"Una novia es el ramo y el velo", suelen decir las estilistas cuando alguien pregunta si tal o cual estilo es adecuado para casarse. Significa que todo vale; que los vaqueros y hasta las deportivas tienen cabida mientras no falten los elementos definitorios tradicionales. Sin embargo, Atelier Couture 2022 ha cambiado las reglas.
Durante la última edición de esta pasarela de moda nupcial, hubo espacio para todo: del clasicismo a la transgresión; si bien en esto último se han recreado los diseñadores españoles que han mostrado sus colecciones en esta cita nupcial en el centro de Madrid. Si te casas este año y quieres ser innovadora, toma nota de las propuestas más sorprendentes de los desfiles.
-Novias e invitadas lo tienen claro: las sandalias de plumas son el calzado perfecto
Un toque de color
De considerarse un gesto osado a ser aplaudido y viral; así ha evolucionado la inclusión de otro tono en el clásico vestido blanco. Silvia Fernández apuesta por incorporarlo en la falda, en una capa de tul rosa que la novia exhibe al caminar, creando un efecto de sobrefalda con el resto del tejido blanco. Convive con un gran lazo frontal (otro elemento rompedor) que anuncia su llegada.
Camisa blanca
Franjul sube a la pasarela este básico de fondo de armario que, combinado con falda larga, adquiere un carácter regio perfecto para novias discretas. La clave del conjunto está en las líneas rectas, nada voluminosas, que dibujan una silueta esbelta. ¿Lo mejor? Con un conjunto así, de dos piezas, resulta aún más sencillo conceder una segunda vida al look.
Con sombrero asimétrico
Gracias a Jacquemus, nos habíamos empezado a acostumbrar a las novias con pamela, pero no recordábamos haber visto este diseño que propone Lorena Merino. Se trata del complemento perfecto para quienes celebren su boda de día y opten por un vestido sencillo, aunque es preciso ser bastante atrevida...
La capa es el nuevo velo
Se trata de una de las grandes premisas de la temporada; y así se ha hecho eco Silvia Fernández. En su colección la versiona en una gran variedad de tejidos, concediendo un aire romántico a los vestidos. Si te inclinas por esta opción, recuerda: cuanto más larga sea, mejor.
Minifaldero
Fraile (en la imagen), Franjul y Lorena Merino presentan vestidos de novia muy por encima de la rodilla, indicados para las más jóvenes. Lejos de considerarse provocativo, el resultado derrocha ingenuidad y frescura, y es idóneo para esas bodas de día celebradas en plena naturaleza.
Faldas brocadas
Los tejidos brocados no son precisamente algo novedoso en lo que a moda nupcial se refiere; sin embargo, estábamos habituados a encontrarlos en todo el vestido. En esta edición, Franjul (sobre estas líneas), Silvia Fernández e Irene Toledano lo ubican en la falda únicamente, apostando por cuerpos lisos.
Plumas delicadas
Tal y como descubrimos en esta boda hace unos meses, aplicar plumas en un extremo del vestido posee un poder transformador único. De ahí que Silvia Fernández las incluya en los tirantes de este diseño, a modo de manga corta. La falda de tul eleva más todavía los niveles de romanticismo.
Joyería descontextualizada
Según marca la tradición, las novias llevan joyas de familia; algo que Marina García nos lleva a replantearnos con esta versátil colección de plata, compuesta de piezas para el día a día que adquieren un nuevo significado all usarlo el día de la boda. Si te inclinas por un estilo bohemio, como este vestido lencero, estos complementos son la opción adecuada. ¿Nuestro consejo? Cabello suelto o moño deshecho, para que el conjunto gane coherencia.
Botones joya
A tono con los pendientes y puramente ornamentales, constituyeron una de las claves de esta colección de Silvia Fernández. Como sucede con las plumas, este detalle es capaz de revolucionar hasta el vestido más sencillo, que en este caso tiene una silueta clásica, con escote en 'V', manga tres cuartos y encaje para marcar la cintura.
El regreso de las lentejuelas
Bordadas con cuentas plateadas en la capa superior del vestido, Diazar reivindica su espíritu festivo. El cinturón de estilo nipón, unido al cuello alto, aporta al diseño una actualidad rabiosa, librándolo de reminiscencias noventeras.
Mucho plumeti
La gran tendencia nupcial del año pasado (con permiso de los flecos) se prorroga por obra de Irene Toledano (sobre estas líneas), Franjul, Lorena Merino y Silvia Fernández. Probablemente, si tantos diseñadores se inclinan por el plumeti en novias sea porque resulta tan original como el color y menos serio que los encajes y brocados.
Ramo sin flores
Estábamos convencidos de que el rosa teñiría los ramos de las bodas de primavera, de ahí que Lorena Merino ideara una de las propuestas más sorprendentes de Atelier Couture 2022 al concebir este ramo de flores sin flores. El resultado, verde y salvaje, no podría ser más original.
Flores en 3D
Al más puro estilo sesentero, Fraile bordó flores de tela en este diseño preciosista, que combinaba diversas hileras de flecos. Nos encanta el detalle de los estambres, recreados con cuentas blancas para completar un vestido de novia que es de todo menos convencional.
Adiós tocado, hola pañuelo
Pomeline revoluciona las bodas de día dotando de este accesorio a las invitadas (aunque perfectamente podría haber equipado con él a novias). Por si te despierta alguna duda, has de saber que Dior, Max Mara o Versace son algunas de las firmas que han apostado por él en los últimos tiempos; tienes legitimidad de sobra.
Algo azul
He aquí otra propuesta de invitada que nos encantaría ver sobre una novia: apostar por un diseño degradado que incorpore diversas tonalidades de este color tan simbólico. La creación es de Pomeline, e incorpora la camisa que también ha trabajado Franjul.