alejandra© Alejandra. Foto: Mónica Ortega

Alejandra, la novia del look bohemio y la corona de flores que se casó en Cádiz

Nuestra protagonista celebró su enlace en La Parroquia del Divino Salvador de Vejer de la Frontera


Actualizado 23 de marzo de 2022 - 12:35 CET

Un sueño cumplido. Para los novios darse el ‘sí, quiero’ es hacer un deseo realidad, pero esta sensación se multiplica cuando la relación ha sido a distancia. Con un océano que los separaba, Nico y Alejandra, una novia bohemia que se ha hecho muy popular en los últimos días, decidieron mantener su amor a flote contra viento y marea. Él, argentino, apostó por su futuro juntos y se trasladó a España y esa promesa se selló con su boda de otoño en Vejer de la Frontera. “Nuestra relación ha sido un claro ejemplo de lucha constante y de respeto. Desde pequeñita he querido casarme en la playa, como buena amante del mar y del surf. Hace tres años el destino nos trajo a este lugar. Lo elegimos porque después de muchos años a distancia ha sido nuestro primer hogar juntos. Queríamos compartir con los nuestros este sitio tan increíble, salvaje y 'muy nosotros’”, nos cuenta ella.

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© Alejandra. Foto: Mónica Ortega

"Desde pequeñita he querido casarme en la playa, como buena amante del mar y del surf. Hace tres años el destino nos trajo a este lugar. Nico empezó a trabajar domando caballos de Polo y le ofrecieron un trabajo en Trafalgar Polo Club. Yo ya conocía este lugar ya que venía mucho a surfear. Elegimos este lugar porque después de muchos años a distancia, ha sido nuestro primer hogar juntos. Queríamos compartir con los nuestros este sitio tan increíble, salvaje y 'muy nosotros'.  La Iglesia siempre me ha encantado, siempre me imaginé caminando un pasillo largo al altar y siendo arquitecta, esta Iglesia es muy especial ya que tiene una mezcla de estilos arquitectónicos e historia y a su vez es muy sencilla (algo que nos caracteriza). Trafalgar Polo Club donde fue la comida y el baile es propiedad de unos amigos nuestros y el sitio perfecto que nos definía a los dos…Los caballos y el mar".  - ¿Cuánto cuesta una boda? Consejos de otras novias para controlar el presupuesto

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Una boda junto al mar

Su espectacular y romántico enlace tuvo lugar entre La Parroquia del Divino Salvador de Vejer de la Frontera y el Trafalgar Polo Club, dos espacios que guardan un significado especial para la pareja. Después de meses de preparativos tuvieron que realizar algunos cambios frente a su planteamiento inicial, pero, aunque se la esperaba, la lluvia no hizo acto de presencia y pudieron celebrar la fiesta que siempre habían imaginado. “Desde el primer momento quisimos que todo quedara ‘en casa’. Quisimos contar con profesionales que fueran amigos o conocidos. Todo lo organicé yo, con el apoyo de Nico y nuestras familias. Fue increíble como todo el mundo se volcó, amigos, padres, hermanos, los chicos de Trafalgar Polo Club…Todos trabajaron muchísimo para que estuviera como habíamos soñado”, explica Alejandra.

No obstante, a última hora, los novios sí confiaron en un apoyo extra: “en los últimos días sí que conté con la ayuda de Elma Martel Caballero, amiga nuestra. No era wedding planner, pero confié en su gusto y responsabilidad para rematar los últimos detalles y que en el día de la boda yo pudiera disfrutar. Ella nos conoce bien y estaba segura de que iba a hacer un gran trabajo. Superó mis expectativas”.

© Alejandra. Foto: Mónica Ortega

"Nico y yo nos conocimos en Sotogrande hace cuatro años y medio. El vino a trabajar en el Polo y yo veraneaba ahí de toda la vida. Fue una relación muy dura, pero a la vez muy bonita. Estuvimos meses a distancia, nos llegamos a conocer más por teléfono hasta que decidí viajar a Argentina a conocer su mundo. Le elegí porque fue una persona que nunca dejó de estar a mi lado, aún estando tan lejos... Después de dos años entre España y Argentina, decidió dejar todo y venirse a España y apostar por mí. Desde entonces no nos hemos separado nunca, le acompaño en su pasión y él en lo mío.  Nuestra relación ha sido un claro ejemplo de lucha constante y de respeto. A día de hoy es mi compañero de vida y mejor amigo". - Organiza tu boda sin contratiempos en tan solo 10 pasos

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Decoración natural

De la Iglesia al convite, Alejandra desvela que no querían resultar cargantes con la decoración nupcial, preferían una propuesta sencilla. “El lugar es muy bonito y rodeado de naturaleza y no queríamos tapar eso”, apunta. Por eso confiaron en la belleza de los enclaves elegidos y estudiaron al milímetro qué tipo de elementos incorporarían. “Para las flores y plantas decidimos optar por plantas autóctonas y de temporada. En un principio queríamos todo en tonos verdes y ocres (por el olivo y la avena), pero cuando fui a la floristería y vi el brezo me enamoré de ese toque de color y estaba en temporada”, recuerda.

