La historia de Tessy de Luxemburgo es un tanto atípica entre las royals europeas. Quien fue la mujer del príncipe Louis de Luxemburgo se casó con 21 años y su primer bebé en brazos, adquiriendo así el título de Princesa. Aunque este matrimonio real se dio por terminado en 2017, Tessy Antony-de Nassau se ganó el corazón de la pequeña nación por su espontaneidad y sinceridad, la misma que ha demostrado hoy en su inesperado enlace con Frank Floessel al desfilar vestida de novia pocas semanas antes de dar a luz al hijo que esperan juntos.
Una novia 'real' con estilismo premamá
La pareja anunció la semana pasada por medio de las redes sociales que no podía esperar más para darse el 'sí quiero' por lo que la única solución sería una ceremonia exprés con sus allegados, quienes se encargaron de compartir este momento especial con el resto del mundo. La novia ha escogido un original vestido con escote pico y corte imperio, rematado por una lazada negra en forma de flor y volantes que caen en cascada como escamas a lo largo de la falda. Está firmado por BCBG MaxAzria.
- Lazos negros, la tendencia sorpresa entre las novias
Vestidos 'binomio', una tendencia nupcial rompedora
Desde hace ya un par de años, los ateliers apuestan por un distanciamiento de los modelos tradicionales en favor de esos pequeños detalles que encajen con las novias modernas. Una de estas propuestas es la incorporación de apliques o cintas en color negro, con fin de generar un total contraste. Tessy lo ha conseguido en definitiva, siguiendo la pauta de firmas internacionales, como Chanel, y nacionales, como Juana Rique o Santos Costura.
Al encontrarse en la recta final de su tercer embarazo, quien fue nuera de los grandes duques de Luxemburgo ha optado por tacones kitten, casi a ras de suelo, en el mismo color blanco, atrados al tobillo y con detalle de brillantes. En cuanto al resto de complementos, ha lucido una gargantilla de diamantes con diseño floral y pendientes a juego que no restaron protagonismo a su llamativo traje nupcial. Podemos apreciarlos gracias al clásico peinado recogido que lleva con adornos de rosas blancas en miniatura, la misma flor que carga en su ramo.