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Rebecca Bettarini, una novia clásica que rinde homenaje a la cultura rusa con su vestido

Para dar el 'sí quiero' a Jorge Romanov, la italiana se ha inclinado por la tradición con su diseño nupcial


Actualizado 1 de octubre de 2021 - 20:37 CEST

Este viernes 1 de octubre pasará a la historia como aquel día en que se celebró la primera boda de la dinastía Románov en Rusia tras la caída del imperio de los zares hace más de un siglo. Hablamos del enlace entre Jorge Románov, hijo de la Gran Duquesa de Rusia, y Rebecca Bettarini, hija del embajador italiano en el país, una ceremonia ostentosa que ha seguido todas las tradiciones locales, incluyendo al diseño que lució la novia. Ha escogido un vestido clásico que rendía homenaje a la historia y al significado del matrimonio.

Rebecca Bettarini© Gtresonline

Una cola de seis metros y guiños a la cultura rusa

Rebecca Bettarini deslumbró con su vestido firmado por Reem Acra, creadora libanesa especialista en detalles y fastuosos diseños que también ha confeccionado looks para Taylor Swift, Beyoncé o Melania Trump, entre otras mujeres estilosas alrededor del mundo. Para rendir culto a la tradición y a la pureza de su unión, se decantó por una silueta clásica de manga larga con escote redondo y una larguísima cola de seis metros. Está hecho de seda italiana Mikado, como se acostumbraba entre las novias italianas de mediados del siglo XX, época en la que se sitúa este vestido de falda amplia y voluminosa. La pareja escogió la catedral de San Isaac, la más grande de la ciudad de San Petersburgo, para celebrar su gran día, motivo por el cual la ahora esposa de Jorge Romanov recurrió a un diseño de tal magnitud.

Rebecca Bettarini© Gtresonline
La diseñadora rusa Elina Samarina fue la encargada de elaborar esa llamativa capa de seis metros de largo con la que la novia selló la mezcla de ambas culturas, la italiana y la rusa, además de los meticulosos bordados tradicionales de Torzhok en hilo dorado y pedrería. 

La parte posterior del estilismo de Bettarini resultó incluso más impactante. A lo largo de dicha cola se extendía también una capa, así como el dilatado velo de tul decorado. La diseñadora rusa Elina Samarina fue la encargada de elaborar esa llamativa capa con la que la novia selló la mezcla de ambas culturas, la italiana y la rusa, además de los meticulosos bordados tradicionales de Torzhok en hilo dorado y pedrería.

Rebecca Bettarini© Gtresonline
En vista de que las joyas históricas de los Romanov pertenecen actualmente al Estado, la novia se ha decantado por una tiara tradicional kokoshnik, típica de Rusia, elaborada por Chaumet, casa joyera de la cual la tatarabuela del novio era fiel clienta. 

Así es la impresionante tiara Lacis, que la prometida de Jorge Romanov lucirá en su boda real

A falta de joyas familiares, una tiara simbólica

En vista de que todo el histórico joyero de los zares rusos (o lo que queda de él) se encuentra expuesto en el museo del Kremlin y pertenece actualmente al Estado, no a la familia, la novia no ha podido ostentar ninguna de las diademas o gargantillas del linaje de su marido. En su lugar, llevó la tiara Lacis de Chaumet hecha de oro blanco a modo de ligera malla y más de 438 diamantes brillantes de diferentes tamaños en pavé, que presenta un diamante talla ovalada de más de 5 quilates y diamantes en forma de pera de 2,21 quilates, según explica la misma casa joyera, de la cual la tatarabuela del novio era fiel clienta. Para el diseño, se inspiraron en las antiguas tiaras kokoshnik, que son típicas de Rusia a pesar de que muchas royals poseen alguna en su repertorio. Eugenia de York, por ejemplo, sorprendió a todos al optar por una de este estilo, con una gran esmeralda incrustada, el día de su boda. La forma elevada de la diadema pretende simular la llama de una vela soplada por el viento, un elemento ceremonial en los enlaces del país.

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