Una de las primeras decisiones que los novios deben de tomar para empezar a organizar su boda, más allá de la fecha del enlace, es dónde tendrá lugar. Elegir la localización debe ser prioritario, pues sin ello no se pueden definir otros puntos como la decoración más apropiada, la distribución de los invitados y los diferentes ambientes de la celebración o si será un almuerzo o una cena lo que se terminará por servir. La pareja escogerá en función a sus gustos y presupuesto, pero cada vez es más habitual explorar las posibilidades de un enlace en otra provincia, hacer todo una boda de destino dentro de las fronteras españolas. ¿Cómo dar en el clavo si no conocemos la zona en profundidad? Las wedding planners del momento nos aconsejan confiar en los profesionales y en el potencial que ofrece cada rincón de nuestro país.
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Un lugar especial para los dos
“Lo normal al celebrar este tipo de bodas es que algo una a los novios a esa provincia, ya sea porque la familia del novio es de allí, la de la novia, porque se conocieron allí…así que lo primero para nosotros es entender por qué eligen ese lugar para encontrar la finca ideal para celebrarlo”, introduce Eva Iglesias de Bodas Colorín. Sucede, nos explica, que a veces los novios se decantan por el lugar en el que veranean, en cuyo caso se dejan esos espacios especiales (como el chiringuito) para encuentros informales con ellos en la preboda, por ejemplo, un momento en el que los invitados pueden conocerse entre sí.
Dar la oportunidad a una provincia de la que poco saben los novios supone enfrentarse a un gran reto: “La organización de la boda en muchas ocasiones es un verdadero caos para una pareja que carece de tiempo por trabajo. Si a esto le añadimos el factor de que se quiere celebrar la boda en otra provincia, yo aconsejaría empezar por escoger el espacio”. Con estas palabras indica la wedding planner Priscila Llorens que decidirse por una finca, hotel o espacio concreto debería ser el primer movimiento de la pareja.
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Además, puede ocurrir que el enclave no esté adecuado para una celebración de este tipo y las necesidades sean aún mayores. “En nuestro caso, la mayoría de bodas, de este tipo, las organizamos en fincas particulares o espacios no preparados para eventos, ya que se buscan lugares idílicos con paisajes o vistas privilegiadas”, manifiesta Teresa Villodre, cofundadora de Detallerie. Es entonces cuando se presenta la aventura de crear la infraestructura necesaria para que todo sea un éxito: "instalación eléctrica, baños, montaje de cocinas, traslado y alojamiento de invitados, etcétera”, aclara.
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Estudiar el espacio
La elección de la ubicación será más sencilla para los protagonistas si saben adelantarse a los acontecimientos y analizan bien la zona. Así lo creen desde El Jardín & Co: “Aconsejamos conocer bien el lugar, el clima, las horas de luz, la gastronomía, las costumbres... Seguro que toda esta información sirve más adelante para completar el planning y otros detalles, incluso de inspiración para la boda”. De esta forma, se pueden evitar otros imprevistos que no responden a escenas cotidianas, como también apuntan desde Bodas Colorín: “El mayor reto es no poder visitar el lugar siempre que tengas una duda y no conocer aspectos que uno sabe cuando vive en una ciudad: si el camino a la ceremonia se hace por tal calle que siempre suele estar cortada; si el volumen en tal finca no puede sobrepasar ciertos niveles. Lo peligroso es dar por hecho que las cosas son como en tu ciudad, cuando cada lugar tiene sus tradiciones y, a veces, por no preguntar lo obvio, ¡hay sustos!”.
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El tiempo, el otro aliado
Teniendo en cuenta tantos detalles, la pregunta es obligada: ¿cuánto tiempo hace falta para organizar un enlace en otra provincia? “Aunque con esta situación Covid hemos hecho maravillas y cambios totales en bodas de un mes para otro, lo ideal es empezar a planificar y trabajar en todos los detalles de la boda con 18 meses o, al menos, 12 meses de antelación”, indica Carmen Hernández, desde El Jardín and Co. Y continúa explicando que el hecho de vivir lejos. dificulta las visitas y reuniones, por lo que, aunque se pueden hacer muchos avances por email y videollamada, es mejor contar con cierto margen de tiempo para verlo todo directamente en persona y exprimir al máximo cada visita. “Es importante hacer fotos y videos por si te surgen dudas cuando estés de vuelta en tu casa y, sobre todo: llevarte bien con algún proveedor del lugar que pueda echarte una mano”, puntualiza Eva Iglesias.
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La distancia puede ser traicionera y la incertidumbre, incómoda. ¿Puede minimizarse la presión del momento? Sí, como indica Rossi Landazuri: “Es imprescindible buscar facilidades para los invitados y hacer un ejercicio muy importante de delegar y confiar en la empresa que se ha contratado. Nosotras somos sus ojos, manos y pies durante muchos meses, así que es imprescindible comunicarse y confiar”. Coinciden con ella desde Detallerie, pues consideran vital hacer más sencilla la estancia a los convidados, para que el día sea inolvidable. “Nuestra recomendación es proporcionar a los invitados, en la medida de lo posible, el transporte hasta la zona, el alojamiento, las peluquerías y otros servicios”, apuntan.
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La importancia de la previsión
Lo más relevante, apuntan, es tener presente el calendario, ese documento en el que detallar las reuniones y acciones de cada mes. “Tener un plan de trabajo, ayudará a los novios a planificar con antelación muchas cosas y les ahorrará sorpresas”, concluye Carmen Hernández. Este timing de la boda es también uno de los consejos de Priscila Llorens, que pone su mirada, además, sobre el clima y la estación del año: “No es lo mismo casarse en otoño, en primavera o en verano. Cada estación tiene algo especial, cada una tiene sus flores de temporada, sus distintas temperaturas y sus horarios de puesta de sol. Estos puntos marcan totalmente el estilismo de una boda”. Por tanto, para casarse en otra provincia, nada mejor que confíar en el trabajo de los grandes profesionales y wedding planners que evitarán los temidos quebraderos de cabeza a los novios.