Las bodas de otoño e invierno tienen un aliciente muy atractivo para quienes planean casarse: el vestido de novia puede incorporar uno de los detalles más elegantes y diferenciales, la manga larga. Estas últimas semanas, han sido varias las prometidas que han se han decantado por ese tipo de diseños, revelando la mejor inspiración si planeas pasar por el altar en esta época del año o en lugares de clima frío. María Astrid de Liechtenstein, Lady Charlotte Diana Lindesay-Bethune y Marta Prats han elegido vestidos muy diferentes pero con ese nexo común. ¿Sencillo, romántico o 'royal'? Sea cual sea tu estilo favorito, entre estos tres vestidos de novia puede estar tu favorito.
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Una novia 'royal' con una tiara del siglo XIX
Septiembre de 2021 ha sido uno de los meses más prolíficos en cuanto a bodas, y solo es necesario analizar los dos últimos fines de semana para localizar la mejor inspiración en vestidos de novia. En la larga lista de parejas conocidas que se han dado el "sí, quiero" estas semanas, el enlace entre la princesa María Astrid de Liechtenstein y el empresario Ralph Worthington, heredero de Metropolitan Oil, ha sido uno de los más exclusivos. La localidad toscana de Orbetello acogía esta ceremonia religiosa para la que la hija menor del príncipe Nicolás de Liechtenstein y Margarita de Luxemburgo, prima de los reyes de Bélgica, eligió un precioso vestido de color marfil con un sutil escote en 'V' que dejaba parte de los hombros a la vista. La sobrefalda y los bordados describiendo rombos por todo el diseño conseguían un look muy especial, de aires historicistas, que dibujaba de forma muy elegante el cuerpo de la princesa.
A pesar del personal vestido, lo que más llamó la atención del look de novia de María Astrid de Liechtenstein fue la tiara que fijaba el largo velo. Se trata de la diadema Kinsky Honeysuckle, una joya con motivos vegetales conformada en diamantes, plata y oro que data del siglo XIX. Como contábamos, la historia dice que fue un regalo de boda que Ferdinand Bonaventura, séptimo príncipe Kinsky de Wchinitz y Tettau, hizo a su esposa, la princesa María Josefa de Liechtenstein, en 1870. Tatiana de Liechtenstein y Angela Brown, mujer del príncipe Maximiliano, también la llevaron en sus enlaces, en 1999 y 2000 respectivamente. Mas de dos décadas después, María Astrid de Liechtenstein combinó esta impresionante tiara con unos pendientes sencillos en forma de lágrima, los mismos que su madre llevó al casarse con el príncipe Nicolás e igual que su hermana María Anunciata quien, hace solo unas semanas, se convertía en esposa del empresario Emanuele Musini.
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El vestido de las novias más románticas
Otro enlace con sello royal este fin de semana ha sido el de Jaime de Borbón-Dos Sicilias, duque de Noto y nieto del fallecido infante don Carlos (primo del rey Juan Carlos), y la escocesa lady Charlotte Diana Lindesay-Bethune. La pareja se convertía en matrimonio en la catedral de Monreale, en la provincia de Palermo (Sicilia), y ella escogía un diseño clásico y muy romántico cuyo encaje recordaba al vestido de Grace Kelly, inspiración también del que llevó Kitty Spencer hace apenas unos meses. Mientras Kitty optó por una creación de Dolce&Gabbana enteramente recubierto de ese acabado, Charlotte Diana combinó el cuerpo de encaje, cuello alto y manga larga, con una falda lisa y ligeramente satinada de silueta princesa terminada en cola.
La tiara que acompañó al vestido es una pieza con orígenes misteriosos. Su estructura, conocida como fringe, está repleta de diamantes y perlas, a juego con sus pendientes. Y aunque se habló de que podría ser una pieza perteneciente a Catalina de Kent, se cree que en realidad formaría parte del joyero de las mujeres del Condado de Lindsay. El peinado, un elaborado recogido en torno a la diadema que dejaba su rostro descubierto, continuaba la línea romántica del cuerpo del vestido, que confirma el regreso del encaje como tendencia nupcial del año.
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Una novia sencilla y moderna con zapatos bicolor
Ya de vuelta en nuestro país, una de las novias más inspiradoras de las últimas semanas ha sido Marta Prats, hija del presentador Matías Prats, quien se daba el "sí, quiero" con el economista Alberto Salas en la capilla de Nuestra Señora de Begoña, en Madrid, el pasado 17 de septiembre. El diseñador Diego Estrada fue el encargado de crear el vestido de la novia, una pieza sencilla pero muy moderna que, gracias a las aberturas cut outs a la altura de la cintura, le favorecía mucho. Aunque se trata de un detalle habitual en vestidos de fiesta, no lo es tanto en looks nupciales, con lo que se convirtió en protagonista absoluto del modelo confeccionado en crepe con silueta columna, escote en 'V' y mangas semitransparentes en gasa plisada. Este acabado es idóneo para épocas de entretiempo, cuando tanto el sol como la lluvia pueden acompañar el gran día, y en este caso, además, eran desmontables, igual que la cola.
“Marta tenía claro que quería ir cómoda, sencilla, sin espalda al aire y no en formato princesa”, ha explicado el modisto sobre la pieza que creó para esta novia minimalista y vanguardista. Eso sí, Marta también aportó un aire más clásico con el velo y el semirecogido ondulado, y añadió un toque muy rompedor con sus zapatos, un diseño bicolor en blanco y negro de la firma Marni. También el ramo ponía color en el look nupcial, ya que escogió un bouquet silvestre rosa y verde de Elena Suárez & Co.; una elección con la que se desmarca de las dos novias anteriores, quienes, más clásicas, optaron por flores blancas.