futuro más inmediato, lo tiene claro: “La idea es quedarme en España. Me encanta trabajar aquí”.
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Y, viéndola tan espectacular enfundada en el diseño Charlotte, una seductora pieza de tul bordado con flores en relieve, pronunciado escote en ‘V’ y silueta sirena que realzaba su figura, la pregunta era obvia: ¿le ha entrado el gusanillo de pasar por el altar una tercera vez? A lo que respondía ambigua. “No sé, son cosas distintas, en este caso te pones un vestido como de princesa poderosa, lo otro son cosas de la vida que ya veremos que ya pasará, la vida da muchas vueltas”. Eso sí, confiesa que a día de hoy el vestido de sus sueños sería similar al que llevaba, puesto que lo ve “muy elegante, muy romántico, para una mujer fuerte, me gusta la combinación de brillante y cómodo”.
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Una velada inolvidable
El que lució Esther para cerrar el desfile era solo uno de los 44 imponentes vestidos que conforman esta nueva colección de Atelier Pronovias, que se presentó en Barcelona ante la atenta mirada de más de 1.800 invitados, entre los que destacó la presencia de Victoria de Marichalar, quien acudió espectacular con un vestido satinado y junto a su pareja, Jorge Bárcenas, quien se encargó de amenizar la fiesta posterior como DJ. Junto a ellos en primera fila estuvieron otros rostros conocidos como Michelle Salas, Irene Rosales, Carmen Lomana o influencers como Alex Rivère o Amy Jackson. Todos ellos disfrutaron de un espectáculo amenizado por música de violines en vivo y bailarines que interpretaron una danza clásica muy acorde con la temática de la colección presentada.
Vuelta al brillo y a la opulencia
Los vestidos presentados sobre la pasarela, decorada con grandes globos blancos y dorados en representación del lujo y el esplendor, busca recuperar el brillo, el maximalismo y la alegría después de dos años de gran incertidumbre que han afectado mucho al sector nupcial. Alessandra Riunaudo, directora creativa de la casa, viaja al París imperial para recuperar la opulencia de la corte real más famosa, trayendo de vuelta los corpiños, el corte imperio, los guantes largos, las capas y los encajes más especiales.
Además, adquieren un gran protagonismo las pedrerías y adornos artísticos como los cuellos joya y los tejidos brillantes inspirados en el famoso Salón de los Espejos de Versalles. Esta inspiración se materializó también en los looks de belleza de las modelos, especialmente en los peinados, voluminosos moños con detalles trenzados y mechones rizados sueltos aderezados con tocados brillantes y tiaras que recordaban también a la estética Regencycore que ha traido de vuelta la exitosa serie de los Bridgerton.