Tras varios meses de parón en el sector nupcial debido a la crisis sanitaria internacional, las bodas que tanto echábamos de menos vuelven con fuerza, tanto a nivel internacional como en nuestro país. Si el fin de semana pasado estuvo repleto de enlaces, este no se queda atrás, y es que, tras pasar ayer por el altar Jaime Palazuelo y Micaella Rubini, hoy le ha tocado el turno a Lucía Martín Alcalde, quien le ha dado el 'sí, quiero' a Santiago Benjumea en la iglesia del Espíritu Santo, Madrid. Como no podía ser de otra manera, los vestidos de la novia (tanto el que hemos visto ya como el que llevará para la fiesta posterior) pertenecen a la firma que comparte con su hermana, la diseñadora Inés Martín Alcalde, la cual también elegido una gran parte de las invitadas, incluidas su madre y la madrina.
Una creación atemporal
Lucía ha lucido en su gran día un diseño hecho a medida para el que se han empleado 300 horas de trabajo, un exclusivo modelo confeccionado a base de diferentes capas de bambula en organza y satén. Se trata de una pieza de estilo camisero ideada para potenciar su silueta gracias al corte de efecto fajín que incorpora a la cintura. Está decorado con pasamanería tanto en el cuerpo como en la falda, y agrega mangas semitransparentes más ligeras para aportar una dosis extra de romanticismo y comodidad. Además de contar con originales bolsillos frontales sobre el pecho, está bordado en diferentes técnicas, combinando hilos, algodón y cuentas que otorgan un aire vintage y una elegancia totalmente atemporal.
- Micaella Rubini, una novia clásica con 'slip dress' satinado y chaqueta de tul
Original pero clásico a la vez
El modelo cuenta con una larga cola de la cual Inés, hermana de la novia, ha estado totalmente pendiente en todo momento. A pesar de que el look nupcial de Lucía resulta muy fresco y diferente, en lo que respecta a los accesorios ha querido ser más tradicional, y es que ha decidido ser una novia velada con tul ilusión. Para completar, se ha calzado unos zapatos de Saint Laurent.
Ha recogido su melena castaña en un moño bajo con raya al medio que despejaba su rostro y nos permitía apreciar a la perfección las joyas. Ha lucido unos finos pendientes colgantes y ha completado con una espectacular gargantilla Belle Époque creada por la firma Ansorena en platino, chatones con diamantes y millegrain también de diamantes. Como ramo, ha optado por un bouquet silvestre que combinaba hojas de olivo y flores en tonos rojizos y azules. En cuanto al look de belleza, ha abogado por la naturalidad, realzando su bronceado y enmarcando su mirada con sombras en tonos cobre y unas cejas muy definidas.