© Alejandra. Foto: Mónica Ortega

El catering fue Alda y Terry, fueron súper profesionales y la comida estaba buenísima. También les elegimos porque eran familia de nuestros amigos y dio la casualidad que es prácticamente el mejor catering de Sevilla. Para las carpas, iluminación y sonido contactamos con Sonivent Solutions, también amigo de nuestros amigos y salió todo a la perfección. ¡José Terry tuvo una paciencia y profesionalidad impresionantes! El DJ que nos hizo bailar sin parar fue Felipe Gilca, de Gilca Sound. Es muy jovencito, amigo de mi primo pequeño y está apuntando altísimo en estos momentos. My sister A, wedding planner, amiga de una amiga, me ayudó aconsejándome desde el principio con algunos proveedores". 

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Confió en el trabajo de Cotton Candy, una coqueta floristería de Conil de la Frontera, para los detalles florales. “Fue súper bonita la experiencia con ellas. Se reían porque cada vez que entraba por la puerta venía con una idea nueva…Supieron clavar nuestro estilo a la perfección”, relata entre risas. Con esta idea clara, en la iglesia prefirió no decorar en exceso, porque estaba cautivada con su belleza al natural: “solo contraté un centro de olivo, eucalipto y colas de zorro para el altar que dejé ahí como ofrenda”.

Ya en el convite, dedicaron un rincón decorativo a sus grandes pasiones. “Hicimos un mural donde, por un lado, estaba mi mundo (tablas de surf, palmeras y el mar), y,  por otro, su mundo (monturas de caballo, tacos de polo, bochas y cascos) y en el centro los faros (nombres de las mesas), el elemento que desde el principio utilizamos como neutro y que nos identifica a los dos y a este lugar. Todos los elementos eran sacados de nuestra casa”, desvela. Del resto de detalles se ocupó su gran amiga Elma, quien, con algunos ayudantes, cortó lentisco de la zona para decorar diferentes puntos de la boda.

© Alejandra. Foto: Mónica Ortega

"A los futuros novios les diría que lo importante ese día son ellos, su amor. Que todo va a salir bien porque en tu boda la gente que te acompaña es la gente que quieres y que te quiere...Y que todo lo que salga mal para ti, se convertirá en anécdota, porque una boda perfecta, sin imperfecciones, es aburrida, porque luego no hay nada que comentar, ¡ni de lo que reirse! Una cosa que tambien aprendí es que hay que saber delegar". - Espacios muy sofisticados donde celebrar la boda más especial en España

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Aires bohemios

La decoración, como el look de la novia, contaba con notas bohemias y románticas y era todo un retrato de la pareja. Precisamente el estilismo de Alejandra es el resultado de sus recuerdos y sueños de la infancia: “Desde pequeñita me han encantado los cuentos de fantasía. Tenía claro que en vez de velo quería llevar una capa con capucha, que no fuera blanco, sino más bien en tono marfil y que fueran dos piezas: un vestido debajo y un abrigo encima semitransparente que pudiera quitarme después”. 

En búsqueda de ese efecto visitó a varias diseñadoras hasta que dio con Alma Aguilar. “Un día en Instagram ví a una amiga mía modelo (Cristina Tosio) vestida con su colección novias y decidí llamarle. No sé si fue casualidad, pero me dijo que su taller estaba a dos minutos de mi casa de Madrid andando. Desde el primer momento supe que iba a ser ella. Su forma de ser, de recibirme, sus ganas y su dulzura me hicieron sentir que estaba en el lugar correcto”, comparte. Entonces le llevó una prenda especial: ‘una salida de teatro’ que perteneció a su abuela y que se convirtió en un detalle indispensable de su look.

© Alejandra. Foto: Mónica Ortega

"Mi ramo me lo hicieron en una floristería muy pequeñita de Conil de la Frontera (Cotton Candy). Tenía claro que el ramo también tenía que ser muy 'yo'. Carolina me diseñó un ramo con plantas del campo y de la zona, en el que no faltó el olivo, la avena, el trigo, eucalipto y flor de cera. En cuanto a la forma de llevarlo, quería que fuera lo más natural posible. Por ello me hicieron una forma que pudiera llevar sujetándolo con el brazo como si hubiera estado recogiendo flores en el campo". - Ramos de novia (solo) de hortensias, la nueva tendencia viral

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“¡Cuando ví los bocetos me emocioné! No sólo había captado a la perfección lo que quería, sino que parecía que me conocía más que yo a mí misma. Había visto mil referencias de vestidos y nada se asemejaba a lo que ella diseñó para mí. Me hizo tres modelos de vestido y al final, cogimos un poco de cada uno”, confiesa nuestra protagonista. Para la iglesia optó por una capa con capucha, mientras que esa prenda especial tuvo un lugar destacado en otro momento: “entre las cuatro (mi madre; Alma; Angélica, la modista y yo) dimos con la solución. ¡Cuando me quitara el abrigo y me quedara con mi vestido, podría ponerme la salida de teatro de mi abuela en el atardecer! Era una pieza única que no podía descartar”.

