Entender el impacto. Esa es la base de toda pareja que desee celebrar una boda sostenible. Y es que este formato, que busca respetar en todos los procesos tanto a la naturaleza como a todas las personas que participan de ellos, es toda una tendencia nupcial. En 2021 hay cada vez más novios interesados en organizar este tipo de enlaces, pero advierten desde Gemma González, CEO en la empresa homónima, esto no es tan sencillo. “Hemos de tener en cuenta que es muy difícil que la boda sea sostenible al cien por cien. Siempre habrá invitados que se desplacen en coche, o incluso en avión, por ejemplo. Lo que nosotros intentamos durante todo el tiempo de preparación es que cada decisión tenga en cuenta su impacto. No quiere decir que, al conocer el impacto, debamos rechazar esa opción. Simplemente, intentaremos compensarlo con otras decisiones”. A esta experta y al reconocido equipo de Sophie Kors Weddings hemos preguntado cómo preparar este tipo de celebraciones de la forma correcta.
Para ti que te gusta
Este contenido es exclusivo para la comunidad de lectores de ¡HOLA!
Para disfrutar de 8 contenidos gratis cada mes debes navegar registrado.
Este contenido es solo para suscriptores.
Suscríbete ahora para seguir leyendo.Este contenido es solo para suscriptores.
Suscríbete ahora para seguir leyendo.TIENES ACCESO A 8 CONTENIDOS DE
Recuerda navegar siempre con tu sesión iniciada.
- Con estos vestidos sostenibles, bonitos y éticos serás la novia más ‘eco-friendly’
Bodas con conciencia
“Desde que empezamos a diseñar una boda sostenible, tenemos en cuenta que los novios tienen esa conciencia con la protección del medio ambiente y lo aplicamos a toda la organización”, introduce Anna Hernández, CEO de Sophie Kors Weddings. Así sucede también con el trabajo de Gemma González Events que considera importante explicar las distintas líneas de acción en las que se puede trabajar: “desde la integración de un catering de proximidad, a la implementación de actividades que sean inclusivas desde el punto de vista social, la elección de moda consciente o la reducción de materiales de un solo uso”.
Ello implica, indica Gemma, plantear todo el enlace desde una perspectiva 360 grados, para entender qué se quiere priorizar (lo social o lo medioambiental) y buscar el apoyo de esos proveedores capaces de analizar el impacto. Sin embargo y a pesar de lo que podría parecer, ello no significa que los novios necesiten mayor margen de tiempo del que necesitarían para preparar una celebración tradicional. Ambas empresas confirman que pueden y suelen trabajar con los mismos ratios de tiempo que en cualquier otra boda: entre nueve meses y un año antes del gran día.
- Seis espacios de boda sobre los que oirás hablar mucho en los próximos meses
Las tres R
Hay un concepto que es imprescindible tener claro, explica Anna: “Hay que seguir las tres R: reciclar + reducir + reutilizar. Esto se puede aplicar tanto en la decoración como en toda la parte gastronómica de un banquete e incluso con el vestido de novia, bajo el concepto de slow fashion, producción ética y sostenible”. Esta idea busca tratar de conseguir el cero desperdicio (conocido internacionalmente como zero waste) con la idea aprovechar al máximo los recursos. Es por ello que cada vez se ha puesto más de moda el hecho de que, tras el banquete, toda aquello que no se haya consumido se ofrezca a comedores sociales u ONGs. “Podemos evitar tirar las sobras de comida del catering a través de una buena planificación de las raciones servidas”, comparte Gemma.
Pero este no es el único espacio en el que se puede aplicar el concepto, también el vestido de novia puede presumir de sostenibilidad. Desde recuperar un look vintage en una tienda de segunda mano hasta rescatar el diseño que llevó nuestra abuela. Entre nuestras novias virales destacan nombres como Lucía, que apostó por llevar un modelo vintage en su gran día. “Algún diseñador con el que hemos colaborado ofrece una posibilidad muy sostenible: diseñar un vestido que después, con algunos retoques, se pueda usar para otras ocasiones”, explica Gemma.
