"En el caso de las novias, es difícil (y no se debe) hablar de tendencias", comienza a relatar Eduardo Sánchez. "Aunque nos intentemos ajustar a los mandatos de las pasarelas y a los deseos de la novia (que en ocasiones viene con un recorte o una fotografía en el móvil), nuestro objetivo debe ser siempre que esté lo más favorecida y armónica posible", explica. ¿El motivo? "Cada novia es única; no hay dos mujeres iguales y no debería haber dos novias iguales. Por eso debe haber conversación muy fluida con el peluquero, que debe conocer todos y cada uno de los detalles del enlace", recomienda el director de Maison Eduardo Sánchez.
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Sin pasarse de la raya
Con más de 30 años de trayectoria, el experto toma en consideración "si se trata de una boda de interior o exterior; campestre o urbana; la época del año; la climatología; si llevará velo; sus pendientes; el ramo; y por supuesto, el tipo de vestido". En este último aspecto, no bastaría con tener en cuenta el diseño: "En el caso de tejidos con mucha textura habría que contrastar con un acabado de peinado más ordenado y pulido. Sin embargo, con telas lisas y sencillas, conviene optar por estilos de peinado más desestructurados. La clave es que el vestido y el peinado no compitan entre ellos, sino que cada uno deje brillar al otro y potencie su belleza.
La experta en maquillaje y peluquería de novias Cristina Lobato se muestra de acuerdo con Eduardo Sánchez, aunque en su opinión, lo que más condiciona el peinado es la espalda del traje: "Todo depende del escote trasero. Si la espalda tiene mucho protagonismo, no podemos restárselo con el peinado. Tienen que ir en armonía". Respecto al velo, añade que "el peinado debe tener la capacidad de soportarlo". Así, la posibilidad de llevar este accesorio dependería tanto del tipo de cabello como del peinado. Según Moncho Moreno, "a no ser que lleve tiara o algún accesorio por el estilo, el velo no se puede acoplar a una melena suelta".
A grandes rasgos
Más allá de las limitaciones y la inexistencia de reglas, los expertos admiten que hay una corriente de peinados en auge, y englobaría todos aquellos que desprenden naturalidad. Como dice Cristina Lobato, "la idea de los profesionales en 2022 es crear peinados que respeten el estilo actual de la novia, como una evolución de su imagen cotidiana. Los recogidos desenfadados, semirrecogidos con trenzas y coletas son nuestra propuesta y apuesta para la novia actual: de aspecto juvenil, con influencia minimalista, que deja de lado los peinados histriónicos y nada cómodos de antaño", resume.
En palabras de Eduardo Sánchez, "vienen pisando fuerte las ondas, los moños bajos y pulidos y las coletas altas, que además rejuvenecen enormemente". No obstante, Moncho Moreno apuesta por la estética informal: "Desde moños muy deshechos hasta ondas completamente deshechas en melena suelta". Como decíamos, todo depende de ti y tus circunstancias.
Al pelo
"Un recogido desenfadado con toque romántico siempre es buena opción", defiende Moncho Moreno. Tanto él como Cristina Lobato detectan que, en lo que va de año, la mayoría de novias optan por acabados trenzados o minimalistas; lo más natural posible para no verse muy distintas ese día. Lo que a ella más le solicitan son: "trenzas románticas con volumen, semirrecogidos con ondas y, por supuesto, peinados desmontables: los favoritos para quienes quieren lucir un look más sofisticado para la ceremonia y transformarlo después en un estilo más desenfadado, de forma cómoda y rápida". En ese aspecto, Eduardo Sánchez advierte que "
Paso a paso
Moncho Moreno advierte que "las novias deben comenzar a preparar su cabello seis meses antes de la boda, ya que se tarda tiempo en cambiar de color, acondicionarlo, prepararlo... o rectificar, en el caso de no lograr el resultado adecuado". Además, "recomiendo cortarlo mes y medio antes, para que las puntas se vean sanas y el cabello tenga forma". Tan importantes como los preliminares serán las pruebas del peinado: "Son fundamentales para que la novia vaya segura ese día al cien por cien. Durante las pruebas, la mayoría va desechando las ideas que traían en la cabeza, al compobar que no funcionan con sus facciones o que su tipo de pelo no resiste bien determinados acabados o recogidos", señala Eduardo Sánchez.
Una vez escogido el peinado, podremos elegir los complementos. "En ocasiones, se