© Alejandra. Foto: Mónica Ortega

"El catering (Alda y Terry), el sonido (Sonivent Solutions) y el Dj (Felipe Gilca) también eran familia, amigos de la familia y los mejores profesionales. El video de nuestra boda también nos lo hizo una amiga nuestra (Alevosa Mirada) y quedó precioso y la fotógrafa fue la única que no conocíamos, pero preguntamos a diferentes personas y coincidieron en ella. (Mónica Ortega Domínguez). Las fotos son preciosas y muy naturales como queríamos".  - Guía para diseñar el fotomatón y 'photocall' perfectos para tu boda

Accesorios especiales para el look perfecto

El look no estaba completo sin las preciosas flores, en colores empolvados, que llevó para acompañar su semirrecogido y que estuvieron presentes en su ramo de novia. “Meses atrás había comprado un tocado de flores silvestres que me encantó y por si acaso me lo llevé, y al final acabé usándolo”, recuerda. Los zapatos también tuvieron su importancia, eran muy cómodos, de tendencia y ‘made in Spain’, de Javier Gonzalo. “Ese día llevé a mis abuelas conmigo, mi anillo era el anillo de compromiso de mi abuela inglesa, los pendientes de mi abuela materna (al igual que el chal). Además, las alianzas nos las hizo mi tío Jose González-Onieva (escultor y joyero)”, indica Alejandra.

© Alejandra. Foto: Mónica Ortega

"Pensábamos que iba a llover y el plan de sentarnos fuera a ver el atardecer se torció, asi que todo lo que había diseñado para ese momento no se pudo hacer. Cuando nos sentamos a comer, me agarró Nico la mano y me dijo: '¿Ale, estás viendo el cielo? ¿Estás viendo el atardecer que se va a quedar?. Se levantó en medio de la comida a hablar con el catering y los chicos del Club y de repente empecé a ver cómo todos se movilizaron para poner todo como yo había diseñado. Y veía la pick up cargada de fardos de paja y los chicos colocándolas a modo de chill out fuera…Ese momento me emocionó mucho. Nadie se dio cuenta solo nosotros dos. Pudimos ver un atardecer espectacular y no solo eso: sin planearlo bailé con mi padre en ese momento nuestra canción (Brown Eyed Girl) en mitad de la cancha de polo.  Como sorpresa, a la salida de la iglesia, ¡todos los compañeros de Nico del Polo nos esperaban con un pasillo con tacos de polo alzados! Fue una sorpresa muy bonita".

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Maquillaje de última hora

Al estilismo solo le faltaba un look de belleza que mostrara la personalidad de nuestra protagonista y Mónica Martínez lo logró por partida doble. Ella se encargó del maquillaje y la peluquería después de que una amiga se la recomendara a Alejandra y se encontró con una modificación de la última hora. “Hicimos una prueba antes del día de la boda y me hizo una coleta alta. Mi idea era entrar a la iglesia con coleta y luego soltármelo. Horas antes de la ceremonia cambié de opinión. No me veía con coleta y ese vestido tan bohemio, así que le dije a Mónica que lo iba a llevar semirrecogido, ya que me iba a sentir mas ‘yo’”, rememora. 

© Alejandra. Foto: Mónica Ortega

"A las niñas que me llevaron las arras y anillos (hijas de mi íntima amiga) las vestimos nosotras... Compré unos vestidos de una tienda inglesa y mi madre le cosió unos detalles en los bajos y bolsillos. Mandamos hacer unas capitas para que no tuvieran frío y les hicimos unas coronas de olivo. Mi suegra me ayudó a tejer otros detalles, como las cestas con olivo. También parecían haditas.  - 20 direcciones en Huelva, Cádiz, Sevilla y Córdoba para celebrar una boda de película

- Un peinado, un vestido de novia

Contra todo pronóstico, en el último momento, nuestra protagonista decidió que tanto el peinado como el maquillaje no serían cómo los planeó, sino más frescos y románticos. “Ese día me guié por mis instintos”, nos cuenta. ¿Hay mejor elección que esa? Después de todo, esos instintos han mantenido viva la llama de su amor a distancia e hicieron que su gran boda fuera todo un éxito, siempre especial, tan auténtica e inolvidable como los propios novios.