En lo relativo al reciclaje, Gemma González indica que son expertos en controlar que se lleve a cabo una correcta separación de residuos, capaz de facilitar el posterior reciclaje. “Asimismo, podemos integrar acciones como el compostaje de comida y de las flores, que ayudarán a dar una segunda vida a estos ítems”. No obstante, desde Sophie Kors explican que el paso más importante es el decidir bien, para evitar gastos innecesarios, pues, por ejemplo, en este tipo de celebraciones es mejor un evento de día, para aprovechar los recursos naturales y no emplear luz eléctrica. “También se debe considerar seleccionar espacios para bodas que utilizan energías renovables como la eólica, la solar o la biocombustible, entre otras”, dice Anna.
- Las invitaciones de boda más bonitas de la temporada las hacen estas ilustradoras
Invitaciones digitales
Hace unos meses contaba The Spaniel Studio a ¡HOLA! Novias cómo habían ido adaptándose las comunicaciones entre novios e invitados a consecuencia de la situación sanitaria. Reflejaba que, entre sus clientes, se había dado un aumento de solicitudes digitales para avisar a aquellos convidados que no podrían asistir a la boda. This is Kool añadía, además, una nueva tendencia, también digital para hacer llegar las invitaciones nupciales: “Otra opción muy adaptada a la situación actual es disponer de una invitación de boda en formato vídeo”. Ambas opciones, cuyos envíos son online, son más ecológicas que las tradicionales y cada vez más habituales en los enlaces sostenibles. “Las invitaciones pueden ser enviadas por correo electrónico y ser igual de bonitas que las de papel, aunque si los novios nos piden papel, siempre podemos utilizar papel reciclado”, revela Anna, de Sophie Kors Weddings.
- ¿Dudas sobre el menú de boda? 6 caterings dan sus mejores consejos
Menú kilómetro 0
Uno de los grandes valores diferenciales a los que se apuntan algunos de los caterings españoles más prestigiosos es la apuesta por productos locales y platos de cada región. El conocido como menú kilómetro 0, al que hace referencia Anna, de Sophie Kors, es más sostenible y supone un impulso para productores y comercios pequeños. Tiene unas características muy concretas: materia prima de procedencia local y compra directa al productor, que ha debido de cultivar o criar el producto a menos de 100 kilómetros.
- Inspírate en las decoraciones más virales para pedidas especiales y bodas íntimas
Flores de temporada
En lo relativo al ramo de la novia y las flores del gran día, explica Gemma González Events, también hay unas pautas a seguir muy concretas: “Si elegimos flores de temporada y de proximidad, el impacto ambiental es mucho menor que si hemos de importarlas de otros países o de otros continentes”. Sin embargo, como en toda boda, los novios pueden permitirse algunas licencias. “Podemos decorar toda la base con flor de temporada e incluir esas flores especiales solamente en el ramo de la novia o en algún centro muy destacado del altar o de la mesa presidencial”.
Decoración con materiales sostenibles
A las flores se unen otros elementos de la decoración nupcial que son capaces de crear un ambiente acogedor. Recurrir a los de inspiración rústica construirá ese ambiente ecológico para la ocasión. “Para la decoración de la boda, debemos reutilizar materiales, trabajar con flor de temporada y materiales naturales como el algodón o el lino”, apunta Anna. Cortinas, mecedoras, sillas de inspiración natural o manteles de tejidos orgánicos completan las opciones decorativas.
Medición de impacto
No obstante, el paso indispensable y con el que los novios podrán demostrar la efectividad de su enlace es en realidad, una constante. La medición del impacto en cada decisión que tome la pareja con sus wedding planners es el mejor control para el proceso. “La sostenibilidad es sinónimo de transparencia. Por esto es indispensable integrar una fase de medición: el impacto ambiental de un evento de este tipo se puede medir de forma cuantificable, en muchos casos”, indica Gemma. Y continúa: “Cuando nuestros clientes nos lo piden, integramos estos datos de seguimiento (uso de materiales, reducción de emisiones, etcétera) para poder medir de forma real el impacto que estamos generando y buscar la forma de compensarlo”. Siempre con la naturaleza en el centro.